Casilda se casa

La boda de Claudia Llagostera en Tarifa

Cuando una diseñadora de novias se casa, surge la magia. Pero si la novia es Claudia Llagostera, el resultado es una boda divertida y relajada con unos novios muy felices. «Jo y yo nos conocimos hace cinco años, en Tarifa; desde el primer día hubo un flechazo, pero se quedó en una bonita amistad y un amor de verano», recuerda Claudia. La distancia entre Madrid y Tarifa no les hizo perder el contacto, «hasta que decidimos intentarlo y, desde entonces, no hay quién nos pare».v

El vestido de novia de Claudia estaba hecho a partir de una colcha antigua bordada a mano con cintas de algodón. «La compré hace tiempo para una clienta, pero no le gustó. Mi marido la vio en el taller y dijo «¡qué maravilla de tejidos!», así que decidí utilizarla en el mío», recuerda la novia.

Debajo, la novia llevaba dos piezas: un vestido hecho en gasa de seda lleno de detalles de nidos de abeja y vainicas; y otro lencero de satén. «Con tanto trabajo no pude probármelo hasta el día antes, sin mi amiga la diseñadora Mónica Calles no hubiera sido posible, ha sido partícipe conmigo en todo el proceso», me cuenta Claudia.

Claudia se preparó con Rebecca Martín, «la mejor haciendo maquillaje y pelo natural y partícipe en todas mis campañas de atelier«.

Como zapatos, la novia llevó las sandalias Bianca, diseñadas en honor a la boda de Bianca Jagger, de Saint LaurentPara la fiesta, se los cambió por unas Converse personalizadas con su nombre y la fecha de la boda.

Toda la papelería fue obra de El Tintero. «Rocío tiene la letra más bonita que he visto nunca y me ayudó también con los materiales para hacer unas láminas que regalamos a cada invitado dentro de la invitación». Claudia diseñó junto con M de Paulet un collar para la fiesta y también eligió unos pendientes de esta firma artesanal.

La madre de Claudia (en la foto de debajo) y la madre del novio van con diseños de Studio by Claudia Llagostera, la firma de invitadas de la novia.

El novio iba vestido con un look informal de chaqueta y pantalón de Budiman.

La ceremonia civil fue en la playa de Valdevaqueros en Tarifa. «Nunca he visto una ceremonia con tanto alcohol, ¡fue demasiado divertido!», recuerda la novia. Brindaron con tequila porque Claudia siempre había imaginado su boda como una fiesta.

El ramo de flores lo diseñó el equipo de WeddingPlanners. Lola, Natalia y Javier se encargaron de hacer realidad toda la decoración, tal y como Claudia tenía en su cabeza. «Son las mejores, pero es que llevan más de dos décadas haciendo bodas».

Siguieron la celebración en el chiringuito Tumbao. No organizan bodas, «pero nos dejaron hacer nuestro sueño realidad. Claudia tiene las coordenadas del sitio tatuadas en el brazo desde hace años.

Para el catering, organizaron un cóctel largo en el que sirvieron Jamón Joselito y terminaron con un asado de El Huaso.

Dj Maikol amenizó la ceremonia, cena y fiesta y terminaron la noche con Les Castizos.

Todas las fotos son de Dos Más en la Mesa y el vídeo de Rice and Roses.