La boda de Alejandra y Marc I
La boda de Alejandra y Marc ha sido publicada en las páginas del número 43 de Vogue novias. Desde que Paco y Manu de Retrato de un Instante me mandaron las fotografías, no he podido dejar de pensar que es, seguramente, mi boda favorita del año por todos los detalles: el vestido de la novia, las fotografías, los pajes, el entorno y la decoración, entre otras muchas cosas.
Alejandra Valero trabaja en Hoss Intropia como responsable de diseño de la línea Silver y en su tiempo libre lleva a cabo su gran pasión: trabajar el detalle en vestidos muy especiales. Su gran debut para su firma Alejandra Valero fue diseñar su propio vestido de novia. También hizo los trajes de los niños y el vestido de su suegra.
Todos los elementos del vestido de novia eran una recopilación de piezas únicas con una historia en común: haber sido encontradas en viajes de inspiración en París, Londres o Nueva York. «Fue una emoción indescriptible ver todas las piezas unidas en un mismo vestido», explica la novia. La pieza principal del vestido era de una capa de los años 20 que transformó y adaptó dando forma a la cola, a las mangas y a los canesúes delanteros y traseros. Los botones los encontró en un mercadillo de Nueva York y todo el vestido iba forrado con un impresionante plumeti de seda dorado, que encontró en París.
Del maquillaje y peluquería se ocupó Gabriel Llano.
El casquete de la cabeza era una pieza de los años 20 que encontró en Nueva York y que Carmen María Mayz bordó con “destellos de luz”.
Marc y Alejandra se conocieron durante una Semana Santa en Marbella. «Ambos fuimos a una fiesta, cada uno con nuestro grupo de amigos y un amigo en común nos presentó. Mi mejor amiga fue testigo de que a los 10 minutos de estar hablando con él dije: ¡es el hombre de mi vida! y así ha sido» asegura la novia. Tras cuatro años de noviazgo decidieron casarse.
Eligieron la iglesia de Santo Tomás de Canterbury, porque tenía un encanto especial. La decoraron ellos junto a a la madre de Alejandra, que colaboró con todos los detalles de la boda, llenándola de árboles de Los Peñotes y transladando una moqueta gris preciosa. Todo el mobiliario del altar, el puf de los niños, los asientos de los padrinos y del sacerdote, los manteles para cubrir los altares…eran de la casa de la novia. «Literalmente hicimos una mudanza», asegura.
El ramo es de María Bosser de Los Peñotes. Un amigo del hermano de Alejandra les dejó un Morgan 4/4 de 1977.
Los niños iban vestidos con diseños de Alejandra con aire militar. No me pueden gustar más, sobre todo el vestido de la niña, Gadea.
«Marc es de padres alemanes y yo apenas sé alemán… así que para darle una sorpresa dije las palabras de compromiso en español y seguidamente me saqué una “chuleta”, que había preparado la noche anterior con su madre, y las dije también en alemán…sus palabras fueron «no dejas de sorprenderme”, me cuenta Alejandra emocionada.