Consejos de matrimonios que llevan de 1 a 30 años casados (Parte I)
Decía el periodista Manuel Jabois que, con tanta red social, tenemos tantas oportunidades de encontrar a la persona perfecta que ya nadie lo es. Por eso admiro a todas esos matrimonios que a mi alrededor han apostado por una persona y han elegido ser feliz a su lado. Inspirada en este artículo de Man Repeller me he animado a preguntarle a estas ocho parejas que han encontrado el amor verdadero sobre los consejos y la experiencia personal de su matrimonio.
Cristina Rhodes, periodista, y Fernando de Gracia: 2 años casados
«Mi consejo es súper simple y a la vez dificilísimo: ‘elige bien’. Tienes una pistola de una sola bala, así que apunta con ojo. Elige a quien no permita que os vayáis a dormir enfadados. Admírale hasta el infinito. Elige a quien sea mejor que tú en muchísimas cosas, pero no en todas. Elige -siempre- hacer equipo, aún perdiendo mil partidos se puede ganar la liga. Que tenga personalidad, por favor, y carácter, que no diga ‘amén’ a todo. Que le encante quedar con sus amigos. Que sea tu mejor amigo. Que de vez en cuando te la líe un poco. Que diez años después siga invitándote a conciertos. Elige a alguien que cuando nazca vuestra primera hija descubra que ‘está vendido’ para siempre. Que la mire y se deshaga, y te suelte de repente: ‘esto es lo más importante, lo más brutal que nos ha pasado, pero el punto de partida somos tú y yo, y no pienso nunca jamás olvidarme de nosotros.» – Cristina.
Carmen García, diseñadora de Verbena, y Pedro: 3 años casados
«Una de las cosas que más valoramos y nos emociona del matrimonio es poder planear juntos a largo plazo e ir avanzando profesional y personalmente. Siempre teniendo en cuenta las metas propias y como equipo. Un secreto: solemos fantasear con ser unos abuelos detectives que resuelven crímenes, ¿quién sospecharía de una adorable pareja de ancianos? Nuestro plan para cuidarnos –después de tres años, lanzar dos empresas, un perro y un bebé– es reservar tiempo para la pareja. Pedro y yo tenemos una cita todos los jueves, lo llamamos Parent’s Night Out.» – Carmen.
Beatriz Aiguabella y Paul Anton, artistas: 4 años casados
«Be still, Nobody knows what lies ahead, esta frase de Los Killers representa de algún modo lo que he experimentado en estos cuatro años (cinco en abril) de casados. De pronto, estás en un barquito en Ibiza bebiendo margaritas en un atardecer soltando frases encendidas y románticas. Y, haciendo un fast forward, te encuentras agotado en tu casa minúscula cambiando el quinto pañal del día y, con el último esfuerzo que te queda, liberas una sonrisa que solo ella sabe lo que vale. Yo creo que nadie me dijo de que iba esto o, más bien, nadie lo sabe hasta que lo vive. Pero, ¿sabes qué? A mí me llena más esa sonrisa arrancada llena de significado que los sueños y los planes de antaño. Eduardo Chillida decía: ‘planificadores, cegadores del porvenir’. Nosotros nos dejamos llevar dándolo todo sabiendo que lo único que permanece siempre es nuestro amor incondicional. Con esa paz recorremos nuestro camino, juntos, siempre.» –Paul.
Ana Más, psiquiatra, y Diego Aguirre: 5 años casados
«Creo que estos últimos años hemos experimentado más cambios que a lo largo de toda nuestra vida. Hemos asumido responsabilidades muy heavies en distintos aspectos y esto da mucho vértigo. Por suerte, somos los dos muy jóvenes de espíritu –y así será cuando cumplamos 70– y cuidamos MUCHO de nuestros ratos de ocio juntos.
