Casilda se casa

La boda de Cristina y Diego en Carmona

Cristina y Diego se casaron el fin de semana pasado en Carmona, cerca de Sevilla. Vi alguna foto en redes sociales porque tenemos algunos amigos en común y en seguida les pedí que me dejaran publicarla. Con una gran generosidad por su parte, los novios se han fiado de mí dejando que seleccione unas fotos de Couche Photo para publicarlas mientras ellos se van de viaje.

Me encantó esta boda por el vestido de la novia, que era heredado de su madre y cortado, con mucha gracia, al tobillo. Hacía mucho tiempo que no publicaba un vestido de novia así y me parece un gran corte a recuperar. «Fui a ver a varios diseñadores pero mi madre siempre me insistía con que me probara su traje así que me lo probé en cuanto me lo trajeron de Sevilla, y al día siguiente, lo llevamos a Navascués en Madrid para que me lo ajustaran”, recuerda la novia. Allí cambiaron las mangas y la cola.

Con el vestido de su madre, Cristina no estaba del todo cómoda porque era muy entubado, así que encargó a Jorge Acuña un vestido de su colección de baile para ponérselo en ese momento precisamente. «Yo quería algo cómodo así que me hizo este diseño en blanco, cambiamos algunas cosas, pero quedó muy bien. Tenía como gasas por detrás que al bailar favorecían mucho», explica la novia.

Del taller de Navascués se trasladó Guillermo hasta Sevilla para ayudar a la novia a vestirse. La maquilló José Belmonte de Cool.

La diadema la montaron con la pulsera de pedida de su abuela que también quedó muy bonita. Se la colocó Bruno de BRN Concepto, de Sevilla.

En los pies llevó las sandalias ‘Tribute’ de Yves Saint Laurent en color nude, rosáceo que le iban fenomenal al vestido.

Cristina tiene solo hermanos así que para su madre fue una ilusión muy grande que llevara su vestido heredado.

Llevaba en el pelo un velo de encaje antiguo de su familia, a juego con el traje, y Cristina de Navascués tuvo la idea de enganchárlo por detrás y, como luego no se quitó la cola, parecía que era del mismo traje.

«Mi madre y yo somos súper fans de las proteas y las dalias. Le pedí a Búcaro si me podía hacer el ramo metiéndome estas dos flores y ese fue el resultado, me encantó».

Las niñas de arras fueron dos y llevaron vestiditos de Labubé y la pequeña capota de Masario.

Cártamo Flores montó un arco en la entrada de la iglesia. «Yo siempre me había querido casar en el jardín de casa bajo el típico arquito americano a modo de altar así que encargué esta idea en la puerta de la iglesia», explica Cristina.

Las flores preferidas de la madre de Diego eran las calas así que, como sorpresa, Cristina llenó toda la iglesia por dentro de calas blancas.

La cena se celebró en Hacienda Molinillos, una finca  familiar de olivares en Carmona, a 20 minutos de Sevilla.

Prepararon todo al aire libre. «Me apetecía como boda de verano, con luces de verbena. Las flores y la decoración era todo de Búcaro, quedó espectacular. El catering era Dani García».

«En el baile, Diego y yo queríamos bailar la canción de Perfect porque es súper especial para nosotros, pero no quería dejar de bailar con mi padre. Así que empecé con mi padre con un vals y luego me cambié con Diego. Justo en ese momento, mis amigas, como sorpresa, repartieron bengalas que encendieron en ese momento».

«El Dj fue Kike Verdeal, de Play Music, y la verdad es que estuvo apoteósico hasta las siete y media de la mañana. Todo el mundo bailó hasta el final. En Sevilla la gente lo conoce menos y tuvo mucho éxito».

Todas las fotos y el vídeo son de Couche Photo.

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