El primer vestido de novia de Anaika

La novia contó con Marieta Nogueras, para que la maquillara y peinara, por recomendación de una amiga. «Me encantó por lo natural y por cómo resaltaba las facetas. Tanto el maquillaje como el peinado aguantaron toda la noche, sin ningún retoque».

La novia llevó la diadema que le regalaron sus padres de un anticuario de Sevilla, El Patio de las Antigüedades. Y también, el anillo de pedida de Jocafra Joyeros.

El vestido fue un diseño de Anaika, la firma de Piluca Cobreros. «Cuando anuncié que me casaba, su mayor preocupación era que qué iba a hacer con el vestido en tan poco tiempo», recuerda la novia.

«Sabía que nadie se iba a empeñar más en que yo fuera bien que mi amiga Pilu… A parte de que me encanta de siempre su estilo, y su empeño y dedicación en todo lo que hace. Nunca podré dejar de estarle agradecida por todo lo que hizo por mí».

Jesús Fuertes, de La Galería, fue el encargado del ramo y de toda la decoración, tanto de la iglesia como del emplazamiento de la celebración.

La ceremonia religiosa fue en la Capilla de Los Luises, un lugar desconocido para los invitados, pero con mucha historia para los novios.

Después, lo celebraron en El Real Club Pineda con su catering.

«Javi Salas, de SmartSound, fue quien puso vida a la celebración, y la verdad que estuvo genial», asegura la novia.

Las fotos son de Couche Photo y el vídeo de Victor López.