Casilda se casa

La boda de Inés y Juan en La Cerdaña

Se conocieron justo antes del COVID, en la despedida de unos amigos. Durante la pandemia siguieron en contacto y con el tiempo, empezaron a salir. Poco después, Juan se mudó a Dublín por trabajo y ella a Madrid, por lo que han mantenido una relación a distancia desde el inicio.

“Me maquilló y peinó Elena Salomón, tuvimos conexión desde el primer día”, recuerda la novia. La descubrió a través de Casilda se casa y no duda en recomendarla.

La preparación del vestido fue una de las partes más especiales. “Quería un vestido que tuviera un significado especial, así que decidí reutilizar una colcha antigua preciosa que había pertenecido a mi tía abuela”, cuenta. Cuando conocí a Mónica de MOC por primera vez, se le ocurrió al instante la idea de usar la colcha como falda, aprovechando sus volantes”.

“Llevé el anillo que me regaló Juan cuando me pidió matrimonio, otro que me regaló su familia el día de la pedida y unos pendientes que me prestó mi abuela. También me puse unos broches en forma de hojitas de oro que me regaló mi tía”.

Los zapatos eran de Rejina Pyo, los compré online y a todas nos fliparon con el vestido”.

El velo también tuvo su propia historia: aunque había comprado uno, en el último momento decidió cambiarlo. “Monica me prestó el suyo de boda, y fue mi ‘algo prestado”.

“En Cataluña hay una tradición que me encanta: el padrino del novio (en mi caso, mi cuñado) viene a casa de la novia antes de la ceremonia para entregarle el ramo y leerle un poema que ha escrito. Fue un momento super emotivo y especial. El ramo lo eligió él mismo, con ayuda de mi suegra, junto a las chicas de El Jardinet de Sarrià“.

“Juan se hizo el chaqué en Tom Black en Madrid y los zapatos eran de Lotusse“.

“Nos casamos en nuestro lugar favorito del mundo: la Ermita de Sant Grau del Puig, en Urús. Lo teníamos clarísimo desde que nos prometimos. Está en plena montaña, con unas vistas espectaculares”.

“Tuvimos muchísima ayuda del pueblo: el ayuntamiento, el sacerdote, vecinos que allanaron el terreno para aparcar… Todos se volcaron y eso hizo la ceremonia aún más especial. Salió un sol radiante, y justo al llegar al aperitivo empezó la tormenta. ¡No pudo ser más perfecto!”

“En la ceremonia Bea Mestre una íntima amiga de toda la vida cantó (lo hizo increíble, suele cantar en bodas y su voz es mágica). Nos emocionó enormemente contar con una voz tan familiar para nosotros en un momento tan especial.

De las flores se encargó mi suegra que tiene un gusto increíble con la ayuda de las chicas del Jardinet de Sarrià, que es su floristería de confianza en Barcelona.

“La ceremonia fue en la Torre del Remei, en Bolvir, en plena Cerdaña. Es un Relais Châteaux con unos jardines espectaculares. Aunque llovió, disfrutamos como locos de todo. Por suerte, teníamos carpas para el banquete y la fiesta fue en un invernadero cubierto.”

“Mi hermana Clara, que es arquitecta, diseñó toda la papelería: invitaciones, menús y un seating plan muy especial, donde cada mesa representaba el año de boda de alguien importante para nosotros. Incluimos fotos reales en cada mesa, y fue una forma preciosa de compartir nuestro día con todos”.

“El catering fue de Sibaris. Nos permitió personalizar todo e incluir buffets de la zona como trinxat y quesos de La Cerdanya”.

“Nuestra amiga María de @mariluzlamps hizo servilleteros de cerámica personalizados como marcasitios, para que se sintiera como una comida en casa. Y a los que se casan este año les regalamos un libro de decoración pensado para su nuevo hogar.

Después de la celebración el grupo Molina Band tocaron clásicos de rock que animaron a los invitados de todas las edades”.

“El Dj fue ReMax, la mejor decisión del mundo, es un chico de Barcelona con un gusto musical increíble y que conocimos por amigos en común. Vivió la boda como si fuese suya”.

“De la iluminación y el sonido se encargaron Dream Sound, somos amigos de Joaquín (uno de los fundadores) desde que somos pequeños y me hacía especial ilusión que se encargaran ellos de una parte tan importante. Se aseguraron de que todo estuviera perfecto, moviendo el escenario en último momento por la lluvia.”

Plataforma fue de las pocas cosas que tuvimos claras desde el principio. Fue el primer proveedor que cerramos porque me encanta su estilo de fotos. Para el video contamos con Eba Guerrero y Amalia Casamitjana, dos chicas estudiantes de la ESCAC. Estamos muy felices con el resultado”.