Contrataron el catering Boketé. «Esto fue tarea de Álvaro, pero tras consultar a casi todos los caterings de España, nos decantamos por uno local y, sobre todo, que sirviese comida típica de la tierra, creo que la gente tenía grandes expectativas por comer comida gallega y, si no lo llegamos a poner, nos matan», recuerda Andrea.
Para la carpa contrataron a Toldos Jocar y fueron unos auténticos profesionales. «Nos iluminaron todo el jardín y la carpa como quisimos, una auténtica barbaridad y, no nos pusieron ninguna pega. Durante la comida, como hizo muchísimo sol y la carpa era transparente pusieron una tela para protegernos y en cuanto éste se puso la quitaron y, la verdad, nadie se dio cuenta, ¡parecía magia!».
En el aperitivo pusieron un grupo de rock clásico de la Coruña, Rockers go to hell. «Les vi en un concierto en un bar de la Coruña hace diez años y, la verdad, es que no me acordaba de su nombre, simplemente me encantaron. Tras investigar, conseguí dar con ellos. Tocaban versiones de Rock de los 50, 60.
De la decoración del jardín, carpa y centros de mesa también se encargó Elena Suárez and co pero contaron con la ayuda de Iria Casteleiro de Integra complementos de catering que les alquiló parte del atrezzo.
En cuanto al DJ fueron a lo seguro, Ivan Flashback, «un artistazo de los pies a la cabeza porque aparte de pinchar baila y anima a todo el mundo y, sobre todo, consigue que durante toda la fiesta (en nuestra boda fueron 8 horas y media de dj) aguanten varias generaciones bailando. ¡Una locura divertidísima!».
Los fuegos artificiales se los regalaron los amigos de Álvaro, de sorpresa. Fueron preciosos, muy típicos en Bergondo.
De todos los mails que me he intercambiado con Andrea, lo que más me gustó fue uno en el que me dijo: «He de admitir una cosa, lo mejor de la boda es lo que viene después, ¡estoy encantada!». Enhorabuena por una boda tan bonita y gracias por dejarme compartirla aquí.