La boda de María Serra y Afonso en Alàpega

María Serra es una de esas influencers portuguesas que reconoces rápidamente por su gran estética y personalidad. Conoció a su marido hace más de 15 años en Lisboa, pero su historia de amor no comenzó hasta años después. Tras casi ocho años juntos, una vida compartida entre Lisboa y Madrid, y una pedida íntima en la Costa Alentejana, su boda fue el reflejo de una relación construida con mucho amor.

“Para el maquillaje confié en Jen Barreiro y usamos productos de NARS. Quería algo sencillo pero muy trabajado: piel luminosa, efecto fox eye y labios bien delineados.”
Tal y como señala la maquilladora: “Hidratamos bien con Light Reflecting Firming Serum. Textura y tono a cargo de Pure Radiant Tinted Moisturizer y Radiant Creamy Concealer, con el que, además de corregir ojeras, también iluminamos las zonas altas del rostro. Para ese tono bronceado precioso que era el conductor del maquillaje, usamos Laguna en crema. Para el Blush, usamos Brazen de Afterglow Liquid Blush y en la zona alta del pómulo.”






“El pelo lo quería suelto. Al final llevé un semirrecogido que me hizo Carlos Cardoso de Hair Fusion con horquillas atrás para despejar la cara y lucir los pendientes. Llevé cuatro horquillas de Fiorire Jewellery, transformadas a partir de unos antiguos pendientes de esta joyería histórica de Lisboa”

“La ropa que llevaba mientras me preparaba era de Daily Sleeper y los dos vestidos fueron diseñados por Isabel Núñez, a la que admiraba desde hace tiempo y con quien siempre soñé colaborar. Tenía claro que quería algo poco convencional: nada romántico o tradicional. Además, quería que se vieran bien los zapatos. Partimos de algunas ideas que tenía en mente (transparencias, volumen, texturas) y fuimos dando forma al diseño. El primer vestido se construyó a partir de una base de tul, sobre la que aplicamos, a mano, tiras de distintos tamaños y formas, creando texturas desde cero. No lleva una sola “tela” como tal: está hecho solo con tiras, pieza por pieza, formando una auténtica obra de arte.”


“Para el segundo look quería algo más de fiesta: escote, espalda semiabierta, y también textura. Me obsesionaba una falda con tiras diagonales a distintas alturas, y quise combinarla con un toque más brillante, estilo Rabanne. Añadimos una red de cristales plateados bajo la falda para darle movimiento, botones bordados y más cristales como detalle final.”



“Para el primer look llevé unos pendientes de perlas de Tahití y diamantes en oro blanco de Mumit x Isabel Núñez. Más tarde, los cambié por unos de plata de ley de Delcerro 1915, hechos por encargo para combinar con el segundo vestido.”


“Tenía claro que no quería tacones altos y buscaba algo entre slingbacks y mary janes. Para el primer look, elegí unos Vivier bicolor en blanco y negro, con diseño a cuadros: retro, icónicos y comodísimos. Para el segundo, unos mary janes plateados con brillo de Carel Paris, que combinaban a la perfección con los cristales y la textura del vestido.”

“El ramo lo creó Diogo Maia Caeiro, un florista portugués que descubrí antes de planear la boda. Queríamos algo muy diferente, con un aire escultórico y nada típico. Apostamos por lirios blancos, amaranthus y musgo español en forma de guirnalda con caída lateral.”



“Como queríamos una boda informal y campestre, pedimos a los hombres que no llevaran corbata. Afonso vistió un traje a medida de Alphaiate, en lino, seda y algodón de Loro Piana, en azul claro espinado. Llevaba un forro con estampado de cornucopias y la fecha bordada en el cuello. En lugar de cinturón, eligió tirantes burdeos con lunares y zapatos negros de doble hebilla de Citadin.”




