Casilda se casa

Consejos de matrimonios que llevan de 1 a 35 años casados (Parte II)

Os gustó tanto la primera entrega de ‘Consejos de matrimonios’ que he seguido preguntando a parejas exitosas en su matrimonio que me cuenten la clave de su felicidad.  La verdad es que cada pareja es un mundo y cada párrafo también. Espero que todos estos os inspiren o que al menos, os entretengan.

Marina Herrera, socia de Atípica, y Ramón Moreno de Barreda: 2 años casados.

«Después de dos años casada creo que mi consejo, todavía inexperto, es la conciliación. Hay que elegir las peleas que merecen la pena y el resto intentar pasar porque nada es realmente tan importante. Por otro lado, es fundamental buscar tiempo para los dos, sin pantallas o, por lo menos, sin teléfono para conversar de verdad y ¡no a medias! Tengo un problema y es que me voy a la cama muy pronto, por lo que yo me quedo sin serie y chats y él se pone al día en cuanto me quedo frita». –Marina.

Ana Yanguas, publicista, y Alfonso, financiero: 7 años casados

«¿Y si los hijos no llegan después de siete años casados? Alfonso y yo veníamos del jaleo de familias numerosas y con muchos preciosos sobrinos en escalera. Cuando te casas, das por hecho que llegarán con una ilusión loca; pero la vida te pone a prueba, pasa el tiempo y seguís siendo dos en casa. Sin embargo, con la adversidad, esas dos personas se vuelven más fuertes; se unen más; se quieren más; crecen; se entienden más y se sienten un poco como los protagonistas de la película de dibujos Up. Y los sobrinos son “algo más” que sobrinos. Yo, además, colaboro con la Fundación Canfranc, una ONG aragonesa, en el proyecto con niños en riesgo de exclusión social.

Lo vital en un matrimonio es tener en común una sólida base de valores y educación muy similar. Y así, capear lo que te traiga la vida, sigas siendo dos o familia numerosa de primera categoría. No caer en la rutina, eso atrapa y mata una relación. Cualquier pequeña tontería de un día cualquiera te puede cambiar el día y te engancha más a esa persona. Tener proyectos juntos, ilusiones y planes… Hablar siempre en plural. Pero, sobre todo, hay que ser feliz con lo que se tiene, no con lo que no se tiene.

Simplemente, doy gracias por haber encontrado a Alfonso y solo pido que podamos seguir disfrutando de los pequeños placeres de la vida, un poco tontos. No nos sentimos nunca solos. Agradecidos de las dos familias que tenemos y si seguimos siendo dos en casa, es siempre porque Dios sabe más», –Ana.

Ana Wesolowski y Alfonso Ruiz Poveda: 10 años casados

«La verdad es que cuanto más tiempo paso casada y con hijos (10 años, así sin anestesia), menos capacitada me veo para dar consejos. Cada experiencia y cada hijo me ha ido cerrando la boca sobre temas en los que antes me sentía catedrática, pero, si con algo me quedo de este tiempo, es con lo imprescindible que es FLUIR. Creo que, con todo lo que tiene de serio, un matrimonio es un estado líquido que fluye, que se mueve y que no se estanca, aunque a veces lo parezca. Se me ha ido pasando poco a poco el miedo a las crisis; a los «desenamorarse»; al aburrimiento; la obsesión por mantener una cierta independencia… Hemos dejado de ser «comeorejas» para sacarnos nuestra mejor versión (o la mejor hasta este momento) y acordarnos de que, aunque el pasado parezca inmejorable, es imposible ganar al futuro, que aguarda grandes cosas y merece la pena seguir con la partida SIEMPRE.» –Ana.

