Tres destinos, tres Royal Mansour en Marruecos
Estuve en noviembre en Marruecos para conocer tres de los hoteles más impresionantes en los que descansaré en mi vida: los Royal Mansour. La mejor gastronomía (uno sumaba nueve estrellas Michelín en todos sus restaurantes), el arte vibrante, pero lo mejor el máximo confort y atención al detalle.
Os lo recomiendo como destino perfecto para un viaje de novios ultra cómodo. Perfecto para los que odian el cambio horario o las largas distancias. A menos de una hora de Madrid tenemos un paraíso y no lo sabíamos. Os cuento mi experiencia.
El viaje comenzó con dos noches en el Royal Mansour Marrakech sin duda una joya para cualquiera que busque máximo lujo en esta caótica ciudad. Desde el momento en que crucé sus puertas, me sentí en otro mundo. Me encantó cada detalle del hotel es una obra de artesanía en toda regla, desde sus jardines basados en el concepto de la medina hasta los Riads privados, casas tradicionales marroquís llevadas al máximo nivel.
Lo mejor: El hotel es un espacio ideal para relajarse y disfrutar tras un día de turismo intenso. Los masajes en el spa después del desayuno son una cosa impresionante, os recomiendo el Blissful Marma, me encantó.
El siguiente destino fue Casablanca, una ciudad que sorprende por su mezcla de modernidad y tradición. Nada más llegar, nos recibió el Royal Mansour Casablanca, un refugio de lujo en el corazón de la ciudad que combina a la perfección el patrimonio cultural con unos interiores vanguardistas en los que destacan el mármol, las incrustaciones de madera, los tejidos opulentos y una notable colección de arte. El hotel ofrece 149 habitaciones y suites exquisitamente diseñadas y opciones gastronómicas diferentes que prometen experiencias culinarias excepcionales. Los amantes del bienestar pueden dirigirse al tranquilo spa, que se extiende en dos niveles y ocupa 2.510m2. Las instalaciones incluyen hammam, salas de tratamiento, gimnasio, peluquería y piscina cubierta.
Lo mejor: Desayunar en Le Rooftop con las increíbles vistas de la ciudad no os las puedo explicar tenéis que ir a comprobarlo vosotros mismos. Las cenas en La Grande Table Marocaine fueron otra muestra de cómo la gastronomía marroquí puede ser sofisticada, sin perder sus raíces.
La última parada y magnifica sorpresa: el Royal Mansour Tamuda Bay. A una hora de Tánger y quince minutos de Tetuán, con nueve meses de vida, se trata de un hotel de playa rodeado de jardines exuberantes con unas vistas al mar alucinantes. En marzo de 2025 abrirán el medi-spa y estoy deseando volver para probarlo. Como curiosidad os cuento que Tamuda Bay tiene una gran influencia española, es un destino que para mí es obligatorio visitar sobre todo ahora que está dándose a conocer.
Lo mejor: La cocina del chef español Quique Dacosta y la playa exclusiva de 700 metros de largo.
Después de este viaje vuelvo recomendando a todo el mundo este nuevo triángulo de las bermudas: Marruecos by Royal Mansur, el destino ideal para mezclar aventura, lujo y, sobre todo, experiencias únicas que quedarán grabadas para siempre.
