La boda de Rocío y Alfonso en Huelva
Me encontré, en la cuenta de Instagram de Couche Photo, con esta novia de gris de personalidad arrolladora y ese tocado de plumas que no me puede gustar más, y como una loca les escribí a las fotógrafas para pedirles permiso para publicarla.
La boda se celebró el pasado 21 de julio en el Santuario de la Cinta, una Iglesia emblemática de Huelva donde ya se había casado la abuela de la novia 70 años antes y que guarda un encanto especial por su ubicación y las vistas que ofrece hacia las marismas del Odiel. «El atardecer desde este emplazamiento es realmente único y a la salida de la ceremonia disfrutamos de una luz perfecta», explica la novia. Esos detalles como la luz, las vistas y el emplazamiento les preocupaba particularmente puesto que ambos son arquitectos. Alfonso comparte estudio, Fit-design, con dos socios y amigos íntimos de la carrera, a caballo entre Málaga y Sevilla y Rocío por su parte trabaja en el estudio que lleva su nombre, Rocío Monsalvete.
El tocado, tan bonito, se lo hizo Patricia Buffuna, con muchísima paciencia y dedicación y con esa delicadeza que ella tiene. El maquillaje y el recogido quedó en manos de Jose García.
El vestido fue obra de las diseñadoras de Malula, que captaron a la perfección la idea que tenía la novia en la cabeza. No era capaz de imaginarse vestida de novia, así que intentó buscar algo que fuera diferente pero muy sencillo. Tenía claro que quería un vestido corto y con zapatos cerrados, que finalmente encontró en Doriani.
De la ropa de los pajes se encargó una tía de la novia, Coni, de Su ropita de punto. «Los primeros en disfrutarla fueron los propios modelos, que eran mis sobrinos, que estaban felices con sus sombreros de paja», explica la novia.
El ramo de novia fue elaborado en la floristería Antonio Rivera, un bouquet de flores muy variadas.
La cena se celebró en El Convento de la Luz, un conjunto arquitectónico de estilo gótico-mudéjar con aire decadente. La cena tipo cóctel fue servida por Alda&Terry. La decoración se encargó a Flowers by Clara, que supieron interpretar inmediatamente la singularidad del convento.
Durante la cena cantó Marta Santamaría y posteriormente pincharon los dj’s Xite y Clara de Xite &Co., que consiguieron reunir a todas las generaciones bailando a la vez.
De las fotos y el video se encargó, como he dicho al principio, Couche Photo, que siempre consiguen captar los pequeños detalles que quieres guardar en el recuerdo.