Natalia de Santiago, autora del blog La madre tigre, y Guido Bormann: 16 años casados

«Acabamos de hacer 16 años de casados y siempre digo que, lo nuestro empezó tan mal que, solo podía ir a mejor. Y así ha sido. Yo creo que es muy fácil casarse con la persona equivocada, dejarse llevar, enredarse en los preparativos, tener tantas ganas de que salga todo bien, o tanto miedo a que salga mal, que acabas haciendo la vista gorda y te puedes encontrar un mes, dos años o una década después untando la mantequilla en la tostada sin saber muy bien qué le viste a ese señor con olor a café al que le empieza a clarear la coronilla. Nosotros tuvimos suerte porque los dos estuvimos a punto de casarnos con la persona equivocada y, desde el principio, estábamos abiertos a que se fuera todo al garete. Creo que es muy sano estar siempre dispuesto a coger los bártulos y salir huyendo. No significa que haya que rendirse a la primera de cambio pero, para mí, los votos se renuevan todos los días. Ni por las niñas, ni por el dinero, ni por tu madre, ni por la mía. Simplemente porque, un día más, mi vida, con todos sus problemas y sus imperfecciones, es mejor contigo que sin ti. Y así un día tras otro, sin darlo nunca por sentado.» –Natalia.

María Baras, de Salón Cheska, y Felipe: 17 años casados

«Felipe y yo llevamos diecisiete años casados. Es increíble y me parece que han volado. Nos conocimos muy jóvenes y hemos crecido y nos hemos desarrollado cada uno de una forma. Para mí, lo más difícil ha sido (y es) mantenernos unidos siendo cada vez más diferentes: él es ingeniero industrial, super ordenado, metódico, paciente… Y yo soy exactamente lo contrario. Creo que somos la perfecta definición de los polos opuestos que se atraen. Como en todas las parejas, el camino está lleno de altibajos, incluso muchos momentos al límite y crisis que todos pasamos. Y lo que nos vuelve a encontrar es centrarnos en nosotros, olvidarnos de niños, trabajo y problemas y escapar juntos. Un fin de semana, una cena… pasar tiempo juntos siempre nos conecta.» –María.

María Barreiros, Aquilea, y Pepín: 20 años casados

«Llevamos 20 años casados y, verdaderamente, no sé si puedo dar muchos consejos. ¡Todavía estoy intentando enterarme de qué va este viaje en el que me embarqué, llena de ilusiones y sentimientos maravillosos, con mi Pepín! El amor dicen que es un sentimiento y lo es, pero también es una decisión. Llega un momento en que tu decides a quien quieres.  Yo tuve la suerte de caer rendida con un ser inteligente que tiene mucho, mucho sentido del humor!! Nos reímos, y las risas sanan, alegran y los sentimientos se consolidan…» –María.

Bárbara Pan de Soraluce, creadora de Los Platos de Pan, y Juan Arena: 33 años casados

«Dado que llevo ya 33 años casada, voy a intentar resumir lo mejor posible por qué creo que mi matrimonio ha funcionado. Creo que lo mejor es no pararte a pensarlo, lo mejor es sentirlo. Darte cuenta de que puedes quedarte en silencio y que no pasa nada. Poder quedarte en casa viendo una serie sin necesidad de ir a cenar a ningún sitio y ser feliz. Saber que no tienes que ir de discoteca en discoteca buscando el amor de tu vida (¡qué cansaaaaaancio!) y qué alivio poder volver a casa y saberte a salvo. Quererse con muchísima más naturalidad y muchísima más profundidad. Entenderse; crecer con él en paralelo, sin dejar de tener independencia. Seguir teniendo ganas de hablar con él, de contarle y que te cuente. Elegir bien las batallas, no quemarse. Después de tantos años, tienes la ventaja de saber lo que de verdad merece la pena. No dejar de admirar a esa persona, el hecho de que lo hayas elegido te hace a ti también especial. Y, sobre todo, ¡muchísima suerte! Porque el matrimonio es una lotería ¡y a mí me ha tocado el gordo!.» –Bárbara

P. D.: Muchísimas paciencia, por cierto.