Casilda se casa

Hace poco encontré una foto antigua en la que me vi el pelo más voluminoso que en la actualidad. Me pregunté qué champú usaría por aquel entonces y después de darle vueltas a posibles formas de averiguarlo, recordé un post que hice hace tiempo donde os contaba todos los productos que utilizaba de verdad verdadera. Ahí estaba el champú del milagro. Me lo he vuelto a comprar.

He pensado, por tanto, en volver a dejar constancia de los productos que utilizo a mis 30 para mi propio archivo mental y también para que opinéis y descubráis algunas cosas que funcionan. La mayoría siguen conmigo desde aquél post que hice y otros los he ido desechando. Simplemente algunas cosas funcionan mejor en unas que en otras y no quiere decir nada.
En esta selección hay productos de precio elevado (para la piel invierto casi más que en ropa hasta encontrar la que me encaja) y también baratos, porque en el precio de un producto de belleza no va siempre incluido en lo que encaja con tu piel o pelo. Espero que os guste.

1. Leche limpiadora. Conocí la firma Massumeh hace unos meses y parece el hechizo de la Cenicienta porque de momento no sabéis la cantidad de gente que me ha dicho la buena cara que tengo cuando uso sus productos. Mi favorito es la leche limpiadora, me noto la piel tersa e iluminada cuando la utilizo.

2. Tónico. Repito producto año tras año porque cuando he dejado de usarlo es cuando mi cara se ha convertido en un campo de minas. Es P50 de Biologique y me lo recomendó Gracia de la Maza: “Equilibra el manto natural de hidratación, consiguiendo una piel sana. La base para una piel bonita y capaz de luchar contra el envejecimiento”, me explicó. Lo corroboro.

3. Crema hidratante. Llevo unos años con DayWear de Estèe Lauder interrumpiendo su uso con novedades que iban llegando a mi cajón y de las que me he arrepentido al mes de utilizarlas. De momento solo esta crema congenia con mi piel.

4. Crema hidratante de noche. Fui a un evento de La Mer y me regalaron The Moisturizing Soft Lotion, para que la probara. No sabían que estaban creando una terrible adicción. Dos noches a la semana la utilizo a modo de sérum (mi piel es demasiado grasa para más) y es una maravilla. Se trata de la reinvención de la fórmula legendaria que ayuda a reparar la sequedad y suavizar los signos del envejecimiento. Veremos qué hago cuando se acabe.

5. Contorno de ojos. A los 20 no usaba pero según muchas de las especialistas que conozco, este producto es la madre del cordero a partir de cierta edad. Utilizo uno de Shisheido: Future Solution LX Eye and lip contour regenerating cream, que hidrata, previene y trata las ojeras, bolsas y finas líneas.

6. Mascarilla facial. Yo la encuentro en Gracia de la Maza y es de la marca Lamdors, Fórmula X.A 23. En mi caso la utilizo ocasionalmente para tratar granitos que suele aparecer de vez en cuando.

7. Exfoliante. Una vez a la semana o cuando siento que lo necesito utilizo el de Bioeffect, Volcanic exfoliator que descubrí en Islandia. Es ultra suave y sirve para eliminar impurezas, células secas y/o muertasy y afinar la textura de la piel.

8. Ampollas flash. Repito la que ya os recomendé, las de Germinal te solucionan el día. Buena cara al instante.

9. Base de maquillaje. Renegué muchos años de este producto por parecerme siempre que se pecaba de exceso en su uso hasta que un día me planté en Bobbi Brown para que me indicaran cual era el mejor para mi piel. Ahora no puedo vivir sin base.

10. Tapaojeras. El corrector Healthy Mix Anti-Fatigue de Bourjois lo compré en un viaje porque olvidé el que utilizaba anteriormente y desde entonces no ha salido de mi rutina. Su fórmula fluida se funde fácilmente con la piel, cubriendo las ojeras y bolsas de los ojos sin que se noten las marcas.

11. Colorete. Repito el Dream Touch Blush 06 Berry de Maybelline aunque no sé si siguen vendiéndolo. Lo importante de este producto es el tono, perfecto para conseguir un efecto “me ha dado un poco el sol hoy”. Está comprobado que favorece a todo el mundo.

12. Iluminador. Mi amiga Mariana me enseñó sus efectos una noche maquillándonos en el cuarto de baño de un bar y ahora ya no puedo salir sin él. Utilizo el Accord Parfait en tonos dorados.Es perfecto para las que tenemos poco pómulo.

13. Polvos de sol. Repito los clásicos de Estee Lauder, Bronze Goddess, aunque maldigo su tamaño cada vez que se me rompen.  Es difícil encontrar unos con los que no parezcas Valentino y con estos yo estoy contenta.

