La boda de Rocío (Romel) y Paco
Rocío y Paco se conocieron porque compartían el mismo grupo de amigos. «Somos los primeros en casarnos y eso ha hecho que estos meses desde que nos comprometimos hayan sido todavía más especiales. Vivirlo con todos ellos ha sido único» nos cuenta Rocío.
«Antes de ser novios fuimos amigos y eso es algo que me encanta de nuestra relación. Llevamos casi siete años, hemos compartido muchos momentos importantes pero sobre todo hemos crecido y madurado juntos. Es mi mayor apoyo y el máximo fan de mi trabajo y eso es algo que le voy a agradecer toda la vida. Desde hace ya tres años somos tres, Benito nuestro perro salchicha nos acompaña en este camino que a partir de septiembre, será en Chicago» nos explica la novia.
Para el maquillaje contó con José Belmonte de NARS. «En el día a día trabajo en mi estudio y no me maquillo así que era necesario sentirme yo misma. He tenido conexión total con él desde la primera prueba y consiguió que estuviera super tranquila». Podéis ver la prueba de maquillaje en Casilda se casa.
José Belmonte nos explica. «Trabajar para Rocío ha sido increíble. Hicimos un maquillaje basado en una piel perfecta con el nuevo fondo de maquillaje Soft Matte Foundation y los imprescindibles polvos bronceadores Laguna. Para conseguir un toque jugoso y rosado, utilicé la barra Multiple Orgasm. Quería una mirada natural por lo que usé la paleta de sombras Orgasm Rising. En los labios intensificamos su color de labio natural, con Velvet Matte Lip Pencil Dolce Vita. El look que hicimos, unido a su sonrisa, fue una versión de ella misma con una luz increíble».
«No soy de las que tenía un diseñador de novias cristalino. Sin embargo, tengo muy claro lo que me gusta. No lo dude a la hora de elegirlas a ellas para que me hicieran el vestido: Ynés Suelves y María, su madre, me lo pusieron todo fácil desde el minuto uno».
«Adoro el trabajo de Ynés, tanto con su marca de moda Ynés Suelves como con Coyn, sus joyas. Por eso decidimos hacer un híbrido y construir un vestido joya. Tenía claro que quería tul de seda y eso dio como resultado la falda del vestido, ¡es un sueño!».
«El escote del vestido termina en un collar de plata que simula una enredadera alrededor de mi cuello, más que una joya es una escultura y como escultora, no me podía hacer más ilusión llevar algo así. Un día llegué a la prueba de vestido y el maniquí tenía hiedras entrelazadas, creía que sería imposible pero Ynés todo lo consigue. El vestido ha sido una de las cosas que más he disfrutado sin ningún tipo de dudas».
«Para la capa, tenía claro que quería que otra artista la interviniera y María era la indicada. ¡Son el tandém perfecto!».
Se casaron en la iglesia de Santiago Apóstol de Villa del Prado «La boda era en el campo y por eso nos apetecía celebrarlo en la iglesia del pueblo. Una iglesia de piedra, del siglo XV. Tiene un aire especial, vimos el torreón desde el campo mientras dábamos un paseo, cogimos el coche y fuimos a verla. Ese mismo día reservamos la hora y el día».
La música de la iglesia fue del coro, Walter Music.
«Me encantan las flores, es un punto fuerte de la boda. Aquilea me entendió desde el minuto uno. Para el ramo, tenía claro que quería ranúnculos en tonos naranjas. Me gustan los ramos con mucha flor y poco verde, además, flor de un único tipo. Así que así fue».
Para el traje de los niños eligieron a Labubé, «tienen unas telas ideales».
«A Paco y a mi nos encanta pasar tiempo en el campo, es por eso que nos decantamos por la finca de su familia para la boda. Elegimos los alrededores de una charca que es el sitio que más nos gusta. Orca hizo el resto».
El cóctel lo amenizaron con un piano de cola, música clásica y bandas sonoras.
En el cóctel quisieron sorprender a los invitados «Una de las cosas que más nos gusta a Paco y a mi es la gastronomía, somos de esos que van por el mundo probando restaurantes. Por ello, la comida tenía que ser el punto clave de nuestra boda. Decidimos hacer un cóctel muy especial. Como nos casamos en Madrid, cogimos a los chefs madrileños que más nos gustan, nos plantamos en sus restaurantes y les pedimos que vinieran a dar el cóctel de nuestra boda. ¿Nuestra sorpresa? ¡Todos dijeron que sí! Además del Mentidero contamos para el cóctel con cuatro show cookings, Mario Payán de Kappo, Hugo Muñoz de Ugo Chan, Juanjo de La Tasquita de Enfrente, Iván Saez de Desencaja y Alex Cordobés para el postre».
Para el catering escogieron al Mentidero de la Villa. «Lara y Borja son amigos, nos han consentido y conseguido todo lo que hemos pedido. Están en todo, son de las personas más profesionales que conozco. ¡Les elegiría una y mil veces más!».
«La papelería ha sido mi reto personal. Como artista, quería que todo fuera perfecto, a la vez que único y original. Junto a Ana Pire, diseñadora gráfica y Orca coordinando todo, he diseñado toda la papelería de la boda al detalle. Desde las invitaciones de boda que ya desarrollamos en el video de NARS hasta los meseros».
Para las flores contaron con Aquilea. «Marta y María comprendieron lo que quería a la perfección y no era fácil. Les pedí que me hicieran una instalación floral que colgara del techo del granero, reto que aceptaron y desarrollaron todavía mejor que lo que imaginaba. También añadimos bodegones de cerámica de mi amiga Lucía Aguirre de Luciceramica, ideales».
«Contamos con un grupo de música en directo para el momento de los ramos y de nuestro baile».
«No hay nada que más me guste que una fiesta de pueblo, como una verbena, con feria, puestos y cacharritos. Por eso organizamos una sorpresa especial para todos nuestros invitados. A partir de las dos de la mañana se convirtió en una feria de pueblo. Con toro mecánico, tómbola, distintos juegos como dardos, escopetillas dentro de un puesto lleno de peluches que fueron los premios… En definitiva, una feria para disfrutar como niños».
«La feria tenía incluida la recena, algodón de azúcar, churros, bocatas, chuches y un puesto muy especial, nos encantan las smash burgers, las hemos probado casi todas en madrid y tenemos clara ganadora. Las de Pink´s son nuestras favoritas, con patatas cajún por su puesto. Nunca las habíamos visto en una boda pero como no podía ser de otra manera, contactamos con el dueño y le pedimos que las pusiera en nuestra recena. Otra vez más nos salimos con la nuestra y aceptó, imposible tomarse solo una».
Como detalle final para que los invitaros se llevaran de recuerdo contaron con La Pajarita junto a un pack de resaca. Entregaron a los invitados una caja de la mítica tienda madrileña de dulces personalizada con sus nombres con los caramelos auténticos, las Violetas. No hay mejor recovery.
Para la fotografía escogieron a Plata.forma. «Yo también hago fotos y valoro al máximo la sensibilidad que tienen a la hora de hacer las fotos de boda. No me gustan nada las fotos de evento habituales y ellos son los mejores planteando todo con un enfoque de fotografía artística. Queríamos una combinación de analógicas y digitales así que les pedí que hicieran ambas».
Contaron con Ocho Veinticuatro para el vídeo. «Hacen muy pocas bodas al año en este formato, unas seis, Benji se involucra al máximo, le da un enfoque cinematográfico y nos dió mucha confianza».