La boda de Beatriz y Javier en Marbella
«Javier y yo nos conocimos en la playa de Guadalmina en Marbella hace dos años. Al año siguiente, durante un viaje a Nueva York, me pidió que nos casáramos. Me hizo mucha ilusión que fuera en Nueva York, una ciudad donde viví y trabajé como diseñadora de moda durante cinco años» cuenta Bea. Se casaron en Marbella el pasado mes de julio
«Mis amigas me recomendaron a Verónica Pérez, que trabaja entre Madrid y Marbella, para que me maquillara y peinara, lo cual fue un gran acierto».
«Como no suelo llevar joyas, quería algo sencillo. Opté por unos pendientes de mi abuela paterna, unas dormilonas de diamantes. También llevé el anillo de pedida que diseñó mi suegra, un solitario con baguettes laterales».
El vestido de novia era de Cortana.
«Las Flores de Reding se encargó del ramo y de la decoración tanto en la ermita como en la celebración. Quería un ramo pequeño con algo de caída y quedó precioso».
«Javier llevó chaqué de Suitz, corbata de Hermès, zapatos de Crockett & Jones y gemelos que le regaló su padre».
La ceremonia fue en la Ermita de Guadalmina.
«Nuestros sobrinos iban vestidos de Teresa y Leticia».
La celebración tuvo lugar en la Finca La Concepción. «Es un sitio muy especial por su historia. Fue una de las primeras fundiciones de hierro en España a mediados del S.XIX, y tiene unas impresionantes vistas a Sierra Blanca».
«La fachada de la casa está rodeada de palmeras, naranjos y almendros, y en el jardín, donde destaca un nogal centenario, instalamos una amplia barra de madera a su alrededor para servir el cóctel».
«Las invitaciones, los meseros y los marcasitios los hicimos en El Tintero Caligrafía. Para estos últimos, sequé las flores de nuestra pedida de mano y se las envié a Rocío, de El Tintero, para que las pegaran».
Para el cóctel contrataron a un grupo cubano, Los Chocolatinos.
«Guillermo Bárcenas, del grupo Taburete y amigo de toda la vida de Javier, nos regaló un mini concierto al finalizar el cóctel, un momento muy especial y divertido».
El catering lo sirvió Ciboulette.
«Kokko Eventos se encargó de las carpas, los toldos vela y la iluminación de la ruina donde se montó la pista de baile, mientras que Xite and Co realizó el montaje de la pista y su estructura».
«El DJ fue Nacho Lara. Supo mezclar muy bien diferentes géneros de música desde disco y funk hasta rock y animó muchísimo».
«Durante el baile, me cambié a un vestido de mi marca, Leo. Estaba hecho en crêpe de seda con la espalda al aire y godets en la falda para darle movimiento.
Lucía Jiménez hizo las fotografías, y el vídeo se lo encargaron a The Bright Side Wedding.