La boda de Inés y Cristian en la Costa Brava
Después de trece años de noviazgo, la fundadora, directora creativa de LAAGAM y creadora de contenido Inés Arroyo se casó este sábado 17 de septiembre con Cristian Badia en la Costa Brava.
Cristo, nos explica los productos que utilizó con Inés: “me centré en preparar la piel para que resistiera todo el día radiante con Natural Radiant –en el tono Barcelona- con unos toques del corrector Soft Mate. Para iluminar con un toque dorado algunas zonas del rostro, utilicé la Paleta de afterglow«.
«En cuanto al colorete, apliqué el nuevo duo de la colección Summer Unrated. Primero apliqué Orgasm para dar un tono rosado al pómulo y reforcé en la zona de la mejilla.
Para Inés era muy importante verse los labios muy hidratados, así que los perfilé con Lip Pencil Marnie con la mascarilla Lip Balm Orgasm«.
Para la ceremonia la novia quiso homenajear la artesanía y la moda españolas con un vestido diseñado a medida por Castellar Granados. “Castellar sabe de moda y no solo de novias”, asegura. Además llevó un velo con tul de seda natural en color blanco roto.
Inés diseñó unos pendientes con Rabat de diamantes estilo vintage, que pudiera ponerse más días. “No salgo de casa sin pendientes, para mí tienen un papel fundamental en mis looks y tenía que llevar algo grande” me cuenta.
El peinado lo tenía claro desde el principio: “quería ir con el pelo suelto. Un rollo muy natural y desenfadado”.
“Toda la boda la decidimos en función de la iglesia” me cuenta. Pertenece al abuelo de una amiga de la pareja que la construyó para casarse con su mujer. “Tiene una historia familiar muy bonita y mi amiga siempre me había dicho que cuando nos quisiéramos casar nos la dejaría. Tiene unos frescos increíbles, está delante del mar… una maravilla. Es un sueño y fue espectacular poder casarnos ahí”.
Cristian llevaba un chaqué a medida de Scalpers en azul marino con una corbata vintage de Hermès, regalo del hermano de la novia, un reloj Rolex y unos gemelos Montblanc regalo de pedida.
En cuanto al ramo, la novia eligió su flor favorita, la gerbera, muy presente también en la decoración boda.
Para el emplazamiento contó con la ayuda de una amiga que tiene una web de localizaciones. “Me habló de una finca diseñada por el paisajista Fernando Caruncho con unos jardines increíbles pero privada llamada Mas de les voltes. Gracias a nuestra wedding planner Animae21grams conseguimos el contacto, y tres meses antes de casarnos conseguimos alquilarla” me cuenta.
El montaje de veleos para el aperitivo y el baile corrió a cargo de Veleo Tent & Event.
El catering corrió a cargo de Nando Jubany “que lo dio todo y se adaptó totalmente. Les pedimos una torrija y fue el plato estrella. Triunfó. También hicimos un guiño a mi familia, que es vasca, con un rape a la donostiarra. Para nosotros era importantísimo que la gente comiera y bebiera bien, y Nando es acierto seguro».
Las flores las escogieron con Tavola Decoración. «Fueron un amor. Soy una loca de las flores y tenía muy claro lo que quería: flores muy poco típicas y distintas».
Ab Caligrafía se encargó de los carteles para las mesas «Ana es un amor, hizo la papelería que siempre había soñado. La tipografía era la misma para todo los detalles de la boda, y estaba hecha a mano» cuenta la novia.
Los detalles para los invitados fueron pensados minuciosamente por la pareja. “Mi hermano me mandó una frase de Luis Alberto de Cuenca: “Se nos salía el amor por el borde de nuestras copas”, que me dijo que era muy nosotros y obviamente quería ponerla en la boda. Nuestra diseñadora de Laagam, Judit, hizo unos tarjetones donde escribimos a mano una dedicatoria a cada invitado. Cuando llegamos a la cena, todos los invitados estaban emocionados y fue súper emotivo”, nos desvela. Además, tuvo un detalle con las invitadas llevaban vestidos creados por Laagam en exclusiva para la boda de Inés.
Para el aperitivo contaron con un grupo de flamenco.
Para la decoración y el mobiliario, los novios contaron con Options que partieron de la idea de las velas para construir un universo “de estilo majestuoso” con el candelabro como protagonista.
Para la fiesta “queríamos recrear una discoteca dentro de la finca. Montamos una carpa llena de bolas de discoteca. Quedó espectacular”. Los novios tenían como prioridad la música. «Cristian es muy ochentero, yo soy muy reguetonera. La Repera no falló».
Cuando se hizo de noche Inés cambió a un vestido que compró en un viaje a París junto a su madre del diseñador Giambatista Valli. Confeccionado con organza, corto, con volantes y hombros descubiertos.
De la fotografía se encargó Dos más en la mesa y del video Paper light studio.