Lo que más me gustaba cuando éramos novios era la complicidad que teníamos y lo bien que nos lo pasábamos. No nos hacía falta nadie más para ir de fiesta y, de hecho, solíamos salir mano a mano con frecuencia. Me siento orgullosa de pensar que esto a día de hoy permanece igual. Con los niños y los trabajos, las facturas y el estrés puedes llegar a sentirte muy presionado; incluso llegar a pensar que salir a tomarte alguna copa, bailar o hacer el tonto en un karaoke no es apropiado para un par de adultos, padres de dos hijos, una médico y un consultor…
Aunque parezca una tontería, para mí, es especialmente importante cuidar ese aspecto más estimulante de la relación de pareja: la complicidad, el juego, la diversión… Hoy en día, compartimos con nuestra pareja lo difícil y, sin embargo, el ocio lo tenemos cada vez más reservado a nuestros amigos, ¡no me sorprende que con este planteamiento la gente termine cogiéndose manía! Creo que es importante no olvidar que el amor comienza siendo un juego y que este juego hay que mantenerlo. Si reducimos nuestras conversaciones a los pagos y nuestro planazo de la semana es ir a hacer la compra, ¡hasta luego!» –Ana.
Lucía, creadora de LucíaBe, y Miki Naranja: 10 años casados
«31 de octubre de 2010, éramos unos ilusos. ‘¡La que os espera!’, me dan ganas de gritar a los novios cada vez que voy a una boda. Vamos a hacer diez años desde que nos casamos y vaya viaje. El trabajo, los hijos, las mudanzas… ¿Dónde quedamos tú y yo? Creo que lo más importante es salvaguardar eso. Y no tiene más ciencia: quedar a solas, cada semana. Ir de cañas, al cine, parque de atracciones, a darlo todo una noche como entonces… Lo que sea. ¿Tenéis hijos? Pues la suegra. ¿No hay suegra? Canguro.
Es importante hablar, Pero hablar de verdad. Sé valiente para decir lo que quieres, lo que pasa por tu cabeza, lo que te gusta, cómo eres… Tenemos muchas expectativas en la cabeza, pero si no las pones en marcha, ahí se quedan. En tu cabeza. Haciendo run run… Y luego, ese consejito de todo el mundo: «no te vayas a la cama enfadado»; pues mira, no. Hay veces que se necesita tiempo, reposar las cosas, coger perspectiva… y NO PASA NADA. Los cabreos y razones se ven de otra manera cuando duermes y desayunas y lees… Hay curvas y ganas de tirarlo todo por la borda, pero vale mucho la pena.» –Lucía.
Ana Carrasco, fundadora y Directora Creativa de Malababa, y Jaime Lara: 16 años casados
«Llevamos casi diecisiete años casados (en abril). Aún así consideramos nuestro aniversario de novios el de verdad, creo que desde el principio tuvimos claro que éramos los definitivos (llevamos juntos veintisiete años). El mejor consejo que puedo dar es: NUNCA DEJAR DE SER NOVIOS. Es la pelea personal de Jaime, me lo dice, sobre todo, desde que fuimos padres. La realidad es que ya no vuelves a tener tiempo para ti ni para nadie. Me parece taaaaaaaan acertada la frase, más que una idea es tener esa mentalidad.
Hay que hacer planes solos de los que te gustaban y que no sea por obligación. A nosotros nos gusta ir a ver exposiciones juntos y navegar. Nunca vamos a cenar por estar solos salvo que sea un sitio que nos flipe a los dos y que nos encontremos muy a gusto. No nos hacemos regalos en las fechas “que deben ser”, tiene que ser algo que disfrutemos los dos por igual. A pesar de trabajar juntos, hemos evolucionado de maneras muy diferentes y yo siempre me pregunto qué pasaría si nos conociéramos ahora. ¿Nos ignoraríamos?¿Nos caeríamos mal? O ¿tendríamos química total y habría fuego? Creo que sería esta última porque, tras tantos años, la química no la hemos perdido.» –Ana.
