Después de la ceremonia, los novios tuvieron una sesión de fotos preciosa, en medio del trigo, con Paco y Manu de Retrato de un Instante detrás de la cámara.
La cena se sirvió en una finca cerca de la Granja de San Ildefonso. Toda la decoración giraba en torno a las estrellas, «durante un año, recopilamos cada una de ellas de diferentes partes del mundo, fue una pasada ver todas las estrellas en acción», apunta la novia Alejandra.
Decoraron todo con velas, candelabros, espejos y elementos de cristal…todo eran destellos.
La madre de Alejandra tenía clarísimo que una boda tan a medida sólo podía llevarse a cabo de la mano del equipo de Samantha de España, a la conocen desde hace varios años.
La sorpresa que Marc preparó para Alejandra fue que al empezar el DJ Julio Torres a pinchar, apareció en lo alto de un altavoz un violinista tocando mientras Julio pinchaba.
Una boda que me costará olvidar con un vestido perfecto que no será el último que veamos de Alejandra Valero.
Artículos recientes
