El retorno de Sybilla
A Sybilla no hace falta presentarla. Quizás a las más jóvenes os suene de forma lejana porque, tras ser la diseñadora estrella de los años 80 y 90 en España y con gran reconocimiento internacional, decidió retirarse de la moda hace 10 años. La buena noticia es que este año vuelve por la puerta grande, sin haber perdido ni un ápice de la modernidad y el misterio que le hicieron llegar a lo más alto: con un nuevo atelier de luz maravillosa en la calle General Castaños, una musa perfecta como Elena Anaya en los Goya (con un vestido que podría haber sido de novia de haber llevado menos escote), con una comunicación apoyada por Sofía López-Quesada de Wozere y María Fitz James de Cienvolando, y una medalla de oro al Mérito de las Bellas Artes, entre otras muchas cosas.
Además lo hace dispuesta a seguir vistiendo a medida a las novias más cool como ya hizo en su día con mi querida Sally L. Hambleton, entre otras. Una misión para la que está especialmente dotada por su genuino sentido plástico, su virtud para jugar con el volúmen, la armonía que consigue en sus capas, el realismo que le lleva a saber disimular los pequeños defectos de cada mujer y por su capacidad –como han demostrado los años– de crear vestidos únicos que no pasan de moda. Justo lo que una novia necesita.
Estoy especialmente emocionada de dar la noticia y sé que rápidamente se convertirá en una parada obligatoria del circuito que comienza cuando anunciáis que os casáis. Coged cita con Sybilla ([email protected]) y será probablemente lo mejor que hagáis en la vida porque, os encaje o no su propuesta, simplemente visitando el taller asistiréis a una clase magistral de buen gusto. Estoy deseando volver a ver a sus novias.