20 cosas que debes saber para no hacer ‘el primo’ en tu boda
Llevo tiempo queriendo escribir un artículo para ayudaros a evitar disgustos. Nada me da más pena que la llamada de una amiga, pasada su boda, contándome que su diseñador ha copiado exactamente igual el vestido de novia que le diseñó (aparentemente en exclusiva) a ella, a una amiga de su prima. O la de otra contándome que su diseñador no ha cumplido los plazos de entrega y ha pasado la noche antes de su boda en el taller ayudando a hilvanar para que estuviera listo.
He preguntado a muchos amigos casados en qué podrían haber prevenido ellos estos problemas y la mayoría coinciden en que, con un pequeño contrato, todo está más claro, algo que se consigue normalmente acudiendo a buenos y experimentados profesionales.
Por si os pudiera ayudar, teniendo siempre en cuenta que el dinero no lo soluciona todo y que errores humanos tenemos todos, he recabado al menos 20 de los lloros más comunes de los novios pasadas sus bodas. Cosas que debes saber para no hacer ‘el primo’ en tu boda. Luego no me digas que no te lo avisé.
1. Si no quieres que tu diseñador copie tu vestido de novia, firma un contrato de exclusividad. Si quieres ser única y sientes que has trabajado codo con codo con el diseñador en la elaboración de tu vestido, es mejor dejar por escrito esto para que no haya problemas. Ahora con las redes sociales se denuncia con mayor facilidad la copia y veo que la práctica es bastante habitual. Mejor prevenir que curar.
2. Asegúrate de tener el vestido de novia un par de días antes de la boda en casa. Para evitar disgustos con los plazos de entrega, veo interesante firmar que esté listo unos días antes de la boda con contrato de por medio. Me parece horrible ese estrés que viven algunas novias que no tienen su vestido listo hasta la misma mañana de la boda.
3. Sueña sin límites diseñando tu vestido novia, pero deja un hueco a la practicidad. Es muy triste ver a una novia a la que se le rompe el vestido al hacer algún movimiento o a la que está muy cansada porque le pesa demasiado o le roza, por ejemplo, el encaje en el cuello. Practica movimientos básicos como bailar, arrodillarse o abrazar a alguien porque lo repetirás muchas veces a lo largo del día. Piensa en estar guapa y en no sufrir.
4. Antes de contratar un fotógrafo, pídele que te envíe un reportaje de boda completo. Creo que en Instagram todos los fotógrafos de boda pueden parecer buenos si hacen una correcta selección de fotos. Como también pienso que es muy fácil que, de una boda, salgan dos o tres fotos bonitas. El mérito de un buen fotógrafo es que el reportaje de la boda entera esté completo y bien resuelto en todas las circunstancias.
5. Firma que el fotógrafo no distribuya las fotos de tu boda. Ni a medios. Ni a amigos. Ni a blogueras. A mí me sorprende la facilidad que lo hacen. No me gustaría que lo hicieran con la mía. Y esto es tirar piedras contra mi propio tejado.
6. Confirma que los proveedores no retransmitan (casi en directo) cada detalle de la boda. Firma que ni floristas, fotógrafos o cualquiera que haya participado en la organización de la boda compartan, a través de redes sociales, fotos y vídeos de tu evento (y menos sin tu consentimiento).
7. Los experimentos (en cuestión de belleza), con gaseosa. No me canso de ver a novias quejarse de haber ido a darse el color en el pelo, probar un tratamiento de peeling o una limpieza especial justo el día antes de su boda. Es preferible planificar y probar esos «efectos flash» unos días antes y que haya margen para remediarlo.
8. Prepara la ceremonia con el oficiante. Parece que ese tema sale solo, pero creo que es muy diferente asistir a una ceremonia en la que los novios han participado de la celebración que en la que no. Se evitan muchos desastres.
9. Asegúrate de que el volumen de la música durante la cena es el correcto. A veces vas a entregar el ramo y no se escucha la canción que has escogido o los discursos no se oyen. Y es una pena (aunque a veces no hay mal que por bien no venga).
10. Firma un pequeño contrato con floristas y caterings para evitar que la responsabilidad, en caso de que manteles o material frágil se rompa, caiga sobre los novios.
11. Pide que te envíen fotos de los autobuses que van a utilizar en tu boda. Y comprueba que funciona todo lo asegurado sobre el papel (sobre todo el aire acondicionado). A veces mandan modelos muy antiguos o en muy mal estado.
12. Zapatos de recambio para la novia. Busca unos realmente cómodos con los que aguantar toda la fiesta, o hazte con unos para hacer el cambio y preocúpate de que estén localizados. Nombra al encargado de tus zapatos de recambio. Es fundamental. Te puede arruinar la boda.
13. No bebas durante el cóctel. Si lo haces, no te olvides de comer y ten cuidado con los brindis. Una mala copa puede hacer que te arrepientas toda tu vida.
14. Gestiona la vuelta a casa. Hasta la novia se puede quedar sin plaza en el autobús. No te confíes.
15. Olvida la entrega en mano de las invitaciones. No cometas el error de guardarte muchas para dar en mano a tus amigos más íntimos porque a veces se puede complicar la entrega y verte en la situación de que tu mejor amigo, por una confusión de días, acabe comprometido con otra boda. Las invitaciones de tus amigos, mejor que salgan la primeras y por correo.
16. Como dice Pelayo Lacazette, «un fotógrafo malo es como un vino malo. Si te gusta a ti bien, pero luego no te quejes al día siguiente del dolor de cabeza».
17. «Si es probable que en tu boda llueva, ten un paraguas transparente preparado. Saldrás más favorecida en las fotos”. Este es un consejo que me dio Pipi Hormaechea.
18. Evita, en la medida de lo posible, que los proveedores te regalen su trabajo. Puede ser violento para los novios a la hora de exigir y, a veces, supone un estrés que no compensa.
19. Cierra bien el contrato en caso de querer una carpa. Nunca sabes si finalmente hará un sol radiante y te puede sobrar.
20. Barra libre desde que empieza la boda. A mí me resulta muy incómodo que los invitados que quieran un Gin Tonic durante el cóctel se encuentren un no por respuesta.
Con todo esto, espero que pueda ayudaros y que si, inevitablemente, hacéis ‘el primo’, por lo menos lo compartáis conmigo… Para avisar a los siguientes ; )
Pd.: Esto se da por hecho, pero no está de más asegurarnos de que la finca en la que se va a celebrar nuestra boda tenga licencia.
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