La boda de Teresa y Nicolás en el Palacio de Mirabel
Me encontré la foto que abre este artículo en el perfil de Instagram de la wedding planner Itziar Ortuondo. Ella me ayudó a convencer a Teresa y Nicolás para que me dejaran publicar las fotos de su boda aquí.
Ella es de Madrid y él de París, pero se conocieron en Nueva York cuando ambos estudiaban en Columbia, «fue amor a primera vista», me cuenta Teresa. Se casaron en junio del año pasado en Guadalupe (Cáceres), aunque su fecha inicial era en mayo de 2020 y les pareció divertido mantenerlo en las alianzas de Suárez que les regalaron sus mejores amigos, Juan y Belén.
El día de la boda, Teresa contó con Inés Castaños para que se encargara del peinado y maquillaje. «Muy sencilla porque yo no me suelo maquillar mucho». El peinado era un recogido con una diadema de perlas y esmaltado azul que era de la familia de su abuela paterna.
El vestido de novia fue un diseño de Fernando Claro. «Soy un poco desastre y, cuando nos íbamos a casar en mayo de 2020, en marzo aún no tenía vestido». Hasta que su hermana Luisa le dijo que tenía que ver a su amiga Bea Claro.
Aunque al final tuvieron más de un año para preparar el vestido de novia de Teresa, «el proceso fue más difícil de lo que esperaba, ¡me encantó el resultado y me sentí muy cómoda!», asegura.
Como joyas, Teresa llevaba unos pendientes y una pulsera de brillantes y el anillo de compromiso.
Nicolás, el novio, llevaba un chaqué hecho a medida en la sastrería de Scalpers; unos gemelos que le regaló la madre de Teresa y el reloj que fue del abuelo paterno de la novia.
La ceremonia religiosa fue en el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe (Cáceres). «Yo me llamo Teresa Guadalupe y siempre he tenido mucho cariño y devoción por la Virgen de Guadalupe».
El ramo de flores de la novia y la decoración de la iglesia fue obra de Aquilea.
Los novios prepararon con mucho cariño la ceremonia que fue bilingüe (en francés y español). «Yo di el consentimiento en francés y Nicolás en español y elegimos las lecturas y el evangelio que hablan del amor entre distintas culturas, religiones, etc. Lo más increíble fue el coro de los niños del León de Oro«, que vinieron desde Asturias e hicieron un concierto a capela a la salida.
La celebración posterior fue en el Palacio de Mirabel. El equipo de Aquilea también se encargó de la decoración, «no hacía falta mucho porque el sitio es mágico».
En el aperitivo contaron con Ramón Márquez, cortador de jamón y lomo, y un grupo de flamenco en directo para animar a los invitados que venían de diferentes partes del mundo (San Diego, San Francisco, NY, Nashville, el Cairo, Abu Dabhi, Francia, Londres, etc.).
La papelería estaba diseñada por Arte Papel y el catering lo sirvió Ciboulette. De primero, salmorejo; de segundo, un plato de caza; y tarta árabe de postre.
Teresa y Nicolás entraron a la cena con la canción New York, New York de Sinatra y, durante la cena, el grupo Swingtronics tocó en directo.
Para la fiesta contaron con Drums on Live.
Las fotos son de Couche Studio y el vídeo de 2brothers «que son los mejores».