Casilda se casa

La boda de Alejandra y Nacho en Alicante

Alejandra e Ignacio se conocieron hace dos años en Madrid. Por aquel entonces, Ale trabajaba en Casilda se casa. Fue un día al salir de la oficina cuando Nacho le pidió matrimonio, al año y poco de estar juntos. «Ambos somos pintores (@a.corot y @nachopolavaldes) y puedo decir con certeza que es un privilegio casarme con él. Siempre presumo de su sensibilidad trabajada, para mí no hay nadie así y hay muy pocas veces que se tienen las cosas claras, pero esta es una de ellas», asegura la novia. Después de dos años de relación a distancia, este domingo fue el primero que no se despidieron. «Desde hoy hasta que la muerte nos separe», sentencia Alejandra.

Del maquillaje de Alejandra se encargó José Belmonte, del equipo de Nars. «Creo que nunca me he visto tan favorecida y cómoda como el día de mi boda. Quería algo natural pero que se me notase arreglada y supo reflejarlo a la perfección».

«Alejandra tiene una piel perfecta y quería ver su piel en todo momento: con un tono bronceado, las mejillas un poco encendidas y con toques de luz e hidratación», explica el maquillador. «Para conseguirlo utilicé el fondo de maquillaje Light Reflecting y el Radiant Creamy Concealer. Con el polvo bronceador Laguna di ciertos toques de sol y en las mejillas combiné el rubor Orgasm, del nuevo colorete Afterglow Liquid Blush», detalla. Para los ojos utilizó la paleta Quad Eyeshadow, los tonos Laguna y Orgasm. Las pestañas con un toque natural gracias a la máscara Climax y los labios muy naturales e hidratados, aplicando Afterglow lipbalm Orgasm. Todos los productos de Nars.

«El camisón que llevé para los preparativos fue un regalo de mi amiga Cata y Rodri, su novio. Su madre es la dueña de Labubé y con este camisón estrenaban la magnífica colección que van a sacar. Grabaron la fecha, nuestros nombres y la oración ‘Bendita sea tu pureza’, que es la que Nacho y yo rezamos todos los días».

El vestido de novia es un diseño de Alejandra Valero. «Cuando soñaba con mi vestido, me venían a la cabeza retales, jaretas, encajes… Así que tampoco tenía margen de error con ellas», cuenta Alejandra. «Soy fan de Jane Austen, siempre he fantaseado con los vestidos de Keira Knightley en ‘Orgullo y Prejuicio’ y cuando fui a su atelier hace nueve meses, jamás imaginé que pudiesen entender tan bien lo que tenía en mente», asegura. «Tienen un equipo estupendo, en el que me ha sido súper fácil confiar y delegar, me decían: ‘tú fíate’ y así hice. Han estado atentas desde el minuto uno y me han hecho sentirme como en casa. Cada prueba era como estar un rato con mis primas charlando y solo por eso, las escogería mil veces más», confiesa. «En todo este proceso he visto un paralelismo con el matrimonio: hay que confiar en las personas y dejarles que hagan lo que mejor se les da hacer, porque cuando las cosas se hacen de corazón, todo sale bien».

El toque de perfume para esta ocasión tan especial fue de la mano de Narciso Rodríguez. «Eau de toilette ‘For Her’ es uno de mis imprescindibles y no podía faltar en este día tan importante».

El peinado fue obra de Iván de Sagoa. «Me hizo un moño que a medida que iba pasando el día se podía modificar para hacerlo trenza y finalmente para la fiesta que se quedara el pelo suelto».

«Todas las joyas que llevé eran piezas antiguas de la familia. La pulsera fue el regalo de pedida de mis abuelos y los pendientes un regalo de mi bisabuela. En la mano el anillo de pedida de Ignacio».

«Siempre llevo bailarinas y quería sentirme cómoda el día de mi boda. No quería que hubiese nada que pensase que no iba conmigo. Encontré estas de Paloma Wool y fue un regalo de mis amigas, todavía me acuerdo cuando vinieron a casa a dármelas y me emociona pensarlo».

La ceremonia tuvo lugar en la Basílica de Santa Maria, en Alicante. El coro lo dirigía Manuel Ramos.

Los niños de arras fueron vestidos de Nícoli Kids. «Esto fue un regalo precioso de mi amiga Bea y el equipo de Nícoli que llevaré siempre conmigo».

Toda la decoración floral de la boda se la encargaron a Chitina. «Creo que no tengo palabras para explicar lo bien que ha salido todo y ha sido en gran parte gracias a ella. Los días previos a la boda estábamos todo el día en su tienda maquinando y ultimando detalles. Cuando pisé la iglesia y vi lo bonito que estaba todo, solo daba gracias por haber delegado en alguien con tanto talento».

La celebración fue en Denia, en una finca particular llamada La Fredad. «La descubrí buscando y rebuscando por Internet y ha sido una de las mejores decisiones. Me encantaba la idea de que fuese todo al aire libre. Chayto, su dueña, nos ayudó muchísimo a que todo saliese como teníamos en mente, el trato fue impecable».

Para el catering contaron con El Alto. «Estuvo todo riquísimo. Quisimos hacer un guiño a nuestras ciudades, Alicante y Sevilla, y pusimos un puesto de rebujitos e hicieron dos arroces increíbles para el cóctel».

«Toda la papelería la hicimos Nacho y yo en @tercerogestudio. Desde las invitaciones hasta la disposición de los meseros y el seating. Recuerdo los días haciendo los bocetos y planificado ideas y me emociona pensar que es un recuerdo para toda la vida», cuenta la novia.

La música para la celebración en la finca se la encargaron a Cenval Music. «Al terminar la comida unos amigos de Nacho que tienen un grupo, ‘Farejos’, vinieron de Sevilla y estuvieron tocando».

La fotos son de Paloma (@palogoca). «Saben coger los mejores momentos. Cuando nadie mira, ellas ahí están con la cámara y eso dice mucho de ambas, ese ojo trabajado y la sensibilidad que hay detrás. Son súper buenas en su trabajo y lo mejor es la parte personal. Ella y Clara me dieron una tranquilidad profunda desde que entraron en casa a primera hora de la mañana y ese día era lo que más necesitaba».