Mis tratamientos faciales favoritos
Tengo una amiga que siempre comenta la piel de la gente como si fuera un rasgo diferenciador fundamental. Al clásico»es morena/rubia y alta/baja» añade un «y tiene muy buena/mala piel», como si se tratara de lo primero en lo que se fija uno. Yo nunca había reparado en la importancia de algo así hasta que un día cené en un evento al lado de Lulu Figueroa en el hotel Santo Mauro. Entendí entonces lo que es la perfección hecha piel. La Piel. Después empecé a fijarme en la piel de la gente, me enamoré de la de Elle Fanning que irradia luminosidad como si fuera un Gusiluz, empecé preocuparme por cuidar la mía y a probar tratamientos para poder hablaros con conocimiento de causa de los mejores. Definitivamente, no es un tema a descuidar, es tu cara, solo hay una y la mayoría de veces se nota.
He hecho un análisis de los mejores centros de estética y esteticistas de Madrid que he probado. Fui apuntando lo que me chocó en la mayoría de los que no me gustaron (muchos no han sido incluidos) y he descubierto una serie de preocupaciones comunes que me gustaría que el mundo de la facialistas valorara:
– Nadie va a un centro de estética para ser reprendido, así que si la paciente fuma, come chucherías o no usa protector cincuenta las 24 horas tampoco es cuestión de que salga llorando del tratamiento. Las cosas pueden decirse suavemente, pero no es necesario traumatizar.
– Debería estar penado que la facialista pase dos horas intentando vender el producto de turno a la clienta. Una sugerencia está genial. Una y nada más.
– Como leí hace poco: «no todo el mundo merece un tratamiento». Las personas que están con el móvil, no lo merecen porque no entienden que parte de la idea de entrar en cabina es ese relax extra que no consigues en casa. Deberían estar prohibidos.
– Los detalles pretendidamente relajantes a veces pueden resultar exasperantes, como la música oriental repetitiva o de sonidos desgañitados o el incienso extremo.
– Los techos deben ser bonitos o al menos limpios. Es lo que ve el paciente durante bastante tiempo del tratamiento, no entiendo que pueda haber humedades.
– Que te dejen con una mascarilla veinte minutos sola y sin capacidad de avisar si tienes frío o te pica algo, es desagradable para todo el mundo.
– Avisar de los cambios drásticos durante el tratamiento (tipo: «ahora vas a sentir mucho calor») se agradece. He vivido auténticos microinfartos con toallas ardiendo.
– Que las facialistas utilicen mascarilla cuando se acerquen a tu cara no debería ser una opción.
Estas son mis favoritas y las que respetan todas esas cosas que he mencionado anteriormente:
Beldon Beauty (calle Lagasca, 9. Madrid). Hacen tratamientos personalizados y a medida para cada persona. Y además cuentan con planes de belleza para novias, de choque antes de verano, masajes…
– El tratamiento… Instant Beauty para prevenir flacidez y conseguir firmeza gracias a que regenera y oxigena la piel. Utilizan activos muy potentes y la radiofrecuencia Edna Pro de Indiba.
– Lo mejor… La luminosidad al instante por el efecto flash.
– Lo peor… que el tratamiento solo dure cuatro días.
– Precio aproximado: 90 euros.
The Secret Lab (calle Zurbano, 4. Madrid), con nuevo centro recién inaugurado, es una boutique de farmacosmética famosa por sus higienes faciales. La dilatada experiencia de Marta Barrero y Elena Ramos como farmacéuticas y expertas en dermocosmética les ha llevado a perfeccionar su técnica, con el objetivo de lograr tratamientos que no solo purifiquen sino también hidraten, reafirmen y aporten luminosidad a cualquier edad.
– El tratamiento… Cellular Revolution. Trabajan con Evocare, una técnica no invasiva que estimula las células a través de una corriente eléctrica que llega hasta la membrana celular.
– Lo mejor… Todos los productos con los que trabajan en el centro son cosmecéuticos.
