20 ideas para soñar con el verano de 2016
Pienso mucho últimamente en el verano que viene. Parece de locos con el frío que hace pero cada uno busca sus trucos para sobrevivir. Imagino un verano relajado y al sur. Tranquilo. Justo lo que he sentido leyendo el último número de Vogue Novias 47 (ya a la venta). Un verano que no será como los demás. Cargado de bodas de gente que me importa, de música en el jardín, de inspiración y firmas nuevas, de reinvención e imaginación. Aquí os dejo 20 ideas para que empecéis a soñar conmigo:
-Las novias con pamela. Por que lo dice el número nuevo de Vogue Novias. Y nosotras ya lo hablamos hace tiempo.
-Papeles de pared pintados. Como este de Juan Gatti en el Hotel Faena de Miami o como los de Sanderson, Laura Asley, Lara Costafreda para Coordonné o los que encuentro en Indietro.
-Vestidos de jóvenes diseñadores. Me decía ayer Inés Martín Alcalde por teléfono: «yo no quiero gustar a las madres, quiero que sus hijas les convenzan para hacérselo conmigo». Yo también quiero que lo hagan. Abajo uno de los vestidos sencillos y vaporosos de esta joven diseñadora, por primera vez en Vogue Novias 47.
-Bodas en La Estación. Este espacio recién inaugurado promete convertirse en uno de los más solicitados de la temporada. Con la sierra de Guadarrama como testigo -a escasos minutos de Madrid- esta antigua fábrica de ladrillo cuenta con varios espacios diáfanos para transformarlos según las necesidades de cada celebración.
-El desfile de primavera verano 2016 de Alexander McQueen. Al derecho y al revés, me he revisado todos los desfiles de Pret a porter en busca de inspiración para las novias 2016. Me quedo, por goleada, con el de McQueen que inexplicablemente no aparece en casi ningún tema de tendencias de novias los que he visto últimamente.
-Mesas locas. Montar mesas redondas con fundas blancas, lazadas y centros de rancias margaritas, ya no tiene mucho sentido, ni excusa. Para ideas rompedoras las de la estilista Ana Tovar en la página 160 del número 47 de Vogue Novias.
-Invitaciones frescas. Ni clasicismo ilustrado ni un mail. Para un punto medio me gustan las de Rifle Paper & Co.
-Vestidos de novia con botones. Los botones son una constante en mis vestidos de novia y de invitada preferidos. Me gustaron marrones en las bodas de Lucía y de Alejandra, pero esta opción en negro de Roberto Diz,que encuentro en Vogue Novias 47, me vuelve loca.
-Cenas en Ornella. Me enamoré de su burrata y de su pizza Napolitana. De su impecable decoración a manos de Blume Studio. De la perfecta gestión y simpatía de sus socios. Me imagino un verano entre sus ventanales, como si no existiera la operación bikini.
-Inspiración mediterránea. Mi truco es juntar palabras clave que, repetidas como mantras, te llevan al mar. Cortana, colchas de hilo, alpargatas, sombrero de paja, algodón y Mallorca, son mi preferidas. Parece que en Vogue Novias 47 también.
-Camisones con los que querrás salir a la calle. El último objeto de deseo son los de la firma de decoración Balakata.
–Pan & The Dream. Descubrí esta locura de marca de calcetines perfectos para invitadas en un tema de mi compañera Cecilia Casero. Ella lo explicaba mejor que yo: «Vivimos en la era de lo concreto y de lo segmentado, así que descubrir una marca especializada en calcetines no debería ser algo reseñable. Al menos en principio. Pero Pan & The Dream no es una marca de calcetines al uso. Los de Nathalie Agussol, fundadora de la marca, están inspirados en la lencería antigua –lo suyo en casi una obsesión con el boudoir y la desnudez arty, no hay más que darse una vuelta por su cuenta de Instagram para darse cuenta– y están fabricados en un delicadísimo tul de nylon no elástico. Y ahí es precisamente, en esa romántica caída que proporciona la ausencia de fibras stretch, donde reside el secreto. La propia Nathalie explica el ADN de la marca: «Femenino pero no cursi. Moderno, minimal pero sensual. Y eterno. La eternidad es muy importante para mí. Necesitamos comprar menos y con mayor calidad». Y añade: «Son divertidos, sexies, románticos, vintage y modernos al mismo tiempo y los puede llevar cualquier mujer de cualquier edad». Es perfecta para… Reivindicar uno de los accesorios más ninguneados del armario femenino y, de paso, reinventar con ellos un vestido demasiado discreto» ¿No es genial?
-Tratamientos permanentes. Cuando pienso en belleza, en cuidarme, me falta tiempo. Por eso me encantan los tratamientos que solo hay que hacerlos una vez al mes, como mucho. Es el caso del Lifting de Pestañas de MylittleMomó. Buena cara durante un mes con un gesto sencillo.
-Los pendientes del verano. En mi caso fueron del verano pasado pero presiento que lo serán también de este. Unos aros bien grandes dorados, favorecen a cualquiera y casan con prácticamente todo. Estos son de (flipad) de Uno de 50.
-Ponte gafas. Me hice recientemente unas preciosas en Blanche & Mutton y, ahora que estoy pensando en operarme de la miopía, creo que será probable que siga llevando las mismas pero, esta vez, sin graduar.
-Llegará lo que esperas. Tómatelo con humor como el ilustrador Amarillo Indio.
-Los trajes de chaqueta estampados de Gucci. No hablan de verano pero si de invitadas especiales.
-Colchas de hilo. Por medio de Formentera Aguamarina descubrí Espanyolet, una firma de linos hechos a mano en Mallorca por Melissa y Thomas, una pareja que decidió dedicarse a viajar y cautivados por el Mediterráneo, acabaron residiendo en la isla. Pintan ellos mismos las telas, creando un universo de colores irregulares y por tanto únicos.