Casilda se casa

La boda de Valentina Garí y Guillermo en Barcelona II

La celebración continuó en el mismo lugar de la ceremonia, una casa familiar en la Ricarda. De la decoración se encargó Pedro de Cayana Studio que, basándose en la idea de crear un espacio con esencia italiana, utilizó manteles a cuadros, embutidos, tomates, limones, ajos y miles de cestos colgando como si hubiese un mercado en el jardín.

Para la organización de la boda contaron con la ayuda de Clara Pascual de El Gallinero Events y Alex de A.M. Eventos, amigas de Valentina.

Muchas amigas iban vestidas con diseño de la firma de la novia, Valentina Garí, «fue muy guay ver a tantas invitadas vestidas de mí»,

El catering lo sirvió 21 de Marzo. Empezaron con un aperitivo italiano compuesto por diferentes embutidos y quesos, vermut, pescado de lonja, etc. Mientras, sonaba en directo el grupo de rumba Acorde a Ti. El menú principal estaba compuesto por «Pan del moro», ensalada verde, tomate de l’Empordà y chuletón a la brasa con patatas y pimientos del padrón; de postre Panettone y Recuit de Fonteta con higos y piña. Para terminar, colocaron poncheras grandes con cucharones rellenas de gintonic y mucho hielo para que la gente se sirviera directamente en el vaso.

De la cena se encargó Isabella’s el restaurante de la madre de Valentina que cocinó en directo rigatoni, unos con trufa y otros alla norma. La papelería fue obra de Marina Milá, «me hizo unas minutas que escribí yo a mano y ella las acompañó con sus dibujos». By Petra hizo unos platos de pan personalizados con los dibujos de Marina para que los novios regalaran a algunas de las invitadas.

«Quisimos hacer un tardeo previo al baile y acabamos bailando alrededor de las mesas con el arcoiris y musicón de los Dj´s Martí Puig de Music and me, Miki Monras y el técnico de sonido y encargado de la iluminación Diego de Black Audio. «Hicieron posible que toda la boda sufriera de dolor de pies al día siguiente de no parar de bailar».

Valentina llevó un segundo vestido de crochet, «quería algo distinto, cañero y sexy». Contactó con una señora de la que le habían dicho que cosía muy bien la técnica y juntas, a distancia, crearon un vestido espectacular con hilo de cashmere. Se cambió los zapatos por unas sandalias de ante en color naranja y fucsia de Alohas y los pendientes eran el regalo de boda de Beth, de la joyería de su familia Puig Doria.

Durante el baile contaron con el saxo David Riberas.

Las fotos son de Milena Güell de The Galaxy’s Edge, algunas de las invitadas las hizo Claudia García Mauriño y el vídeo Bebi Puigpey.