Las novias de 2014

Quiero dar muchísimas gracias Ale Valero, diseñadora de vestidos de novia desde que hizo el suyo, por esa maravilla realizada con retales encontrados en distintas partes del mundo y a Retrato de un Instante por esos fotones. A Belén de Guindos, porque nunca olvidaré esa comida tan agradable que tuvimos con Helena Mareque, diseñadora de su vestido, en Punto MX antes de que les dieran la Estrella Michelin. A Inés porque fue la primera boda que hizo Volvoreta en el extrajero y tuve el honor de publicarla yo y a Camila de Ábbatte por cederme esos fotones de Pablo Gomez-Ogando (probablemente mi gran descubrimiento del año).

A Clara, que aunque me costó un poco convencerla para salir, la insistencia mereció la pena: es sin duda mi vestido de novia favorito del año.

Gracias a María, diseñadora gráfica de Petra Mora por ese look vintage, a Cristina por elegir ese vestido verde de Teresa Helbig tan Valentiniano, a María y Almudena con sus vestidos pegaos pegaos de Roberto Diz, a Ángelica por ese diseño de Nihil Obstant, y joyas de Barcena, y a María que se casó hace muchos años pero que recuperé sus fotos por medio de Bibiana Fierro.

Gracias a Carmen López-Quesada que se casó en 2005 pero recuperé sus fotos del archivo de Vogue y me autorizó a publicarlas recordándome lo que es bueno (y bello).

Gracias a Inés que me alegró el invierno con ese look tan El Padrino; a Aran, mi amiga querida, por esa boda inolvidable en Segovia, a Bea por su vestido de cristales impecable, a Belén por casarse con esas Mary Jane rositas, a María por casarse con un vestido kimono vintage de flores (olé) y como no, a Cata, por un look tan minimal como trasgresor de Juan Duyos.

A Clara Palazuelo por esa primera boda invernal, Verónica, la primera boda de Alicante, Ana por ese look vintage, a María por ese look tan cool y Chío que me parece guapísima.

Gracias a Serafín que me pasó las fotos de esta boda en Barcelona con vestido camiseta de Teresa Helbig. Gracias a Sandra, la novia, por tener tan buen gusto.

Gracias a Lucía y a su hermana Renata que me contaron cada detalle de la boda con ese vestido de Marcela Mansergas. A mi amiga Pitu, que se casó en diciembre y lo pasamos tan tan bien, a Cris de Wedd Cam que quisó casarse en pantalones y compartirlo en Casildasecasa, un honor, y a Alba y Emilio, la única boda en la que casi conocía más al novio que a la novia.

Termino con Marta, tan gallega, que nos descubrió dos marcazas como Masscob y Emebe, a Coqui, que fue la segunda boda del año en Alicante, tan tipazo, a Sara con ese vestido fluido y a Rocío de El Palacio de Montarco.

Espero no dejarme a nadie. Espero muchísimo de 2015 y deseo mucha suerte a todas las que os caséis este año. Espero que alguna lo hagais como me dijo una lectora en un comentario:

«Mi boda será una fiesta salvaje llena de niños con padres descalzos bailando como locos en algún caserón a las afueras de alguna ciudad. Yo iré de blanco y despeinada y me daré besos de tornillo con mi marido en algún rincón de la casa mientras los demás siguen bailando».