La boda de María y Matthias en Marbella

María es una de las fundadoras del estudio de interiorismo Santos & Miguelena y se casó con Matthias el 12 de septiembre de 2015 en Marbella, la misma fecha en la que se casaron los padres de María 29 años antes. Me apetecía publicar su boda cuando el tiempo acompañase así que he esperado unos meses para que os muráis de ganas de iros a Marbella esta misma tarde viendo las fotos.

«Aunque para nosotros lo importante de la boda es lo que viene después (y lo mejor), es un día increíble, sobre todo porque consigues juntar a toda la gente que quieres y que te quiere el mismo día y en el mismo sitio y eso creo que es muy difícil volver a conseguirlo», me explicó María. Como el novio es suizo y vinieron muchos invitados extranjeros, decidieron hacer el día antes de la boda una comida en el chiringuito Sylt, en Marbella. Por la tarde con un dj y unos mojitos de sabores vieron atardecer en la playa.

Decidieron casarse por la tarde porque en esas fechas todavía suele hacer calor. La madre y la tía de la novia tienen la marca Miss Camisones comieron ese día se vistieron todas juntas. La anécdota de la boda fue que le diseñaron una bata del modelo marquesa, para ese día, que llevaron a bordar con las iniciales de los novios y ¡nadie se acordó de ir a recogerla! Menos mal que justo camisones y batas no faltaban en su casa. Les maquilló Tatiana Roa (679 999 006) y les peinó Sofía, la peluquera de toda la vida de la madre de María.

El traje que llevó la novia era de Marcela Mansergas. «Me encantó que no me probara nada y solo dibujara, pensando en el traje totalmente desde cero. Yo en mi trabajo también le pido a mis clientes que se dejen llevar y me encanta diseñar lo que más encaje con ellos, por eso me gustó la idea de dejarlo todo en sus manos. Le pedí a ella que eligiera el boceto que más le gustaba entre los cuatro que me planteó, y la verdad es que no pude estar más contenta y sentirme más ‘yo’ con el resultado», recuerda.

Los pendientes fueron un regalo de sus padrinos y sus primos. Los diseñaron con Javier Gomez Zuloaga (629 289 105 / 915 595 556) partiendo de un recorte de una revista que tenía la novia. También diseñó su anillo de pedida.

El chaqué de Matthias, el novio, era de Absolute Bespoke y fue un regalo del dueño de la firma que es muy buen amigo de los novios. Se bordó en el puño el logo con sus iniciales y los gemelos fueron un regalo de la novia con las dos M.

Se casaron en la parroquia del Santo Cristo, que aunque es muy pequeña les hacía mucha ilusión porque fue la novia hizo su primera comunión. «No quería una iglesia grande porque temía la entrada a la iglesia y el paseillo, y esta al ser tan chiquitita nos sentimos muy acogidos».

Con la música de la ceremonia dieron muchas vueltas porque no terminaban de encontrar nada que me gustara. Sigue la novia: «Al final mi hermana me enseñó el video de unos amigos de su compañero de piso en Berlin, un grupo holandés que me enamoró, The Attic Sleepers. Todas las canciones, salvo el Halleluyah de Leonard Cohen y una versión que hicieron ellos del Ave Maria, eran o canciones suyas o versiones de otros grupos: Julia & Angus Stone, Coldplay, The Gardener… Ellos no hablaban ni una palabra de español, ni habían estado nunca en una ceremonia religiosa, así que fue mérito de mi hermana conseguir que cantaran en los momentos oportunos. Al final no solo cantaron en la ceremonia, sino que nos acompañaron todo el fin de semana, convirtiéndose en unos invitados más en la boda».

Las niñas de arras estaban ideales con unos vestidos que hizo una amiga de la madre de la novia con unos encajes de un mantel antiguo.

La fiesta fue en la finca La Cuadra y el catering lo sirvió Dani García. La decoración y la organización fue obra de Marta Oconnor, llenaron toda la finca velas y colgaron unas lámparas que hicieron con papeles de Nina Cambpell y Matthew Williamson. En las mesas colocaron unos árboles con velas y mezclaron flores con fruta.