La boda de María y Pablo en Menorca

La peinó y la maquilló Amaya Soler (665 704 526).

«Siempre soñé con un ramo de hibiscus rosa-sinensis, pero como es una flor delicada y mancha, lo cambié por dahlias. Lo hizo Manuela, de Gang and The Wool».

«Para el vestido tenía claro que quería algo cañero pero femenino, y sabía que Ynés Suelves era la persona perfecta para conseguirlo».

Los zapatos fueron un auténtico flechazo. «Pasé un día por el escaparate de Chanel, los vi y supe que eran los míos».

«Los pendientes fueron un regalo de Pablo y la pulsera, la compré con mi madre mucho antes de saber que me casaba, pero con la intuición de que la usaría ese día».

«El velo, bordado a mano y lleno de mis flores favoritas, era de La Beltraneja, la firma de la madre de Ynés. Fue un regalo muy especial de mi tía».

«Pablo llevó chaqué y chaleco de Sastrería Córdova, un reloj que mi abuelo le regaló a mi padre en su pedida y una corbata que le regaló su hermano».

Se casaron en la Ermita de Sant Joan de Missa, un lugar del que se enamoraron un verano y al que regresaron tres años después para reservar su fecha. Durante la misa cantó un grupo del Orfeón Donostiarra.

La fiesta tuvo lugar en Torre Saura, decorada con flores por Gang and The Wool. «Cuando visitamos la finca por primera vez, ya me la imaginaba llena de flores: en las mesas, en las estatuas y hasta en las personas. Y así fue. Elegimos a Manuela por su savoir faire y esa mezcla de locura y dulzura que tanto me gusta. Las piñatas de flores llenaron la finca de color, y también añadimos accesorios florales a los camareros como parte del uniforme: algunos llevaban pajaritas, otros collares, cada uno con su toque distinto.».

«La comida corrió a cargo El Yugo Asados con apoyo logístico de S’algar Catering. Una combinación genial. Nos importaba mucho que se comiera bien; la mitad de los invitados eran vascos y la otra mitad gallegos. Servimos cordero con patatas y ensalada como plato principal, y todo el mundo nos felicitó.
En nuestra boda no podían faltar los quesos de Formaje, un proyecto al que le tenemos mucho cariño. Como me dedico al food design, quería contar con alguien que entendiese mis ideas, y para eso trabajé con Tiberi Club. Hicieron varias instalaciones: la mesa de quesos de siete metros y las dos tartas gemelas de postre, entre otras cosas. La ensaimada XXL no puede faltar en una boda en Menorca.”».

Los pequeños llevaron bombachos de lino de Zara Kids, camisas blancas y menorquinas.

«Todo el menaje y la mantelería eran de Options, y las sillas, una mezcla de estilos vintage. La wedding planner fue Itziar Ortuondo, que no se quitó la sonrisa desde el primer día hasta el último».

«Nuestra familia y amigos estaban totalmente entusiasmados, pletóricos y emocionados. Nos dolía la cara de sonreír al final del día».

«A la hora del postre aparecieron seis jinetes con caballos de raza menorquina e hicieron un jaleo espectacular».

«Para el primer baile elegimos Suspicious Minds de Elvis. Después, dos amigas subieron al escenario y nos dedicaron algunas canciones del nuevo disco de Guitarricadelafuente».

«Durante toda la fiesta nos acompañó Fumayama, con su energía y su voz impresionante».

Al final pinchó la DJ de Gilca Sound

«La fotografía era muy importante para mí. Quería diferentes perspectivas del día, así que conté con Dos Más En La Mesa, Carla Step y Álvaro Arteche . El vídeo lo hizo Bebi Puig-Pey ».