“Aunque fue una ceremonia religiosa, no la celebramos en una iglesia, sino al aire libre, en el campo de la finca. Fue nuestro punto de equilibrio: Afonso es creyente y yo no. Usamos fardos de paja en lugar de bancos y un manto familiar bordado en el altar. Íntimo, sencillo y lleno de significado. Cuando visitamos Alàpega nos enamoramos al instante: la energía del lugar, el paisaje, el atardecer y la piscina redonda que parece una cala secreta. Al ser un hotel, pudimos pasar todo el fin de semana con familia y amigos. “








“Optamos por una boda sin niños, con dos excepciones muy especiales: nuestra sobrina Júlia y nuestro sobrino Salvador, quienes llevaron las alianzas en un momento precioso y emotivo. Los vestimos en blanco y beige, con lino, y ambos llevaban una cinta a juego para coordinar.”


“Para la entrada en la misa elegimos “Leave Your Love” de Parcels & Maro, interpretada en directo por mi amiga Maria Carvalho Silva y Michael Carmer a la guitarra. Tras las alianzas sonó “À Primeira Vista” de Chico César.



“Salimos de la ceremonia y entramos al cóctel con “You Got Me Feeling” de Parcels, seguido de una sesión disco, boogie y soul a cargo de nuestros amigos Miguel, Lourenço y André DJs.”


“Organizamos la cena al aire libre, alrededor de la piscina, con mesas redondas en dos niveles que creaban un efecto oruga, aprovechando al máximo el espacio. Entramos en la cena con “I Was Tired of Being Alone” de Patrice Rushen.”









“La decoración estuvo a cargo de la empresa portuguesa Tudo é Festa. Desde el principio, tenía claro que quería un contraste con el entorno rústico del campo: algo más clásico y llamativo. Para las mesas, buscaba colores potentes que contrastaran con el paisaje.”








“Tenía muy clara la paleta de rosa y rojo, que siempre me ha fascinado. Encontré los manteles rosa perfectos en Options Madrid, y los combinamos con la vajilla Peonías Rosa y cristalería en tonos rojo y rosa antiguo de Tudo é Festa. Las servilletas verde oscuro fueron bordadas especialmente por Torres Novas 1845, con motivos personalizados como setas —tema de los números de mesa— y langostas en tonos rosados, en armonía con el resto del montaje. Toda la papelería fue diseñada junto a Mireia Vilà Lana, con quien creamos un universo visual coherente: menús, seating plan, identificadores de mesa y nombres individuales.”



“Los buffets se vistieron con manteles de Lisa Corti, siguiendo la misma gama cromática, y el bar se cubrió con un lino a rayas blancas y rojas, para darle un toque más desenfadado. Las flores fueron obra de Diogo Maia Caeiro y su equipo. Acordamos una paleta de rojos intensos para contrastar con los manteles. Las composiciones florales eran geométricas y piramidales, con una base de hortensias, mezcladas con clematis, eryngium, orquídeas y otras flores con textura. Para la pista de baile, queríamos algo más informal y con aire festivalero. Instalamos una carpa beduina, decorada con flores inflables gigantes, setas iluminadas y flores repartidas por el campo.”




“El catering fue de Carlota CH, con una propuesta clásica, fresca y variada. Optamos por un buffet libre para fomentar el movimiento y la interacción entre los invitados. Hubo una estación de tierra con jamón, quesos y fingerfoods, y otra de crudos con salmón, atún, rosbif, mero y ensaladas. De postre, una gran mesa de dulces portugueses. Para la cena me solté el pelo y pasé a un look retro con horquillas al frente.”











“Para la fiesta, el DJ Bernardo Vaz pinchó una mezcla de soul, disco, R’n’B y hip-hop. Fue un auténtico fiestón.”






“Contamos con Plataforma, cuyo trabajo me encantaba desde hacía tiempo. Conecté enseguida con Pelayo, y tanto él como Ángela fueron increíbles desde el principio. Afonso, que al principio estaba algo incómodo con las fotos, terminó súper relajado gracias a ellos.”