La vuelta de las gargantillas
Me prometí a mí misma no caer en las tendencias dosmileras que inundan mi feed de Instagram – como los pantalones de tiro extra bajo y pitillo o los crop tops de tirantes – pero una vez más, las tendencias hacen de las suyas y se apoderan de nosotras: cada vez me gustan más las novias con gargantillas.
Últimamente veo novias como Maitane (su boda aquí) que consiguen levantar su vestido con un collar corto pegado al cuello, en este caso de diamantes. También me encantan con perlas colgando, como este de Piluca, o con hilos enteros de perla sujetando una pieza central.
Además, hay varias novias que me han contado que han podido modificar una pulsera o broche antiguo y añadiéndole algunas piezas, lo han convertido en gargantilla. Si más tarde queremos rectificar y recuperar la pulsera original, bastará con volver al joyero para quitar las piezas. El caso de Teresa también me parece ideaza. En la iglesia llevaba una tiara que más tarde que quitó y se puso al cuello como gargantilla. Espectacular.
Si ya me estaba gustando esta tendencia de gargantilla como joya principal, Jacquemus ha terminado por reafirmarme. En su último desfile nada más y nada menos que en el palacio de Versalles, ha querido rendir tributo, entre otras, a la reina de las reinas: Lady Di. En el lookazo de Kendall Jenner destacaba una gargantilla de perlas con un zafiro azul idéntico al que lució Lady Diana en su mítico baile con John Travolta y que se volvió a poner acompañando a su famosísimo revenge dress el día que Carlos admitió públicamente sus infidelidades. El accesorio perfecto para novias e invitadas que nos confirman el rey de las tendencias y la reina de corazones.