Hubo días
(Este es un post que escribí el 17 febrero, 2014 en My Little Pleaschhures, mi otro blog que ya cerré. Me lo ha recordado una lectora y he decidido compartirlo por si alguna se lo perdió).
Hubo días en los que apenas pensó en ti y días en los que hubiera dado un brazo por un minuto contigo. Días de frío y de lluvia y días de tartas y de sol. De pasar por tu casa y de dar un rodeo para no rozarla. De buscarte entre la gente y de esconderse para no verte.
Hubo fechas señaladas y fechas olvidadas. Casualidades que fueron lo menos casual de vuestras vidas.
Hubo medias risas al oír hablar de tus historias que decaían cuando se daba cuenta de que ya no estabas y mordiscos de labios para no decir tu nombre.
Hubo noticias que le paralizaron y otras que sin saberlo ya se esperaba.
Hubo “me asusta y a la vez quiero que pase”.
Hubo amigos del alma que no estuvieron ahí y gente que apareció de la nada como enviados por alguien para cuidar de ella.
Hubo encuentros con dolor de estómago y otros en los que se hubiera quedado a vivir.
Hubo días que deseó morirse y días en que la vida le pareció mejor que las películas. Días sin respuestas y días sin preguntas. De vivir y de sobrevivir.
Hubo algo de pasión, pero también ganas de nadie que no fueras tu. Móviles apagados y teclas que ardían para que te escribiera.
Hubo noches perfectas que acababan mal cuando tocaba irse a dormir. Canciones nuevas y tus viejas canciones. Paseos bajo la lluvia por si aparecías y noches en otras ciudades sólo para no encontrarte.
Hubo sorpresas, certezas, esperanza, pena.
Transición.
Hubo días malos y buenos, pero todos sirvieron para entender que nunca volverás, y, aun así, ser feliz.
PD.1 Dedicado a P.S que me lee desde el otro lado del charco y sabe de estos días.
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