Casilda se casa

La boda de B&Paul

La semana pasada, me alegró recibir un mail de mi amigo Paco, de Retrato de un Instante, contándome que habían hecho una boda especial. Cada vez son más escasos esos momentos de gloria en que recibo una boda que me toca, y cuando vi las fotos de esta, fue uno de ellos. En seguida Paco me introdujo en la historia: «se trata de una pareja de arquitectos afincados en Londres y apasionados del arte. A él siempre le gustó mucho dibujar y hace cuatro años se lanzó a pintar cuadros abstractos en sus ratos libres».

A su vez el novio en un mail posterior me explicó su historia, «como a los navarros no se nos pone nada por delante yo empecé con formatos muy grandes, para desgracia de mi santa madre. Comenzaron a llegar encargos de algunos amigos y no tan amigos así que hace tres me animé a crear Paulantons, una empresa que desarrolla ‘’arte a medida’».

El año pasado además sacaron adelante su primer proyecto en equipo cara al público: una nueva línea de diseño que se llama B&Paul. Se trata de un taller de diseño gráfico que parte del dibujo manual. A petición de unas amigas abrieron el taller a más gente y crearon Saturday Art Pancakes: «unas clases de pintura en las que tratamos de transmitir que dibujar y pintar más que un talento dado es un lenguaje o un modo de expresión. Así que entre la arquitectura y los cuadros se nos escapa el tiempo de las manos pero felices de estar viviendo esta vida de una forma tan apasionada».

El pasado 18 de Abril se casaron en Zaragoza donde nació la novia. Para el vestido, escogió a la diseñadora Alejandra Valero. Como curiosidad, me cuenta que el proceso de creación le pareció muy parecido al de un proyecto de arquitectura. «Conectamos muchísimo. Las dos somos unas románticas a la par que exigentes y perfeccionistas. Primero le avasallé con imágenes de inspiración entre ellas algún boceto que me había hecho Paul, el novio, que está muy puesto», me cuenta. Aquí está el boceto del novio, que no iba mal encaminado:

«Alejandra me propuso tres vestidos. Cada uno giraba alrededor de una pieza vintage. Me incliné por la que llevé en los hombros: unos encajes de principios del S XX. En la segunda prueba se sacó de la manga un rollo de cinta de encaje de 1900 (con sello y fecha de la época) con la que completamos el resto del vestido (pechera y falda). El canesú y la espalda eran de terciopelo porque me apetecía muchísimo que el vestido llevara algunas partes de terciopelo. Tenía claro que no quería que fuera blanco y que iría velada (a petición del novio). En las pruebas me encantó ver a Alejandra en acción, es muy creativa y con un gran talento. Y así es como salió este fabuloso vestido inspiración años 20».

Los zapatos eran de Franjul, los pendientes de Barcena y el anillo de pedida de una joyería de Hatton Garden en Londres. Las flores las trajo la novia del mercado de flores de Londres y Nacho Bergara las completó.

El peinado de trenzas y el maquillaje se lo hicieron en Rebeca San Juan.

«Creo que no es necesario explicar por qué elegimos La Seo para la ceremonia, las fotos hablan por sí solas y si tienes oportunidad de visitarla te lo recomiendo vivamente», me cuenta el novio.

De todo el diseño gráfico, como las invitaciones, se ocuparon los novios. En el próximo post podréis ver más.

Continuará…