Casilda se casa

La boda de Cristina de Wedd Cam

Cris ha trabajado durante muchos años en la tienda Mimoki en Madrid ahí la conocí probando tocados con mucha mucha paciencia. Hace poco decidió lanzarse por su cuenta para llevar a cabo una visionaria idea que tenía: crear una red social de bodas que llamó Wedd Cam.

La casa de Cristina. Fotografía del blog Galletas de ante

Hace un mes se casó ella en el ayuntamiento de Torrelodones, de dónde son ella y Gus, su marido, y tengo la suerte de que me ha dejado publicar sus fotos.

Cristina se vistió en casa de sus padres, donde pasaron una tarde divertidísima. Le pintó y peinó su compañero de la época de Mimoki, Alvaro Talayero. No hicieron prueba porque se conocen muy bien. (Aprovecho para volver a recomendar a Álvaro que me peinó y maquilló en la boda de mi hermana y hace milagros).

La elección del traje de novia fue un poco peculiar. «Yo no me pongo vestidos nunca y solo me imaginaba con unos pantalones tobilleros como los que suelo llevar. Así que me decidí a llevarlos en mi boda», explica Cris. Isabel Nuñez le ayudó a encontrar el crepe perfecto y Marita, la modista de Mimoki, los llevó a cabo.

Sobre los pantalones llevó una cola vintage de seda que compró hace años y por arriba una chaquetita de punto en azul clarito (tendencia que pisa fuerte en Vogue novias).

En el cuello llevaba una cadena con colgantes especiales para ella, uno de su madre y otro de su abuela. Además, el mismo día de la boda recibió un ramo precioso de flores de parte de sus amigas junto a un collar de Ouibyou (la firma de mi adorada primera jefa Laura Somoza) con dos minialianzas entrelazadas, que se puso inmediatamente al cuello. Para Cris, fue fundamental la ayuda de su madre y su hermana porque están las tres muy unidas. En muchas de las fotos se ve un tatuaje que lleva en la muñeca que pone Tres y que también llevan su madre y su hermana.

El ramo lo hicieron las tres, a base de flor de cera y unos claveles secos que le regaló Gus, el novio, cuando le pidió casarse con él.En el pelo llevaba un tocado que le hicieron a medida en Mimoki. Como la boda era en la sierra, y en la decoración utilizaron muchas encinas, el tocado eran unas hojas de encina, con sus bellotitas y todo. Una vez colocado, le añadió un broche de una abejita de brillantes de su madre.

Después de la ceremonia y de la cena íntima con sus familias en El Pesca, el mítico restaurante de toda la vida de Torrelodones, organizaron un fiestón para toda la familia y amigos. Convirtieron un salón en discoteca y allí lo dieron todo hasta las tantas. No hubo vals y no hubo tarta, porque no querían una boda convencional.

Pusieron en práctica la idea de Wedd Cam y todos los invitados fueron subiendo fotos de la boda a la red social.

Las fotos las hicieron Lupe y Mer, de WeDo Weddings.