La boda de Alejandra y David en Ibiza
David vivía entre Ibiza y Madrid porque allí tiene una empresa de barcos, Barracuda Ibiza Charter, y otra de organización de eventos, Ibiza Lux Services. Es amigo de un primo de Alejandra que les presentó en una fiesta en la isla. «Congeniamos tan bien que los siguientes días estuvimos recorriendo la isla juntos. Siempre llamamos a esos días El Secuestro«, me cuenta Alejandra.
Desde hace dos años, ambos viven en Ibiza donde Alejandra cuenta con una pequeña agencia de marketing, Media & Friends; además de tener una firma de joyas artesanales, El Paso del Sol. Se casaron en la isla el pasado mes de octubre en «una boda muy divertida, íntima, emotiva y con una energía muy especial». Invitaron a 100 amigos y familiares y, el día anterior, organizaron una preboda en Formentera que fue un planazo.
Llevaron a los invitados en nueve lanchas a pasar el día fondeados haciendo una parada en Espalmador donde pusieron una barra de cócteles.
Los novios se vistieron en Ses Palmeres, una casa payesa del pueblo de Santa Gertrudis. Aquí también fue la ceremonia y la fiesta. «Es lo único que reservamos con antelación. Maravilla pura».
El ramo de Alejandra lo compuso su madre la mañana de la boda con brezo y romero «por el olor y la simbología ya que se considera una planta de buen agüero, sinceridad, fidelidad y felicidad», cuenta la novia.
Moi Freire, amigo de la novia, se encargó de peinar y maquillar a Alejandra. «Me dejó guapísima y me puso cinta de doble cara que yo no tenía en el escote de la blusa. Me salvó la vida totalmente».
A Alejandra se le complicó un poco elegir vestido. Así que finalmente decidió diseñarlo ella misma, junto con una modista de Ibiza que lo cosió, con «una tela espectacular de estrellas, de algodón estampada a mano en la India».
«Buscaba un look no muy de novia y decidí las dos piezas». Una falda tipo pareo y una blusa a la que incluyó unos botones de nácar que le dio su suegra, «eran una antigüedad de la abuela de David».
Los vestidos de las niñas también los diseñó la novia con unos tejidos brocados artesanales de la India. Las alpargatas eran de Calzados Lobo y unas bolsitas de esparto hechas a mano del mercado de Sant Joan de Ibiza.
Como zapatos, llevó unos tacones de Zara. Y las joyas eran el anillo de pedida de Nicols; un anillo estilo vintage dorado con una piedra azul de Natura; y unos aros dorados de Aristocrazy. Además, «las pulseras tobilleras que no me quito nunca aunque mi madre estaba empeñada».
Alejandra llegó al altar con su hermano Fer.
Durante la ceremonia, habló un familiar y un amigo de cada uno de los novios. Y, de forma espontánea, dos amigas de Alejandra. Terminaron hablando los novios. «Fue súper bonita y emotiva, todo el mundo llorando y riendo», recuerda la novia.
David, el novio, llevó una camisa y pantalón de una tienda de prendas clásicas de lino en San Carlos en Ibiza. Y los mocasines artesanales eran de un taller de la isla.
La madre de Alejandra iba con una look verde que hizo ella misma y la de David llevó una chillaba moruna auténtica en azul marino.
Contaron con cuatro tipos de música diferentes, «elemento mega importante para nosotros», cuenta la novia. Para la ceremonia contrataron a Saigo, un músico mítico de Ibiza (se le puede ver los domingos en el mercado de Sant Joan) que toca el sitar. Compuso tres temas de inspiración india para los novios.
El grupo cubano, Kandela Mi Son tocó en directo durante el aperitivo y la primera parte de la fiesta.
La casa no necesitaba mucha decoración, pero Alejandra añadió algunas cosas con la ayuda de Ibiza Lux Services, la empresa de organización de eventos de David.
Para la comida, contaron con Food It que sirvió un arroz y tiramisú de postre después del aperitivo. «Salvatore se encargó de todo y fue un servicio de diez».
Antes de la comida, con la canción de Burning, Que hace una chica como tu en un sitio como este, Alejandra dividió en cuatro parte el ramo y se lo dio a su sobrina Ali; a sus mejores amigas Adri e Irene; y a su amigo Leyún (“Oso”). «Fue muy gracioso porque nadie se esperaba que un chico recibiera el ramo».
Aunque los dos novios son de Madrid, fue una boda muy internacional «con gente de todo tipo. David tiene amigos de muchas partes del mundo porque en Ibiza hay mucha mezcla. ¡Había una energía espectacular!», recuerda Alejandra.
En la fiesta en el jardín contaron con Dani, un dj de la isla. Y terminaron en la zona interior de la casa con Hinnise SanRa, amigo de los novios. «Es buenísimo, muy la onda de Ibiza de ahora».
Todas las fotos son de Pelillos de Ratón que «hizo un super trabajo. Fui muy pesada con que no queríamos “perder” tiempo con las fotos y que pillara lo que pudiera. Por eso no tengo fotos posando con casi nadie, queríamos dedicar todo el tiempo a estar con la gente y fue genial así».