Casilda se casa

La boda de Blanca y Jaime en Jerez

Blanca y Jaime se conocen de casi toda la vida, veranean en el mismo sitio y después de cruzarse en varias ocasiones, empezaron a salir cuando ella tenía diecinueve y él veinte años. Se casaron el día quince de junio en Jerez.

«Para el maquillaje y peinado confié en Juana, que es de Jerez, me la recomendaron y la verdad que fue otro gran acierto. Quería algo natural y lo bordó».

«Llevo toda la vida con una idea de mi traje de novia y la verdad que lo que buscaba era enamorarme de una tela. Fui a varios sitios pero con T.ba tuve un flechazo. Sol, su madre y el equipo al completo se volcaron conmigo, el proceso fue una maravilla. Han hecho de mi traje un sueño».

«Los pendientes fueron el regalo de boda de mis abuelos. Los elegimos entre mi abuela y yo, fue un regalo muy especial. En el pelo llevaba una pulsera de brillantes suya. También llevé el anillo de pedida que me regalaron mis suegros, el anillo que me regaló Jaime cuando me pidió matrimonio y un anillo que tenemos todas mis amigas igual, un regalo de nuestros veinticinco».

«Para el ramo al principio quería peonías, pero me dijeron que no iban a aguantar el trayecto en coche a Jerez, por lo que me fui a una floristería de Sevilla con mi madre, buscamos unas rosas blancas. Para atarlo utilicé un encaje antiguo de mi madre y le coloqué una medalla de plata que me regaló Jaime cuando hicimos el camino del Rocío este año».

La ceremonia fue en la iglesia de San Mateo en Jerez. «La iglesia la teníamos clarísima, Jaime tiene especial vinculación con ella».

«Jaime utilizó un chaqué que ya tenía y se puso la corbata con la que su padre se casó. Le hacía especial ilusión».

«Los libritos de la iglesia los hicieron mi madre y mi hermana y, la Virgencita del misal, Sol Erquicia. Los meseros eran de zonas de Doñana. Lo imprimimos todo en una papelería de Jerez».

«La música de la iglesia se la confiamos a una soprano acompañada de varios instrumentos, fue espectacular y muy solemne. Consiguieron que me emocionara yo y la mitad de los invitados».

La celebración fue en La Peñuela, una finca preciosa de la familia de Jaime.

«De la decoración se encargó Florenea con la ayuda de mi suegra, fue espectacular el trabajo que hicieron. Mejor imposible».

«El catering lo sirvió Alda y Terry, un grandísimo acierto. Siempre nos pusieron todo muy fácil y todo está exquisito».

«Para la fiesta confiamos en Iñigo Ristori y fue inmejorable, no había manera de que acabase, nos costó la vida que la gente se fuera a la hora de los autobuses».

«Las fotos nos las hizo Alejandra Salido. Para mí eran muy importante, la verdad que, lo bordó. El vídeo lo hizo Emotion Film. Samuel y su equipo nos dieron muchísimas facilidades. Otro súper acierto».