La boda de Pilu y Jose en Sos del Rey Católico
Pilar y Jose se conocieron en febrero de 2020 antes de la pandemia en un viaje a Verbier. «Yo me apunté al viaje en el último momento. Allí le conocí, él vivía en Zurich. Jose siempre dice que fue “amor a primera vista”. Nos vimos una vez más, llegó la pandemia y no dejamos de hablar. El primer lugar al que fuimos fue a Sos porque es un sitio muy especial para mí, y yo siempre me quise casar ahí».
La preboda consistió en una Charanga «con 10 músicos tocando miles de canciones y pasacalles con visita por el pueblo y haciendo diferentes paradas. Empezamos en el inicio del pueblo donde ahí ya había un puesto con pica pica y muchas cervezas frías. Llevábamos también botas de cuero colgadas con vino y cervezas en porrón».
Al día siguiente para la boda Pilar se vistió en su casa junto a su familia y amigos.
El peinado se lo hizo Tamara Rodriguez Nadal. «Entendió perfectamente mi pelo y mi estilo, fui comodísima con el recogido, que lo decoramos también con una peineta de M de Paulet».
Del maquillaje se encargó Elisabeth Casablanca. «Coincidí con ella en mis años de trabajo en L’Oréal y ya se la había recomendado a amigas mías para sus bodas y no dudé en contar con ella».
Llevó unos pendientes de M de Paulet que le regaló su mejor amiga, «unas estrellas doradas que favorecen un montón». También llevó el anillo de brillantes y zafiro que le regaló Jose cuando le pidió matrimonio.
«El ramo tiene una historia especial. Utilicé dos elementos importantes para mí y sobre todo que representaban mucho a mi abuelo que falleció justo cuando llegó Jose a mi vida y era una persona muy importante para mí: la lavanda que siempre había en su finca (que fue recogida cerca de Sos por mi padre), y espigas (recogidas por él hace años y desde entonces las guardábamos). El ramo lo montó mi hermano Pablo y pusimos a la Virgen del Pilar que me acompañara».
El vestido lo diseñó Alejandra Oria. «Llevaba detrás de ella muchísimo tiempo y cuando fui a verla no dudé. Me apetecía un vestido muy rústico, y siempre había tenido claro que quería que fuese de lino y con escote cuadrado muy abierto que es el que mejor me sienta. Tenía claro desde el día cero que también lo quería sin cola ya que no íbamos a parar de andar y movernos por todo el pueblo y quería estar muy cómoda».
«Para completar al vestido, desde el día que conocí a Victoria de by Luneville en otra boda le dije “el día que me case, tú me harás el bordado” Y así fue. Qué fácil fue llevarlo a cabo con ella y qué creatividad. Fue una maravilla».
Los zapatos eran de Mint and Rose. «Soy alta y no estoy acostumbrada a llevar tacones, y además con todo el suelo empedrado, sabía que iría con alpargatas».
La iglesia fue la de San Esteban de Sos del Rey Católico, «una iglesia preciosa del siglo XIII de estilo románico».
El catering lo dejaron en manos del Parador de Sos del rey Católico. «Nosotros les pusimos el cocktail truck, pusimos pulpeira y cortadores de jamón. Y cambiamos los vinos, elegidos por Jose, ya que es su pasión». Durante el aperitivo David Saxattack tocó en dueto con Moon Station versiones chill.
La comida tuvo lugar en el Parador y de ahí caminaron hasta la Lonja Medieval para la fiesta.
Contaron con My Sound para la fiesta. «Los mejores sin duda. Junto con ellos hizo una súper actuación en directo David Saxattack».
Las fotos de la preboda son de Laura Alos.
Para la fotografía de la boda contaron con Pedro Sobrado. «Es de Pamplona y fue comodísimo por estar al lado de Sos, sin duda tuvimos al mejor».
Para el vídeo también contaron con Laura Alos. «Fue maravillosa».