La boda de Agnès y Pablo en Granada
Esta es la historia de una belga y un granadino que se conocieron en Alicante en el verano de 2015. Agnès veranea allí desde pequeña y estaba haciendo un curso intensivo de español porque empezaba su Erasmus en Madrid. Pablo se acababa de mudar desde Londres por trabajo. Estuvieron hablando a distancia durante un año sin saber que a Pablo le ofrecerían un trabajo Luxemburgo (a solo dos horas de la casa de Agnès en Bélgica). Actualmente los dos viven en Luxemburgo y se acaban de casar en Granada.
Me cuentan que la organización no ha sido fácil por la distancia, pero también dicen que ha sido muy divertido buscar y hablar con todos los proveedores y contar con la ayuda de la familia y Ángela de Trilby Events. «Estamos muy agradecidos por la paciencia, el ánimo y el gran trabajo que han hecho todos los proveedores».
Beatriz Abad se encargó del maquillaje de la novia y Barto (627 53 84 06) del peinado. Agnès quería un maquillaje muy natural y dar protagonismo a su pelo.
El vestido de novia era de Castellar Granados. «No fui una novia de las que había soñado desde pequeña lo que quería, mi mente estaba en blanco. Castellar me hizo sentir como en casa; su cercanía, su creatividad, el tacto y calidad de las telas ha hecho que las visitas sean inolvidables».
Todas las joyas de la novia eran de Pilar de la Vega. Los pendientes fueron un regalo de su abuela.
Los zapatos eran de Flor de Asoka, «quería algo cómodo y sencillo para usarlos después de la boda».
Todos los arreglos florales y el ramo de la novia eran de Atrezo , recomendación de Ángela de Trilby Events. «Buscaba algo silvestre y sencillo y las manos de Lola hicieron magia. Era lo que más me preocupaba y sin duda superó mis expectativas», asegura. «Recuerdo abrir la puerta y ver el ramo me dio un subidón de energía que me reconfirmó que Lola me había comprendido desde el primer día».
La ceremonia se celebró en la Iglesia de San Dionisio dentro de la Abadía del Sacromonte. La ofició Manolo Navarrete, un amigo de la infancia del novio. «Después de mucha incertidumbre, Manolo consiguió bajar del norte para poder estar con nosotros unas horas, fue un regalo tenerlo con nosotros en este día». Contaron con el violín y violonchelo de Eternal Music.
«Gracias a la ayuda del padre David, de nuestra parroquia en Luxemburgo, pudimos hacer unos misales en francés y en español para que todos pudiesen seguir la misa», me cuenta Agnès.
El coche que utilizaron era un Mercedes 220S Ponton, propiedad del mejor amigo del padre de Pablo. «Su hijo Javier conserva la colección de coches clásicos de su padre que alquila a través de Bodaclass.»
Pablo se hizo un chaqué tres piezas azul marino en Miguel Olmedo.
Continuaron la celebración en la Abadía del Sacromonte. Agnès tenía claro que no quería casarse en una finca y, a la vez, enseñar a sus amigos y familiares el potencial de Granada y sus diferentes culturas.
Durante el cóctel, tocó en directo Bonier.
El catering lo sirvió Doña Francisquita con platos típicos de Andalucía. «Un catering con historia y un equipo espectacular desde el equipo comercial hasta los camareros que estaban en todo momento atentos de nosotros», recuerda la novia.
Atrezo puso las flores y Audiovisuales Juncaril se encargó de la iluminación, trabajo complicado ya que la Abadía no cuenta con luz. Toda la papelería era obra de A.M. Design. «Andrea ha sido un encanto y un talento por descubrir. Desde el primer día subo ilustrar nuestra historia en papel». Para plasmar todos los viajes que han marcado su historia, decidieron que los meseros tuviesen pequeños aviones y el skyline de Bruselas.
Agnès y Pablo se preocuparon de que cada invitado tuviese un detalle significativo: aceite de oliva para los belgas; chocolate para los españoles; cuadros personalizado para los futuros casaderos; cajas con un anillo para dar un empujón a las parejas que no dan el paso; y chupetes para los que acababan de ser padres. La familia de estos novios se implicó en cada detalle. Recibieron todo tipo de productos de Bélgica (chocolate, cervezas, quesos y gofres); la hermana de Pablo hizo el seating plan; recolectaron hojas de olivo para la salida de los novios y un sinfín de detalles que hicieron posible «que nuestras ideas se hiciesen realidad».
En el baile tocó en directo Jose Milan y, para la fiesta, contaron con Mysound.
Todas las fotos son de Alejandra Ortiz, «tanto Keila como Laura nos hicieron pasar muy buenos momentos, nos sentimos muy cómodos con ellas y tenían muy claro lo que nos gustaba»- Y el vídeo es de El Camarógrafo, «Gonzalo y Chicote estuvieron increíbles, cercanos, divertidos y muy profesionales».
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