Casilda se casa

La boda de Carlota y Sebas en La Coruña

Carlota y Sebas son gallegos pero se conocieron en Madrid por amigos en común. Tras 5 años viviendo entre La Coruña y Madrid, una tarde paseando por Mera, un pueblecito de La Coruña donde ella veranea, le pidió matrimonio.

Carlota trabaja como diseñadora en Zara y por eso se le ocurrían constantemente ideas que podrían gustarle para el vestido. «Me gusta mucho la mezcla de texturas, bordados y diferentes técnicas sobre los tejidos. Quería algo que me representase bien y creo que lo hemos conseguido».

«La parte que más me gusta es el bordado en la cintura. Mi amigo Mehdi, de Zara Studio, me ayudó a conseguir las piezas hechas a mano en el mismo tono que el vestido. Lo fuimos colocando sobre la prenda y no me puede gustar más! Estoy feliz y súper agradecida con todos los que me ayudaron a convertir la idea en realidad».

Carlota nos cuenta que ella siempre lleva el pelo suelto así que pensó que ese día tenía que ser igual. «Moi Freire me ha peinado y maquillado otras veces y siempre he estado muy contenta con el resultado. Además de captar perfectamente el estilo natural que busco hace que el proceso sea divertido y es un gusto estar con él».

«El día que Sebas me pidió que me casara con él me regaló un anillo precioso que por su puesto llevaba el día de la boda. Es un ojo de perdiz de talla antigua con zafiros de la Joyería Salamanca en La Coruña».

«El collar es de Leandra Studio. Un día que estaba en Barcelona me pasé por su showroom y me enamoré de esta pieza. Sebas lo sabía y sus padres me sorprendieron regalándomelo en la pedida».

«No estaba segura de si llevar velo o no, pero encontré un broche antiguo de mi abuela que me encantó y lo monté ese mismo día con un tul de seda que había encargado por si acaso».

«En las bodas de verano suelo llevar siempre sandalias de tiras y tacón finito, así que para la mía quería algo similar. Encontré unos Manolo Blahnik preciosos con un toque de cristal que me regalaron mi hermana y nuestra amiga Bea iban perfectos con el vestido».

Del ramo se encargó Elena Suárez & Co. «Tengo la gran suerte de que, además de que es la mejor en lo suyo, es la mujer de mi primo y me conoce bien. Le enseñé el vestido para que viese el estilo y que todo tuviese sentido, el sábado me trajo el ramo de tulipanes en tonos amarillos y naranjas que quedaba ideal con el resto de elementos».

«Teníamos claro que queríamos hacer la ceremonia en Santa Eulalia de Liáns, una iglesia en el medio de un bosque, pequeñita pero preciosa y con una luz especial, y la fiesta en el Pazo de Vilaboa».

«El chaqué de Sebas fue hecho a medida por María y Rodrigo de Momos Tailors».

«El Pazo de Vilaboa es espectacular así que no necesita mucha decoración, pero queríamos darle nuestro toque personal. Para esto contamos con Iria Casteleiro que da la casualidad que es también mi prima. ¡Todo queda en familia! Vestimos las mesas del jardín con unos manteles blockprint índigo de la India que tenía yo, añadimos pequeños jarrones de flores y algunas velas».

«Del catering se encarga el propio Pazo. Fabián Mouzo, el chef, es muy atento y está pendiente de todo detalle. Preparó un aperitivo y una cena espectacular que encantó a todos».

«Toda la papelería estaba diseñada por mi amiga India, de aquarelabyindia. Tiene un gusto increíble y dibuja genial. Hizo las invitaciones con ilustraciones de la iglesia y el pazo y tuvieron muchísimo éxito».

«Al lado de este patio y durante el aperitivo, en el jardín, tuvo lugar la actuación de Mel Semé. Fue sin duda la sensación de la boda y todo el mundo bailó y cantó sin parar. Súper divertido».

«El DJ fue Iñigo Ristori, que organizó una fiesta súper animada. Conocimos a Iñigo gracias a varias bodas de amigos y sabíamos que encajaba perfectamente con nosotros. Fue todo muy fácil y la gente bailó hasta que se encendieron las luces en un momento súper especial, con todos nuestros amigos dándolo todo.».

Para la organización de la boda, contaron con el equipo de el Sofá Amarillo.  «Fue un acierto total, estamos súper agradecidos y contentos con la decisión de haber contado con ellas. No solo nos ayudaron mucho todos los meses previos, sino que también se encargaron de que el propio día de la boda estuviese todo perfecto».

De la fotografía se encargó Alejandra Ortiz.

Para el vídeo The Bright Side.