La boda de Mónica y Fran en Sevilla

Mónica y Francisco, director general de Scalpers, se conocieron en 2022 en la boda de unos amigos en La Coruña. Pocos días después, nació una relación a distancia entre Sevilla y la provincia gallega. Después de un año y medio recorriendo miles de kilómetros para verse, decidieron dar un paso más en su historia: mudarse juntos al sur de España. Tres años más tarde, celebran allí su boda.

«Para prepararme me puse el camisón de mi madre de Christian Dior que le regaló su tía Peque. Mi madre me sorprendió con él la misma mañana del día de la boda», cuenta la novia.

«El vestido no lo tenía nada claro, pero gracias a Inés Martín Alcalde, el resultado final fue un vestido muy yo y no podía estar más feliz», asegura. «Desde la primera prueba, Inés me entendió a la perfección y todo el proceso fue muy fácil y divertido. Escogí un color blanco roto de lino con bambula para respetar el color original de la mantilla. Además, quería un vestido cómodo, con mucho movimiento y atemporal. Ni en mis mejores sueños podía imaginarme un vestido de novia tan bonito».

«Al casarnos en Sevilla, tenía claro que quería ponerme la mantilla de mi bisabuela de Ronda. Me hacía mucha ilusión ponerme algo familiar en un día tan importante.



«A parte de la mantilla de mi bisabuela, en la preboda llevé un collar de perlas tipo choker con detalles de plata también de ella. Para la boda me puse una pulsera de mi familia paterna que han llevado todas mis primas al casarse y unos pendientes de diamantes que fueron un regalo de mis suegros del día de nuestra pedida. Los dos anillos que llevé fueron regalos de Fran: el de Zafiro amarillo con diamantes fue el anillo con el que me pidió matrimonio en Grecia y el otro de diamantes me lo regaló por mi último cumpleaños. Todas estas joyas tienen un significado muy especial para mi», explica Mónica.


«Para el maquillaje y peinado, Fran trabaja muy a menudo con Sara Ayala en Scalpers y me recomendó contar con ella en nuestra boda. Desde que la conocí tuvimos conexión y siento que no pude haber elegido mejor. Me hizo un look muy natural y un recogido para poder disfrutar toda la noche sin tener que preocuparme por nada».

Los zapatos que llevó la novia son de Flor de Asoka. «Acerté plenamente ya que no me gusta nada ponerme tacones y con estos parecía que no llevaba nada de tacón».

«Para acompañar mi vestido rústico, quería un ramo muy verde y con flores blancas silvestres. Con la ayuda de Orangerie conseguí justo lo que buscaba».




«Fran llevó un chaqué a medida de Scalpers diseñado por Borja Martín, el sastre de la tienda de Jorge Juan en Madrid. La corbata era de Drake’s Diary y los zapatos de Diplomatic. Los gemelos de oro con iniciales grabadas son una herencia de su abuelo Francisco, tienen un significado muy especial para él. El reloj, un Rolex regalo de pedida».



La ceremonia tuvo lugar en la Parroquia de Santa María Magdalena, en Sevilla. «Fue la primera iglesia que visité al mudarme y, desde entonces, soñé con casarme allí. Además, mi madre se llama igual, por lo que me hacía más ilusión todavía», confiesa. «Un momento durante la ceremonia que me emocionó mucho fue la lectura de un poema escrito por mi abuelo, José Luis, dedicado a su mujer, mi abuela, Conchita».





«Para llevarnos de la Iglesia a la hacienda elegimos un Land Rover Defender que tiene un significado especial para Fran porque lleva en la familia muchos años».


Para la celebración se trasladaron a la Hacienda de Orán. «Nos decantamos por esta porque, al tener tantos invitados de fuera, queríamos un sitio muy representativo de Sevilla: con el albero, los azulejos, las buganvillas… Además, al casarnos en primavera queríamos aprovechar la vegetación y casarnos en un sitio donde el color fuese protagonista».


Blanca Rodriguez, de @fromsevillawith___ fue la wedding planner que escogieron. «Nos ayudó con todo y gracias a su trabajo estos últimos meses todo ha sido mucho más fácil. Nos entendimos desde el principio y juntos pudimos hacer realidad la boda que siempre quisimos. Esta decisión fue un acierto total y no podemos estar más agradecidos», aseguran los novios.











«La celebración estuvo inspirada en la estética de Texas, ya que mis padres viven en Dallas. El azul vaquero tejano tuvo un gran protagonismo. Para el cóctel hicimos un escenario azul para el grupo que tocó, las mesas iban vestidas con manteles azulados y en el baile había una zona de sombreros cowboy y un quiosco de tequila», cuentan. «Siguiendo la temática, se entregaba un pañuelo bandana con el seating y en las mesas se encontraba la frase ‘More Amor Por Favor‘ que englobaba los tres idiomas predominantes de los invitados: Inglés, Español y Portugués».




Para las flores contaron también con Juanma y su equipo de Orangerie. «Llenaron de color la hacienda: en las mesas alargadas de la cena pusieron flores blancas con toques de color acompañadas con unas velas para dar calidez. También en diferentes puestos, como el seating, los escenarios y en otros puntos decorativos, había girasoles enormes preciosos».


Para el catering eligieron a Miguel Ángel. «Con la ayuda de Constanza todo estuvo perfecto. La comida estaba riquísima y elegirles fue un acierto total. Los jamones que se sirvieron eran de @quarentenathebrand».


Para amenizar el cóctel contaron con Cesc Sansalvadó y Victor Christodoulopoulos. «A Cesc lo descubrimos en Instagram y nos enamoramos de su energía y su voz. Su estilo musical era justo lo que queríamos: folk, indie y country», explican los novios. Durante la cena escogieron a Nacho, de La Plazuela con una guitarra española. Por último, para dar el toque de música en la fiesta contaron con el DJ Pablo Bustos. «Puso las mejores canciones y convirtió el salón en una discoteca».


«Mi baile con Fran fue con la canción de Elvis Presley, Can’t Help Falling in Love, y luego seguimos bailando con nuestros padres Brown eyed girl, de Van Morrison. Esta última canción tiene un significado muy especial para mi padre y para mí, la recuerdo como la canción de mi infancia».




Las fotografías son de Plata.forma. «Siempre nos ha encantado el trabajo de este equipo y queríamos que formasen parte de nuestro gran día. Pelayo y María nos lo pusieron muy fácil, nos encanta como capturan y roban momentos únicos», cuentan los novios. De la parte de vídeo se encargó Juan Amador. «Fran trabaja con él en Scalpers y es un buen amigo. Junto a su compañero Nicolás Murillo nos mostraron un moodboard que nos encantó, transicionando secuencias entre lo analógico y lo digital, contando además con dos carretes de súper 8 para darle un toque nostálgico».