Una boda en un pueblo de piedra
La novia, la protagonista de la historia, pasaba sus veranos en Pedra, un romántico pueblo de Bellver de la Cerdanya que apenas tenía 15 habitantes hace tan solo 10 años. Un agosto, ella decidió que allí iba a casarse.
Me ha apetecido publicarla ahora a punto de agosto, porque tengo ganas de Galicia y esto en parte me ha recordado un poco a lo que será mi verano. La novia escogió un sencillo vestido de Cortana, con un jersey mohair oversize de Bimba&Lola y una corona de flores secas de Gang and the Wool.
Rodeados de un entorno rural e idílico, el cátering de Barcelona 21 de Marzo hizo una propuesta rústica, acorde con el pueblecito.
Las miradas estaban centradas en el chuletón de ternera, que iba saliendo de las brasas, uno a uno, y se colocaba en el centro de la mesa para compartir. Junto al chuletón, haciendo honor al lugar, no podía faltar un delicioso trinxat de La Cerdanya con panceta. En el centro de la mesa y también para compartir, servimos boulangerie, tomate de Montserrat aliñado con romero, pimientos rojos con ajos confitados y un delicioso salteado de setas . “Pásame el el surtido de panes!”, “Un chuletón al punto, por favor!”, “Quién se acaba el último trozo de carne? Pedimos otro?…», fueron las frases que se escuchaban.
Me encanta la casita que instalaron para que jugaran los niños.
Las fotos son de Pablo Béglez.