La boda de Lucía y Joaquín II

La cena de celebración de la boda se sirvió en Fresno de Torote, un pueblo abandonado donde la familia de Joaquín tiene una finca. Adecuaron un terreno en bruto para hacer la celebración.

El Taller de Lucía, la empresa de la novia se ocupó de toda la decoración y los detalles. Para la iluminación contaron con Farfala Bodas y el catering fue Villa Real; de ambas direcciones los novios destacan su profesionalidad desde el principio hasta el final de la boda.

Los saquitos para indicar el número de las mesas los caligrafió Weddink Caligrafía.

Cuando anocheció la madre de Lucía colgó su sombrero de Conchitta. Abajo su look de Helena Mareque.

Las hermanas del novio, Loreto e Isabel, estaban espectaculares con diseños a medida de Diego Estrada.

Cuando los novios entraron en la cena, todos los invitados esperaban de pie con bengalas encendidas consiguiendo que, a pesar de ser una boda muy grande, se convirtiera en algo muy cercano y especial.

Lucía entregó el ramo a su hermana que iba vestida de Helena Mareque, «fue el momento más especial de la cena» confiesa.

Farfala Bodas iluminó todo el espacio con largas tiras  de bombillas y decoró hasta el último rincón y además contaron con un fotomatón de Flash Flash Box, como en la boda de mi hermana, y resultó un éxito absoluto.

Los espantapájaros los vistieron con el típico traje regional de labrador de Castellón en honor a la abuela de Lucía y porque la finca de Joaquín es de cosecha.

Para el baile contaron con el mejor, el equipo de Mickey Pavón amenizó la fiesta.

PD1. Las invitaciones, me cuenta Lucía,  las encargó a Cristina Maser a la que recomienda muchísimo.

PD2. La lista de bodas la pusieron en Calista One y la novia me lo recomienda muchísimo.

PD3.Todas las fotos son de Volvoreta Bodas. También te pueden interesar estas otras bodas que han hecho:

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