Paola Herrera, socia fundadora de Atípica y Pipo: 17 años años casados
«Hay mil cosas que son necesarias para el éxito de un matrimonio: respeto, paciencia, admiración y, por supuesto, amor… Pero, en nuestro caso, una independencia equilibrada, creo que ese es uno de los secretos de nuestro éxito. Siempre hemos sido muy independientes, amigos de nuestros amigos, yo viajo mucho por trabajo y él por sus hobbies. Tener nuestro espacio es muy importante, pero lo es más aún encontrar puntos de unión. Por ejemplo, a lo largo de estos años, yo me he aficionado al golf que a él le encanta. La realidad es que casi no jugamos juntos, aunque le gusta de vez en cuando jugar conmigo, necesita ejercitar la paciencia de manera sobrehumana y ¡¡tampoco es eso!! También hemos descubierto nuevas aficiones juntos, siempre nos ha gustado viajar y salir a comer; ahora, estamos haciendo el Camino de Santiago y hemos descubierto que nos encanta andar. Son pequeñas escapadas que hacemos que nos sacan de la rutina. Hay que buscar esos “momentos” todo el rato para seguir teniendo pequeñas ilusiones juntos.» –Paola.
Leticia Salinero y Javier Rovira, directores de Click10: 24 años casados
«Javier y yo llevamos casados veinticuatro años. No puedo nada más que dar gracias a Dios porque él es un hombre bueno. Cuando somos jóvenes nos fijamos mucho en el éxito profesional, la belleza… cosas que son pasajeras. Sin embargo, tener un hombre bueno como compañero de vida no tiene precio. Siempre se dan por supuestas, pero estas tres cosas son fundamentales:
– La comunicación: decir en cada momento lo que te gusta, cómo te sientes y, sobre todo, no caer en ceder siempre porque a la larga puede llegar a cansarte.
– El respeto: no hacer al otro lo que no te gustaría que te hiciese.
– El compromiso: cuando crees de corazón que has dado un SÍ para toda la vida creo que se lucha más y te las ingenias de mil maneras para que funcione.
Para mí, otra de las claves es que te haga reír y pasárselo bien. Yo estoy viviendo un momento maravilloso y eso que nos pasamos el día juntos (salvo cuando se marcha a jugar al golf que respetar las pasiones es vital). Trabajamos en el mismo sitio, pero cada vez que me mira, me habla… se me ponen los pelos de punta (literal). ¡Soy una suertuda!
No quiero que penséis que nuestro matrimonio ha sido un cuento de hadas, hemos tenido nuestros altibajos. Unas veces parece que estás arriba y, de repente, te das un golpe que casi te mata, pero siempre hay que levantarse y seguir adelante con ilusión. En nuestro caso, la fe ha sido un pilar fundamental. Saber que Dios no nos deja de su mano es una tranquilidad muy grande y aquí nos encontramos a punto cumplir 30 años juntos luchando por un objetivo común: sacar a nuestros cuatro hijos adelante y a nuestra empresa. Los días agotadores que me parece que no puedo con la vida, miro a mi alrededor y no puedo sentir nada más que orgullo.» –Leticia.
Sole Alonso, diseñadora de vestidos de novias, y Javier: 29 años casados
«Yo siempre pensaba que el amor duraría toda la vida, pero he aprendido que el amor, como las personas, cambia con el tiempo. Con el roce puede arañarse o brillar. Me casé con 27 años y tengo 56… yo he cambiado mucho desde entonces y Javier también. En este tiempo nos han pasado mil cosas porque la vida no es fácil y muchas veces ese que creías perfecto para ti, ‘el amor de tu vida’, se puede convertir en un plasta que no hay por donde cogerlo. Y el amor se ralla, se araña, ya no es tan bonito. En este punto tienes dos caminos: tirarlo y buscarte uno nuevo o seguir frotando y sacarle un nuevo brillo.
Yo, en el momento del desánimo total, cuando ya pensaba que él tampoco me quería, decidí que quería quererle y que podía hacerlo con la voluntad. ‘No le quiero, pero quiero quererle’, y descubrí que sí se puede y que nace un amor más profundo, más auténtico y mucho más brillante que el del principio. Me gusta estar casada porque creo que la convivencia nos va perfeccionando, haciéndonos más humildes y mejores personas. Como las piedras en el lecho de un río que, a base de chocar y chocar unas con otras, se quedan suaves y sin aristas.» –Sole.