Rodalquilar x Mario Ximénez
Quién es
Mario Ximénez es periodista, ha trabajado en redacciones de revistas como Vogue o Harper’s Bazaar y colaborado con medios como El País Semanal, SModa, Icon o Numéro Netherlands. En 2023 abrió su propia consultoría creativa, Rutba, con la que ha trabajado en proyectos para empresas como Netflix o El Corte Inglés.
Qué relación tienes con Rodalquilar
Pisé por primera vez Rodalquilar recién nacido, en el verano de 1988, y con el paso del tiempo se ha convertido en ese sitio al que uno vuelve cuando anda perdido. Todo el Cabo de Gata es un planeta en sí mismo, un desierto donde el tiempo pasa a otro compás y donde es imposible no aprender algo nuevo. Entre pueblos más conocidos como Agua Amarga, La Isleta del Moro o Las Negras, hay uno más escondido llamado Rodalquilar que es un mundo aparte. Casas bajas de cal blanca, un par de restaurantes de cine y una plaza donde pasar tardes que se convierten en noches y, con suerte, en madrugadas.
1 | Algún disco, libro o película para preparar el viaje
‘Sketches of Spain’ de Miles Davis. Mi padre es trompetista de jazz y solía poner música en la casa donde veraneamos, pero este me marcó especialmente. Mi tema favorito es ‘Soleá’, que además usó Pedro Almodóvar en ‘La flor de mi secreto’ y sonó en el desfile del cincuenta aniversario de Pedro del Hierro donde tuve la suerte de colaborar.
2 | Desayuno
La mejor opción es acercarse al bar Sobre la marcha, en La Isleta del Moro, y coger la mesa más cercana a la arena o sentarse en el bordillo a observar el mar en calma.
3 | Aperitivo
El aperitivo perfecto lo imagino en casa. Hay una pequeña tienda en Rodalquilar llamada La Despensa, donde puedes encontrar quesos y charcutería increíbles y preparar un vermut digno de restaurante.
4 | Comida
La plaza del pueblo es donde ocurre todo. José de Hijes es un madrileño que marchó al Cabo en busca de calma y abrió Lebeche, una casa de comidas donde todo parece hecho con el cariño de una madre. La carta va desde el Mediterráneo y se va extendiendo a otros países. Mi menú empezaría con un Negroni para arrancar con la tarta tatín de tomate o la pastela moruna, seguir con el curry de gambas o la roja vieja y acabar con la tarta de zanahoria. Y te preguntarás qué puede tener de especial una tarta de zanahoria en mitad del desierto almeriense, pero cuando la pruebas lo entiendes.
5 | Cena
A solo unos pocos metros, en la misma plaza, otro templo del disfrute. Samambar es un bar que hace unas décadas regentaron Verónica y Mónica, dos mujeres brasileñas estupendas que han cedido el testigo a su hijo, Leandro. Es un lugar austero, peculiar y detallista que no obedece a nada que se haya probado antes por la zona, y cuya singularidad empieza en la bodega –puedes encontrar un pét-nat de morirse o un vino naranja natural– y termina en una una carta aún mejor: aperitivo de salvia frita, ostra de la Bretaña con maracuyá, crudo de gamba roja, sardina ahumada con Chutney de tomate… y para los delicados, hasta una cheeseburger de chuparse los dedos. La música está lo suficientemente baja para hablar y lo bastante alta para que quieras quedarte bebiendo hasta bien entrada la noche.
6 | Copas
Las mejores copas, siempre en casa. Gin & Tonic en la terraza, un par de amigos, charla y esta playlist de fondo.
7 | Hotel
Casa, siempre casa. En Airbnb o Booking hay buenas opciones, pero si no yo elegiría La Posidonia o Las Musarañas.
8 | “Tu plan estrella”
Empezaría en la cocina, preparando bocadillos para la playa con atún, mayonesa y maíz (o ‘mijo’, como diría mi amiga canaria Ceci). Seguiría yendo en coche a una playa como Barronal, El Playazo, Los Escullos o la Cala del Cuervo (si es esta última, cambiaría el bocata por comida en su chiringuito, La Caleta). Como alternativa a la playa, sin duda la subida de Níjar al pueblo de Huebro por una carretera minúscula y serpenteante, que merece la pena cuando llegas y te das un chapuzón en sus piscinas naturales y comes lo que te pongan en Casa Enriqueta (no pidas carta, no la hay, y está bien así). Al caer la noche –tras visita al Cortijo del Fraile para la puesta de sol– una ducha y una cañita fría en La Denver viendo las minas de oro o en El Cinto, taberna de pescado de la incombustible Lola, o una escapada a La Isleta del Moro por la pizza en La Isoletta o el pescado de La Ola.
9 | Qué comprar y dónde
La cerámica de Loli García en Alfarería Angel y Loli, en Níjar.
10 | Tu descubrimiento personal
El Cabo en invierno. Ir a comprar leña al pueblo de Fernán Pérez, la chimenea ardiendo y alguna rave secreta.
11 | Algo que no sepa mucha gente
Un bar de un cierto caballero relacionado con los metales es lo mejor que ha abierto. Para saber más, mejor preguntar a la gente de la zona.