La boda de María e Ignacio en Madrid
María es prima de la diseñadora de novias Sofía Delgado que, por supuesto, hizo su vestido para la boda con Ignacio. Se conocieron hace tres años en el cumpleaños de su amigo Alfonso en el restaurante La Favorita. «Acabamos hasta las mil bailando. Al día siguiente, Alfonso le dijo a Ignacio: “con María te casas”». Y así ha sido hace unas semanas en Madrid.
La novia tenía muy claro que elegiría a Álvaro Talayero «porque maquilla y peina como nadie». El resultado fue muy natural con los ojos un poco más marcados y un moño de bailarina que terminaron con la pulsera de pedida de su abuela como diadema, «era mi algo prestado».
Mientras se preparaba, llevaba un kimono bordado con pájaros y flores que era de su bisabuela y, debajo, un camisón de Dreaming Habits.
Álvaro Talayero maquilló y peinó también a la madre y a la hermana de María.
María estaba un poco perdida a la hora de pensar en el vestido de novia. «Tenía claro que quería que tuviese aire rústico, pero a la vez me inspiraban muchísimo los vestidos de la serie Downton Abbey«.
Eligieron un bordarlo sobre un lino muy fino y en un tono crudo para darle ese punto rústico que la novia buscaba. Su prima Sofía Delgado creó un diseño inspirado en uno de los vestidos de la serie compuesto por dos piezas: un chaleco que llevaba la cola y un vestido debajo.
En un principio, María pensaba llevar un velo antiguo de su bisabuela, pero quería ir velada y Sofía le enseñó una organza muy fina que era perfecta para el vestido. Así que utilizaron el velo para el rito de la ceremonia.
María llevó unos pendientes, regalo de sus padres por la boda, inspirados en otros Art Déco que encontraron en una tienda; el anillo de pedida era de Javier Gómez Zuloaga (629 289 105/915 595 556) y se lo regalaron los padres de Ignacio; y una pulsera de Pilar de la Vega de parte de sus amigas de la universidad.
La madre y la hermana de María llevaron diseños de The 2nd Skin.
El ramo de flores de El Taller de Lucía fue un regalo de las amigas del colegio de la novia. «Fuimos a verla juntas y me montó, sobre la marcha, un ramo muy silvestre que llevaba, entre otras, las flores bordadas en mi vestido». Lo sujetó con dos medallas de la Virgen de sus dos colegios. El ramo se lo dio a su hermana, «somos solo dos y tenemos una relación muy especial».
La ceremonia era la parte más importante para los novios y, «sin duda, para mí fue el mejor momento de la boda. Estábamos súper serenos y la recuerdo preciosa». Fue en la Basílica de Nuestra Señora en Colmenar Viejo, «en cuanto la vimos lo tuvimos claro, es preciosa». Y está muy cerca de Las Tenadas, donde luego fue la celebración.
Tanto la de decoración de la iglesia como de la finca fue obra de El Taller de Lucía. «Quería muchos verdes, tonos otoñales y huir de lo “cursi”. Por el calor, tuvimos que mover la comida al interior en el último momento y cambió a un plan B rapidísimo», me cuenta María.
El novio es maestrante y llevó el uniforme de la Real Maestranza de Caballería de Granada. Después se cambió a un chaqué que se hizo en Mansolutely, su sastre de confianza. La madre de Ignacio llevaba un vestido a medida de Miriam Gálvez.
Contaron con el Coro Las Veredas. «Nos emocionaron con cada canción, todo el mundo nos comentó lo espectacular que fue».
Los zapatos de María eran de lino de Flor de Asoka.
Sofía Delgado llevaba un diseño verde plisado de su línea de invitada Guateque by.
El catering lo sirvió el Grupo La Blonda, encargado de la finca. «¡No lo hay mejor!». De primero, burrata con salmorejo; de segundo, rosbif; y, por supuesto, su famosa tarta árabe de postre.
Los meseros los hizo María prensando flores de la pedida y los remató con los números su amiga María de A Case of M que también hizo el libro de testigos. Del seating se encargó Macsand que también es amiga de los novios.
María abrió el baile con su padre con la canción Strangers in the night de Frank Sinatra, «me la enseñó de pequeña y tenía claro que quería bailarla con él el día de mi boda». Después, When you are smiling del mismo cantante, con Ignacio.
Para empezar la fiesta, contaron con la música en directo de La Repera. «Habíamos estado en un par de bodas en las que habían tocado y animan a cualquiera. Son divertidísimos».
Después pinchó el dj Nacho Costero, «un crack que nos tuvo bailando hasta el final», recuerda.
Todas las fotos son de Días de Vino y Rosas, «Nieves entendió perfectamente el estilo de fotos que quería y estamos felices con el resultado». El vídeo es de Mr. Magú que»está pendiente de todo».