Guía sobre la organización financiera de una boda
Organizando la boda (Covid) de mi hermano me he dado cuenta de lo poco informados que estamos sobre el tema financiero del gran día. Pensando quién podría darme consejo, me vino a la mente Natalia de Santiago. Es ingeniera de formación, financiera por vocación; autora del blog La Madre Tigre, actualmente escribe sobre economía y finanzas en ELLE y acaba de publicar su primer libro: Invierte en ti (Editorial Planeta). En él explica, en solo once pasos, cómo organizar la economía de cada uno para vivir mejor, es «la guía definitiva que te ayudará a ahorrar, planificar y gestionar tu dinero de una manera tan eficaz como entretenida».
Me ha dado sus tips sobre la economía de una boda con el genuino sentido del humor que la caracteriza igual que hizo con sus «Consejos de matrimonios que llevan de 1 a 35 años casados». Estos son:
– ¿Es recomendable hacerse una cuenta común para ir pagando las cosas de la boda o dividir gastos?
N: Hombre, no sé si para la boda en particular, pero cuando uno decide compartir su vida con otro, es casi imposible no tener una cuenta conjunta en algún momento por muy separadas que se lleven las cuentas. Lo que sí recomendaría, es fijarse un presupuesto máximo para la boda porque, si no, es fácil que se te vaya el dinero en cosas que al final no aportan tanto.
Yo creo que en las bodas, como en casi todo, se cumple la ley de Pareto y aquello de que un 20% de los detalles son lo que va a recordar el 80% de tus invitados. Por eso, en lugar de ponerse a lo loco a intentar tenerlo todo, yo me concentraría en ese par de detalles que de verdad van a hacer tu boda especial y tuya.
– ¿En qué momento deben cambiar su status? Es decir, de cara a hacer gananciales o separación de bienes.
N: Lo primero que hay que saber es que en España se aplica el Derecho Foral y depende de la Comunidad Autónoma. Los matrimonios pueden ser en gananciales, o sea, a pachas en todo, o puedes optar por la separación de bienes —lo tuyo es tuyo y lo mío, mío— en cualquier momento, tanto antes como después de la boda.
Como con todo, lo suyo es deshojar esta margarita incómoda antes de la boda para no empezar ya con una mochila de malos entendidos. Y, si nos decidimos por la separación de bienes, firmar las capitulaciones ante notario antes de la boda e inscribirla en el Registro Civil y en el Libro de Familia.
Al final, esto es muy personal, pero, si alguno de los dos es empresario o pretende lanzarse a emprender en un futuro no muy lejano, sí que me plantearía el régimen de separación de bienes porque facilita bastante las cosas y delimita las responsabilidades de cada uno si tenemos mala suerte y las cosas no salen cómo nos gustarían.
– ¿Hay que declarar los regalos a Hacienda?
N: Vamos a hacer como que no me has hecho esta pregunta porque la respuesta es sí. En teoría, los regalos tributan desde el primer euro como donaciones. Otra cosa es que Hacienda lleve muchos años haciendo la vista gorda.
– ¿Cómo hay que plantearse una boda? ¿A partir de un presupuesto, eliges proveedores?
N: Como te decía, yo sí que me marcaría un presupuesto realista (sobre todo, para que te sirva de referencia para priorizar un poco). Lo de las bodas es un submundo aspiracional y a veces es muy difícil mantener la cabeza la fría y darte cuenta de que nadie se va a fijar en las peceras con pirañas tropicales en la puerta del baño.
Y luego, aunque esto es una opinión estrictamente personal, yo me ahorraría el gasto en suvenires que van a acabar cogiendo polvo en el bolso del vestido que tu invitada solo se puso una vez. Lo mejor que se puede llevar la gente de tu boda es un buen recuerdo y eso, muchas veces, se consigue con muy poco.
– 5 consejos relacionados con la organización económica de una boda que darías a los que se van a casar.
N: Lo importante al final es ser conscientes de que la boda es un día, pero el matrimonio, con un poco de suerte, para toda la vida.
En este sentido, creo que muchas parejas se casan sin haber hablado de lo económico porque parece un poco anticlimático. Pero igual que casi nadie hoy en día se plantea casarse sin conocer de qué pie cojea su pareja en la cama, yo tampoco me casaría sin haber aireado antes los trapos sucios financieros y sin haber hablado un poco de si se quiere llevar la economía familiar juntos o separados; poner todo en un mismo saco; aportar en proporción a lo que gana cada uno o fifty-fifty… En fin, todas esas cosas que si no se hablan antes pueden acabar con la luna de miel en un santiamén.
Pero habías dicho cinco cosas, así que, resumiendo, yo recomendaría hacer esto antes de la boda:
1. Elegid si queréis casaros en régimen de separación de bienes o gananciales.
2. Decidid si vais a tener una cuenta común y qué gastos van a salir de ahí.
3. Poneos de acuerdo en cómo vais a llevar las cuentas y cuánto va a aportar cada uno si no vais a pachas con todo.
4. Si hay casas, hipotecas, empresas o bienes de por medio, haced testamento y pensad cómo se quedaría el otro si vosotros faltaseis.
5. Recordad que, a partir de ahora, estáis en el mismo equipo.