Casilda se casa

La boda de Lucía y Javier en El Escorial

Lucía y Javier se conocieron en Asturias, a través de una amiga en común que, hace ya casi cinco años, hizo que sus caminos se cruzaran. Hace unas semanas se convirtieron en la primera pareja de su grupo de amigos en casarse.

«Opté por un vestido de novia muy simple de Cortana. Mi estilo siempre ha sido sencillo y quería algo con lo que seguir sintiéndome yo misma, además de cómoda. Es un vestido muy especial, se puede poner de varias maneras: con la banda cruzada, sin ella, lazo en la espalda…», cuenta la novia.

«Me maquilló Pilar Vilas. La conocía por proyectos que ha hecho con mis hermanas para Romualda. Es increíble todo lo que hace. Por otro lado, el peinado fue obra de Pimi, de Tête à Tête Hairstyle. Ambas fueron el mejor tándem para este gran día. Tuve mucha suerte de contar con su ayuda», asegura Lucía.

Los zapatos que llevó Lucía son de de Soeur, firma francesa.

«Las joyas de este día tienen un lado muy sentimental. Los pendientes son los mismos que llevó mi hermana en su boda, de Lula Máiz, y el colgante para el pelo es hecho por mi madre», confiesa.

«El ramo me lo hicieron con mucho cariño en Bucaro y llevaba una medallita muy especial hecha por El Atelier Pottery. Además de ser una gran ceramista, María es la madrina de Javi».

El chaqué que llevó el novio es de Cortefiel y la corbata de Romualda.

⁠«Fue una ceremonia muy entrañable y familiar», recuerda la novia.

«El momento más bonito fue la ‘petalá’ a la salida de la Iglesia, organizada por mis tías».

Lucía no puede estar más agradecida de la labor que han desempeñado desde Tutto Eventos para la organización de su gran día.

La celebración fue en La Finca de la Granjilla, un auténtico palacio que aún cuenta con espacios libres en su agenda para bodas de 2026 y que alberga también otro tipo de eventos y rodajes.

«De la decoración se encargó mi madre junto a unos amigos de Granada, que se encargaron de la parte floral. No son floristas realmente, lo hacen por pura diversión: María Moreno, una gran artista; y Fidel y Jorge de El nido singular. Cogieron muchas ramas del campo para decorar las paredes, almendros… Para los centros de mesa usaron incluso espárragos, alcachofas y berenjenas. Todo en una línea muy silvestre», detalla la novia.

«Toda la papelería iba decorada con dibujos de mi hermana Cristina, directora creativa de Romualda: motivos divertidos como bichitos, flores, ovejas…».

«Para la comida optamos por un gran clásico, cocido de Lhardy, y el postre fue una preciosa tarta de Guinda».

Durante el aperitivo la música estuvo a cargo de la banda Potato Head Jazz y para la fiesta se puso al mando un amigo cercano de la pareja, DJ Maketo.

Las fotografías son de Siii Photo, Cristina AguirreBosco Elizalde.