La boda de Belén y Peter en Madrid

Belén y Peter se conocieron en una fiesta en Londres hace cinco años. “Mi abuelo solía decir que nada bueno pasa después de las dos de la mañana, pero en nuestro caso se equivocaba”, confiesa la novia. Desde entonces, han construido su vida juntos en la capital británica, pero eligieron España para celebrar su boda, rodeados de familia, amigos y muchísima emoción.

La historia del vestido empezó, literalmente, abriendo una caja. En casa de su madre, apareció un mantel antiguo que había formado parte del ajuar de su abuela: comprado en Portugal, de hilo italiano y bordado en plata. “Me pareció perfecto para hacer algo especial”, cuenta.

Su madre sólo puso una condición: confiar el diseño a alguien con buena mano. La elección fue clara, su amigo Iñigo de Garaizabal, con quien estudió Moda. Aunque trabajar con un mantel se salía de su línea habitual, Iñigo aceptó este reto con entusiasmo.


Llevó su anillo de compromiso —diseñado por Peter con un joyero en Londres— y unos pendientes heredados de su bisabuela, que le regaló su abuela paterna. Sus hermanas le regalaron unas sandalias plateadas de Aquazzura que había encontrado durante un viaje de trabajo.
El maquillaje y peinado se lo hizo María Nebrera, a su madre, sus hermanas y a ella. “Lo vivimos como un oasis antes del torbellino de día” me cuenta Belén.

“La ceremonia tuvo lugar en la iglesia de Santa Bárbara. Fue una celebración íntima, preparada con mucho cariño.”







La finca La Granjilla fue el escenario de la celebración. “El catering era nuestra prioridad, así que no dudamos en elegir a Lhardy”, cuenta la novia.

“Delegamos toda la decoración floral a Aquilea que prepararon todo con muchísimo gusto en un estilo campestre con mucho verde y puntos de luz con rosas de jardín, ranúnculos, dahlias y escabiosas oscuras también reflejadas en mi ramo.”


“Durante el cóctel sonó música cubana en directo con el grupo Alborada.”

“Mi amiga Amalia Aranguren de Antennae es una artista, nos diseñó la web, invitaciones y meseros con muchísimo gusto en un estilo sencillo. Los misales y las minutas las hizo mi hermana Lucía haciendo referencia a un bodegón de Zurbarán que se encuentra en la National Gallery de Londres, un guiño a España-UK.”

Entre los invitados estaba Sol Matossian, una de las novias que publicamos el año pasado

“Siempre me imaginé bailando con mi padre el baile de Mia Wallace y Vincent Vega de Pulp Fiction, fue super especial prepararlo juntos y perfecto para que la gente rompiera a bailar.”


“Las fotos son de Andrea y Claudio, de Dosmasenlamesa, que supieron capturar la la belleza de cada momento con muchísima discreción y cariño.”
La organización la firmó María, de Tutto Eventos, a quien la novia describe como “profesional, proactiva, rápida y con muchísimo gusto”. Junto a Garaizabal, fueron los grandes aliados de los novios durante toda la preparación. “Hasta los invitados lo comentaron: todo salió perfecto”.