Casilda se casa

La boda de Paloma y Adrián en Mahón

Paloma es periodista colaboradora en revistas como Telva o Elle. Se casó hace unas semanas en Menorca con Adrián con el que lleva saliendo siete años.

«La petición de mano llegó el día de mi cumpleaños, el año pasado, estando de viaje. Pero no fue hasta la mañana de Reyes de este año, mi favorita de las Navidades, cuando me dio el anillo delante de mis padres. Le gusta hacer las cosas a su manera».

«Me gustan los ramos de una sola flor, así que junto a mi wedding planner, Clara Brunet, y Foix, de 2 Many Flowers, elegimos un ramo de claveles vintage, en color rosa».

«Mi perfume favorito es de Narciso Rodríguez y tenía que ser protagonista, de alguna manera, en el día más especial de mi vida. Descubrí el perfume cuando vivía en Roma y hacía muchos años que no lo utilizaba. Pero, casualidades, este año mi padre nos regaló un frasco a mi madre y a mí por nuestros cumpleaños. Lo he estado utilizando todo este año tan especial».

«Me casé con los pendientes con los que se casó mi madre, unos topacios amarillos de la familia. También llevé el anillo de compromiso que me regaló Adrián y algunas joyas familiares. Mis pendientes fueron unos diamantes de Rêver y unos pequeños de Vidal & Vidal».

«Quería algo especial para el momento de la preparación, así que diseñé junto a los fantásticos Raúl y Aldara, de Madrid Manso, un pijama precioso que me hicieron a medida bordado con un clavel, la isla de Menorca… Pienso ponérmelo incluso para salir a tomar un vino».

«El tema zapatos me tenía sin dormir, no encontraba nada que me encantara, fue entonces cuando me acordé de Ceibo, dónde se hizo los zapatos mi amiga Ana. Los quería con tacón bajo, un poco retro».

«Isabel, de Inuñez, fue la diseñadora del look, le dejé carta blanca diciéndole todo lo que me gustaba: lo vintage, adoro las gabardinas y las chaquetas grandes, y mezcló todo eso en un diseño de vestido y levita, de dos sedas rústicas diferentes, con un precioso escote halter y pespuntes».

Se casaron en el Ayuntamiento de Mahón. «Adrián entró con ‘I’ll Fight’ de Wilco, yo entré con ‘Granada’ de Albéniz, canción que tocaba mi abuela al piano. Salimos bailando y cantando ‘Al Mar!’ de Manel».

«Llevé un tocado realizado con unas camelias hechas a mano del vestido de novia de mi madre, unidas a un velo de gasa muy original que me encantó. Y como me gustaba la idea del sombrero, junto a Irma, de Charo Agruña, e Isabel creamos uno utilizando como base el tocado con el que se casó mi abuela, de los años cincuenta».

«Adrián iba con un traje a medida de Bahman Tailors y un pañuelo bordado por Raúl, diseñador de Manso Madrid. Quiso hacer un guiño a las Baleares llevando primero zapatos de Cremades. Después se puso unas alpargatas de Castañer. También llevó un reloj de su abuelo parado desde hace tiempo a la una de la tarde, casualmente la hora de la ceremonia».

La celebración fue en la casa menorquina de unos amigos de la familia que siempre nos ofrecieron para celebrar la boda: Binissaida de Devant. «Adrián nació en Menorca y la isla es el lugar que me hace más feliz, así que estaba claro que la boda sería aquí».

«La papelería la hicimos con Cotton Bird. Intentamos ponerle nuestro toque con frases de películas y otros detalles. Los dibujos de cada mesa, los hizo mi hermano Javier, que es arquitecto, y dibuja increíble. Para el seating, Sol Ferrándiz de Revelados de Sol imprimió los dibujos en tela».

«S’Algar Catering, se encargó de la comida. Triunfaron especialmente la sobrasada y las ensaimadas gigantes de la recena. También hubo rebujito, mi familia materna es del sur, y les pedimos personalizar el principal: bogavante con huevos y patatas».

«Mi segundo vestido fue con el que se casó mi madre. Siempre me rondaba la cabeza ese vestido de novia, así que viendo un día por enésima vez, ‘Sabrina’ de Audrey Hepburn, me recordó a ese diseño de Givenchy y decidí cerrar el círculo. Es un diseño espectacular de Victorio & Lucchino de los noventa, al que solo le cortamos la cola. También le bordamos los últimos versos de la Rima IV de Bécquer, para tapar una mancha que no conseguimos quitar».

«Para la fotografía confiamos en Dos más en la mesa, estuvieron con nosotros Stefania y Claudio. Fueron increíbles en todos los sentidos y lo pasamos genial. ¡Adrián no quería fotos y, Claudio y él, terminaron abrazados!

El vídeo lo hizo Esther, de Solo dime que sí, que hace muchas bodas en la isla. Fue un placer tenerla ese día con nosotros».