La boda de Cristina y Nito en Granada

La primera vez que vi a esta novia fue en el perfil de Ynés Suelves y de Romel. En seguida les escribí para que me contactaran con ella porque me encantó su vestido. Cristina fue muy amable y me dejó publicar sus fotos y su historia.

Conoció al que hoy es su marido en diciembre de 2019, a través de unos amigos en común. Ella vivía en París en ese momento y empezaron a distancia. «Hace 2 años me volví a Madrid y en diciembre de 2023 me pidió que nos casáramos. Intentamos buscar algo en Madrid pero casi todos los sitios estaban ya reservados y no quedaba nada un sábado antes de julio. Así que buscamos en Granada, de donde es la familia materna de Nito y una ciudad a la que vamos mucho» recuerda. Se casaron en Santa María de la Alhambra hace unos meses.

«Mi madre compró un velo hace mil años y cada una de mis hermanas se lo ha puesto en su boda de manera distinta. Yo quería un efecto capucha y fuimos a Mariana Barturen para que nos la entolase. Me propuso ponerle ese lazo debajo para darle estructura, se inspiró en un referencia de Balenciaga», explica. El maquillaje y el peinado se lo hizo Kley Kafe.

Cristina siempre tuvo claro que se compraría el vestido de su boda, «hacérmelo con alguien me angustiaba, liarme con el diseño y acabar con algo que no me convenciese. Pedí a Dior que buscase en cualquier tienda un vestido blanco, me trajeron el primero de la tienda de París, me lo probé y me alucinó» me explica. Se colocó un broche de su madre en el pecho, los pendientes también de ella.

El ramo era de la florista Susana Sánchez.

Entre las íntimas amigas de la novia, estaban la diseñadora Ynés Suelves y Sofía Vega-Penichet la dueña de MIM Shoes.

Los trajes de sus sobrinos eran de Ussíashop.

Les ayudó en toda la decoración, flores, papelería y organización de la boda, las wedding planners A-típica. Celebraron una comida en Carmen de los Mártires. «Un palacete y unos jardines increíbles, a cinco minutos andando de la iglesia».