– Lo peor… Se recomienda justo antes de un evento como, por ejemplo, una boda para lucir una piel perfecta. Para consolidar los efectos, recomiendan realizar una sesión semanal durante seis semanas. Es necesario organizarse.
– Precio aproximado: entra 80 y 100 euros.
Gracia de la Maza (calle Mariano Barbacid, 1, 23. Boadilla del Monte, Madrid). Experta en belleza desde hace años, abandera la corriente de limpiezas de cara sin vapor. Con las novias es fiel a la teoría de que una piel limpia y sana es una piel bonita y luminosa.
– El tratamiento… Higiene facial con luz pulsada. Primero hace un diagnóstico para ver en qué estado está la piel y conocer sus necesidades para poder realizar los tratamientos adecuados y aconsejar un cuidado básico en casa para mantenerla. Este es el más efectivo y recomienda hacerlo unos días antes de la boda. El tratamiento incluye productos de Biologique, sus manos de oro y aparatología de luz pulsada.
– Lo mejor… Se adapta a los horarios incluso a veces abre en fin de semana.
– Lo peor… Dónde está situada, muy alejada del centro de la ciudad.
– Precio aproximado: 42€/ sesión.
Diana Montoya (Calle Francisco Suárez, 20, Madrid). Todo el mundo me hablaba de una esteticista estupenda que trabaja sin reloj, con mucho mimo y los mejores cosméticos. Por fin di con ella y me encantó lo que vi.
– El tratamiento… “Remodeling”, un aparato mítico en estética y una combinación de lo mejor de la cosmética profesional: Biologique Recherche, Maria Galland, Babor, Alquimia y Cellcosmet.
– Lo mejor… Su secreto está principalmente en sus manos.
– Lo peor…Trabaja sin prisas. Si un rostro llega muy estropeado no duda en alargar la sesión. Sin subir el precio.
– Precio aproximado: Los faciales cuestan entre 50€ y 75€.
Bajobé (Alfonso Rodríguez Santamaría, 18. Madrid). Para todas las que me preguntáis por una «limpieza de cara normal», Pato, de Bajobé es experta en el tratamiento facial de higiene básico. Consiste en limpiar y así hacer un diagnóstico de piel y a partir de ahí determinar qué es lo que necesita esa piel: peeling, nutrición, oxigenación o vitamina C…
– El tratamiento… el ‘Pack Especial’ que incluye: 2 meses antes un diagnóstico e higiene facial específico. Un mes antes, un tratamiento facial con renovación celular. Una semana antes, un tratamiento vitaminado y un día antes un tratamiento final personalizado.
– Lo mejor… El trato y la decoración tan bonita de su espacio.
– Lo peor… No utilizan aparatología, todo es manual.
– Precio aprox: 280€ (15% descuento incluido)/Todo el tratamiento.
Inés Estébanez (calle Velázquez, 100. Madrid). Un día llegué a casa de mi amiga Inés Sierra y la noté cambiadísima. Me contó que justo acababa de empezar a seguir la rutina personalizada que le habían preparado en el centro Inés Estébanez con un cóctel de diferentes marcas. Les pregunté por el tratamiento estrella para novias y solo me dijeron una palabra: Indiba.
– El tratamiento… Radiofrecuencia Indiba, aporta hidratación, revitaliza la piel, mejora la circulación y produce un efecto reafirmante desde la primera sesión. Hacen seguimientos personalizados y además pueden hacerte un estudio para recomendarte como llegar a la boda con la piel perfecta seis meses antes.
– Lo mejor… es el único sitio en Madrid donde encontrar la marca IS Clinical.
– Lo peor… No tener todo el dinero del mundo para invertir en todos los tratamientos que tienen.
– Precio aproximado: 57 euros/sesión.
(Las fotos son de la moda ‘Do It Yourself’ de Ella Wennström fotografiada por Camilla Akrans para Vogue Italia, Noviembre 2016. Estilismo de Robert Rydberg)