El 2017 que imagino
Como cada año, intento imaginar cómo serán estos próximos 12 meses (en cuanto a bodas). Vuelvo a imaginar que llega un 2017 de novias con personalidad, de novias que apuesten por la naturalidad sin querer demostrar nada a nadie. De creatividad e inspiración. De bodas que nos pongan la piel de gallina. De bodas por amor. De bodas sencillas. De bodas divertidas (¡qué novedad!).
Un año de empresas dedicadas a las bodas con profesionales generosos y creativos. Un año donde se pueda dar, sin que nadie espere recibir nada a cambio. Un año de buenas ideas, de cosas bellas, de amor del bueno. Un año en el que cumpla 30 años sin perder la ilusión al abrir un ‘we transfer’ para descubrir fotos de una boda. De seguir creando un Instagram que os inspire y os divierta. De no perder un segundo en envidias o miedos.
Estas son las cosas que imagino para 2017:
-Un año de minimalismo con volantes. Esa difícil combinación que me encanta por ser una mezcla de austeridad y alegría, de aires victorianos, que no resulta sosa. Como el que propone la australiana Lola Varma, que encuentra en esta combinación su sello propio.
-Un 2017 con celebraciones de bodas en sitios nuevos. Por ejemplo Gaztelur, el proyecto de Biarritz de Marta de la Rica que me tiene absolutamente apasionada. No dejéis de valorar este espacio tan espectacular para celebrar una boda.
(O simplemente ir a comer un día a su restaurante que es lo que voy a hacer yo)
-Un 2017 de invitaciones personalizadas como las de Stephanie Fishwick. Las invitaciones online nos acechan pero donde esté un buen diseño en papel, que se quite lo demás. Las de esta americana pueden servir de inspiración para toda la temática de la boda, porque idea todo un paisaje en cada una de ellas.
-Un año firmas ‘de toda la vida’ que resurgen. La última en animarse a abrir cuenta en Instagram es Conchitta, el taller de tocados con más tradición en Madrid. Con Miguel Marzo y Jesús Díaz como herederos del «le chapeau modiste» (el arte de la creación y fabricación de moldes perecederos, destinados a diseñar sombreros y tocados únicos) y unas fotos preciosas para presentar su última colección, el antiguo taller vuelve a estar más de moda que nunca. Toda mi admiración ante esas marcas que no cejan en su empeño de apostar por la belleza efímera pero distinguida y sin dejar de renovarse cada año.
-Un año de bodas con asado. La primera en hacerlo fue Chufy y pero el otro día conocí a Iván Migliore de El Ombú que ha hecho mi sueño realidad. Olvida el córner de sushi en tu boda y deja paso a una buena carne argentina.
-Un 2017 con emprendedores que se lanzan a por un sueño. Como Basilisa, una tienda online vintage que es un sueño personal hecho realidad. Ideada como una retrospectiva melancólica que aúna objetos y prendas que llevan en su memoria vidas e historias desde 1800 hasta la actualidad de ciudades como París a Nueva York, estoy segura de que será una fuente de inspiración para todos.
-Un año de novias con personalidad. Como una amiga mía, que siempre ha llevado zapatillas Superga (aunque fueran otras las zapatillas de moda del momento) y que el día de su boda hizo lo mismo pero con un toque especial, llevándolas en color plateado. Encuentra eso que te representa y el día de tu boda no renuncies a ser tú misma.
-Que casarte en Las Tenadas siga siendo una buena idea. Como he dicho antes, ojalá sigan abriendo sitios nuevos, pero también ojalá que los ya clásicos (a pesar de que éste solo tenga unos años) sigan siendo impecables y un lugar al que la gente siempre quiera volver.
-Un año de mariposas. Unas fotos basadas en un historia de una bruja que necesitaba mariposas para hacer sus venenos, y una boda francesa que publiqué el año pasado donde las paredes estaban llenas de ellas, me inspiran para una temática original. Y si no, mirad estas dos fotos. Además el desfile de Dior de Alta Costura también las incluye (Maquillaje: Patricia Mullen. Peluquería: Simone Hoej. Estilismo: Elise Verhoeven. Vestidos y complementos: L’ Arca. Atrezzo: Paula García)
-Donde marcas con trayectoria firmen su obra culmen. Es el caso de Flowers by Bornay, que por fin abre al público su taller floral en Barcelona, en uno de los edificios más especiales y emblemáticos de la ciudad, anteriormente llamado “L’Hivernacle de Sants”. Tras más de seis años realizando creaciones en eventos especiales, bodas y editoriales para las principales cabeceras nacionales e internacionales, se han decidido asentar en este nuevo estudio que se convierte en el epicentro creativo del taller, y permite al equipo ofrecer nuevos servicios, como la venta al público con su primera Bornay Store, Workshops y la celebración de eventos.
-De firmas que se adaptan a todos los públicos. Como los impecables Liven Photography que han creado la nueva marca Academy by Liven Photography, formada por los mejores segundos fotógrafos de Liven, que han aprendido y trabajado de manera continua, mostrado su valía con creces. Pudiendo ofrecer así un trabajo equiparable al de Liven, a un precio muy competitivo.
-De nuevas tiendas. Como la monada que acaban de inaugurar El Taller de Lucía en Avenida de Alfonso XIII, 29.
-De restaurantes para estar. Lo que más me gusta del nuevo restaurante de Cristina Oria, siempre lo digo, es que invita a ‘estar’. El foie de otro planeta o los ‘sandwichitos bikini’ son motivos más que suficientes para ir, pero además es que una vez dentro, enlazarás la comida con la hora de merendar porque es un gusto estar ahí.
-De tiempo con amigas. Ya que (las mías) cumplimos 30 este año, espero que podamos pasar tiempo así. Aunque solo sea media hora.
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