La boda de Alejandra y Luis en Madrid
«Luis y yo fuimos al mismo colegio. En segundo de bachillerato empezamos a salir, siendo apenas unos niños, y hasta hoy. Hemos tenido la suerte de construir una vida en común, rodeados de una familia y amigos que, después de tantos años, ya son parte de ambos. Por eso nuestra boda fue tan íntima y familiar, un reflejo de todo lo que compartimos».
«El vestido de novia fue un regalo de la familia de Luis. Nunca había visto un vestido de novia con el que me imaginara casándome, y empecé a buscar referencias en desfiles. Acabé encontrando un abrigo en un desfile de alta costura india. Con Marcela Mansergas tuve un flechazo. Es una apasionada de su oficio, convencida del valor del trabajo artesanal y de las cosas hechas con mimo y paciencia».
«Llevé unos pendientes Art Decó regalo de mis padres, una pulsera convertida en tiara de la familia de Luis y el anillo de pedida. Luis me pidió matrimonio con una piedra familiar, cambiando totalmente la montura. Tanto la montura del anillo de pedida como la adaptación de la tiara y las alianzas las hizo Sara Suárez Agra. Trabajó con Luis Gil muchos años y su sentido de la estética es brutal, hace piezas muy especiales».
«Una amiga me recomendó a Raquel Serrano de Bobbi Brown, y a Natalia Méndez. No suelo maquillarme, y buscaba ir muy natural. Quería un peinado que me permitiera tener dos momentos: un recogido para la iglesia y la primera parte de la celebración y un semi recogido para la fiesta. Lo clavaron. Además, ambas transmiten muchísima tranquilidad, fundamental mientras te están preparando».
«Inés de Flordeasoka, es íntima amiga de la carrera. Desde el principio supe que quería llevar sus zapatos. He visto crecer la marca desde sus inicios, y es increíble el cariño que ponen en cada diseño, como cuidan la calidad, la comodidad y el trabajo de los artesanos españoles».
La ceremonia fue en la iglesia de San Pedro Apóstol de Fuente el Saz de Jarama. De las flores de la iglesia se encargó Ortiz flores y eventos
«El ramo fue regalo de una amiga. Encontré en Casilda se casa una referencia, que me encantó, de rosas blancas, se la enseñé a María de Aquilea, junto con un trocito de tela del abrigo y me recomendaron las Rosas David Austin. Llevaba colgado una medalla de San José en recuerdo a mi padre y un cubrebotones con sus iniciales, además de una cruz de mi abuela».
«Soy arquitecta y siempre me ha encantado dibujar. Diseñé toda la papelería y Egersis se encargó de la impresión ¡Super recomendables!».
La celebración fue en la Finca Soto de Mozanaque.
Peonías se encargó de la coordinación de la boda. «La semana previa se encargaron de organizar a todos los proveedores, asegurándose de que cada detalle estuviera bajo control. El día de la boda todo salió perfecto».
Ciboulette sirvió el catering.
«El día antes de la boda, las chicas de Mani Cure vinieron a casa para hacernos a mi madre, a mi hermana y a mi la manicura y pedicura con masaje. Un regalazo para cualquier novia».
La decoración de las flores fue obra de Aquilea. «Queríamos algo muy otoñal, pero que no robara protagonismo al sitio. Lo clavaron, tienen un gusto excepcional».
«Después de la comida, tocaron en directo unos íntimos amigos. Aunque son músicos de siempre, nunca se habían animado con el formato boda. Les pedimos que hicieran una excepción para la nuestra y resultaron ser el alma de la fiesta. Interpretaron canciones pop-rock que todo el mundo conocía, pero versionadas y con un twist. La gente no paró de cantar y bailar. Lo más guay es que, a raíz de nuestra boda, otros les han pedido que toquen en las suyas, y así ha nacido su grupo: OGroove Band».
«El momento que más disfrutamos de la preparación de la boda, sin duda, fueron las clases con Ventura en El Círculo de Baile. Una academia en la plaza del Valle Súchil, donde enseñan a bailarlo todo».
El Dj Alberto Navarro, de Dándote Ritmo, fue quien puso la música.
«El vídeo lo ha producido el novio de mi hermana, Gonzalo Quincoces. Es un director de cine muy top y nos ha regalado hacer “la peli de nuestra boda”. No tiene nada que ver con un montaje habitual, el resultado has sido increíble. Para la grabación contó con Bideotek».
«Mercédes Pérez hizo las fotos. Tiene otra forma de mirar, de encontrar detalles, miradas y momentos que nadie ve. Retrata con cariño, y eso se nota en el resultado. Además, es una persona cercana y atenta, que hizo que nos sintiéramos cómodos en todo momento. La recomendaríamos siempre».