Casilda se casa

La boda de Teresa y Fernando en Madrid

Resulta que Teresa y Fernando coincidían estudiando en la biblioteca durante la carrera. «Nos vimos un par de veces más, pero no nos hicimos ni caso, hasta que coincidimos en el cumple de una amiga en común hace poco», recuerda la novia. «Me quedé unos cascos suyos por error, me invitó a comer para devolvérselos y, ¡hasta hoy!». Se casaron hace unas semanas en Madrid, en una boda pequeña y llena de detalles.

El vestido de Teresa lo diseñó Lorenzo Caprile y su equipo, «son unos genios y es muy divertido estar con ellos», asegura la novia que «no tenía ni idea de cómo quería que fuera, pero Lorenzo lo vio claro desde el primer día». El resultado fue un diseño sencillo al que añadieron una capa como capucha a modo de velo. Como joyas, Teresa llevó unos pendientes y un broche que eran de su abuela (que además era su madrina), «me hizo mucha ilusión llevar algo suyo el día de mi boda».

El ramo de mimosas lo hicieron en Casa Florida. «Consiguieron algo distinto, muy sencillo y monocolor que me apetecía mucho, ¡tienen un gusto fuera de lo corriente!», asegura Teresa.

Los zapatos eran una botas de media caña de MaxMara.

«Me maquilló Raquel Serrano, ¡es increíble!». Y del peinado se encargó Sandra del Salón de Sandra (Don Ramon de la Cruz, 14).

La ceremonia fue en San Fermín de los Navarros, donde han celebrado muchos de los eventos de la familia de Teresa. Estaba decorada por Botánica 24. Contaron con Alborada que interpretó una selección elegida por el padre de la novia que incluía Ave María de C. Gonoud, Over the Rainbow durante la entrega de arras y anillos y la Salve Rociera.

Fernando, el novio, llevó un chaqué de Lander Urquijo.

Después, organizaron una pequeña celebración en El Chaparral, decorado por Aquilea Flores y el catering lo sirvió Ciboulette. «Todos nos dieron todo tipo de facilidades, incluso enviamos el menú a una persona muy importante para mí que no pudo venir a la boda», recuerda Teresa. Después de comer, contaron un grupo flamenco.

Todas las fotos son de Bibiana Fierro, «la conozco desde pequeña y ¡fue una gozada que pudiese hacernos las fotos ella!». El vídeo es de El Camarógrafo, «fue suya la idea de ir andando a la iglesia».