14. Máscara de pestañas. Siempre digo que si solo pudiera utilizar un cosmético sería este. Tengo el bote tan desgastado que no podía mirar la marca que era para ponerlo en esta lista. Por fin he descubierto que es Lash Sensational Maybelline y aunque he probado otros este no se mueve nunca y hace crecer considerablemente las pestañas.

15. Pintalabios. Aunque siempre fui de tonos burdeos, me enamoré de esta colección limitada Rouge Allure Velvet  de Chanel en cuatro tonos. Mi favorito es el más oscuro y ¿cómo es el packaging?

16. Eyeliner. Calligraphie de Chanel, por ser en crema y de larga duración y porque se me da mejor el pincel que el lápiz. Eso si, no es muy cómodo para retocarte en un evento, se necesita máxima concentración.

17. Gel de ducha. Mi gran pena es no tener bañera, así que siempre invierto en geles que me hagan sentir que mi ducha es un ritual especial. La firma Freshly tiene uno de aguacate que me encanta.

18. Crema hidratante de cuerpo. Nos mandaron a la redacción de Vogue.es un calendario de adviento con diferentes productos de Clarins y yo me quedé con este Balsamo Súperhidratante. Es perfecta para mí: no huele (odio las de almendras), sientes que te hidrata y a la vez se seca muy rápido.

19. Jabón de manos. Como decía en el post anterior sobre este tema, adoro los envoltorios de pastillas de jabón pero siento más higiénicos los jabones con difusor. Cuando estuve en Barcelona, en una de las mejores manicuras que me han hecho en mi vida, descubrí Dirty Cow Refreshening, de la marca Cowshed. Su olor me obsesionó y ahora no puedo utilizar otro.

20. Perfume. For Her de Narciso Rodríguez ¿cuál si no?.

21. Anticelulítico. Coincidiremos todas que este tipo de producto no hace ningún milagro. Sin embargo, Somatoline Reductor 7 noches si que siento que mejora el aspecto de las zonas con celulitis. Es un poco ‘pringue’ pero merece la pena.

22. Aceite corporal. Este pack de Per Purr hace que me apetezca salir de la ducha cuando estoy muy a gusto debajo del agua. Embadurnarse en uno de sus aceites (hay para todas las situaciones) es una sensación que me recuerda al verano.

23. Crema de manos. Mi madre, que es la reina de las cremas de manos, siempre utilizó Neutrogena concentrada así que su olor me resulta familiar. Solo utilizo esta.

24. Champú. Lo he probado todo para el volumen, que es mi gran obsesión y mi favorito desde hace años es el de Redken que antes era verde y ahora es azul de la línea High Rise. No engrasa, no apelmaza y hace crecer considerablemente el volúmen. El único ‘pero’ es que se vende únicamente en peluquerías.

25. Mascarilla para el pelo. Probé a la vuelta del verano esta crema restructurante Damage Remedy de Aveda pensando en los daños que sufre el pelo en esa época y he terminado quedándomela todo el año porque no engrasa y siento que hidrata de verdad.

26. Esmalte de uñas. Me encanta que en My Little Momó cuando dices que quieres el color de las novias, natural pero bonito, en seguida saben de lo que hablas. Su elección es Mademoiselle de Essie y yo, que siempre fui muy de burdeos, me estoy aficionando a este tono para el día a día. ¿Serán los treinta?

27. Champú en seco. Siempre pensé que este invento era una guarrería hasta que una vez no me dio tiempo a lavarme el pelo por segunda vez en el día (es lo que pasa cuando llevas flequillo con el pelo muy fino y tienes muchos eventos) y decidí probar este de Aveda. Es perfecto para este tipo de soluciones de emergencia o  para coger volumen a mitad del día. Pero ante la duda y si tienes tiempo, siempre es mejor lavárselo.

28. Hidratante labial. Conozco a una chica que trabaja en la firma Bioderma y me habló de Atoderm. Me parece tan gustoso que se convierte en adictivo. Al menos en mi caso.

29. Pastillas para el sol. Descubrí las de Onebiol y ahora me compró las cajas a pares. Se acabaron los Rayos UVA.

30. Pastillas para el pelo. De estos 30 productos que utilizo a mis 30, creo que al menos han salido tres para mi obsesión por el volumen en el pelo. Pero si tuviera que elegir uno solo, serían sin duda las pastillas Densiology Mujer de Inneov. Mano de santo.

De pinchazos, dejar de fumar y otros tratamientos que me rondan a modo de buenos consejos hablaremos más adelante aunque espero que después de saltar de década.

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