Casilda se casa

La boda de Bárbara y David en Pontevedra

Bárbara nos cuenta como conoció a David. «Fue en Galicia en enero de 2020, llevábamos ya casi un año trabajando juntos pero nunca habíamos coincidido. Empezamos a hablar a través de amigos en común y una noche saliendo hicimos todo por vernos (sin que el otro lo supiera). Desde aquel primer día que pasamos juntos le dije a mis amigas: “es él, no tengo dudas”. Al poco tiempo empezó la pandemia y decidimos pasar juntos el confinamiento. Muchos nos decían que estábamos locos o que sería una prueba de fuego».

«Hoy llevamos casi 3 años a distancia, entre París y Barcelona, y aunque no siempre es fácil intentamos sacarle el máximo partido a estas dos maravillosas ciudades. París se ha llevado un trocito de nuestro corazón para siempre: el 8 de diciembre de 2022 David me pidió matrimonio en la Fundación LVMH, con vistas a toda la ciudad».

Celebraron la preboda en el Club Náutico de Sanxenxo. «Como gran parte de nuestros invitados se había desplazado desde muy lejos, nos parecía el lugar perfecto para darles la bienvenida, en pleno mar gallego».

Para la preboda la novia llevó un vestido asimétrico con unos pendientes dorados de Chloé y unas sandalias de Massimo Dutti.

Luján Díaz maquilló y peinó a Bárbara el día de la boda. «Sabía que quería algo súper natural, yo no me suelo maquillar mucho. Pusimos todo el foco en la piel con mucha hidratación, destacando un poquito los ojos».

«Para el peinado tenía claro que iría con un moño bajo de bailarina, es como voy casi a diario. Necesitaba poder soltarme el pelo para el segundo vestido por lo que hicimos un moño desenfadado y la verdad es que me sentía totalmente yo».

«En cuanto a las joyas llevé mi anillo de pedida en oro blanco y diamantes hecho a medida y diseñado en el Atelier de Gold&Roses junto a David. Como alianzas elegimos el Trinity de Cartier, no podía faltar Cartier en nuestro gran día, debido a que trabajo ahí. Representa perfectamente nuestra unión: Amor, fidelidad, lealtad y amistad. Lo llevo junto al Trinity que me regaló mi padre y esto lo hace aún más especial. Además llevé los pendientes de mi abuela, con perlas y brillantes. Fue súper especial para mí porque también los llevaron mi madre y sus hermanas en el día de sus bodas».

Bendita Flor se encargó del ramo de la novia. «Sabía que no quería un ramo convencional. Así que decidí hacer uno completamente verde, con la misma hoja que la entrada de la iglesia. También sabía que lo quería llevar tipo “clutch”. Tenía una caída espectacular, sin duda fue mi ramo soñado».

«Para mi primer vestido quería unos zapatos muy minimal, de punta cuadrada y cómodos. Elegí unos tacones de Aeyde, una marca de Berlín que me encanta».

Bárbara nos cuenta su inspiración para su vestido: «Como trabajé varios años en el mundo de la moda, ambos vestidos me los han hecho dos conocidas. Me dejaron diseñarlo a mi gusto e incluso ir a escoger los tejidos, fue una experiencia súper bonita y diferente. Quería que fuera de seda, en un tono vainilla, y que sería solo tejido y líneas. Recuerdo el desfile de la colección de otoño / invierno de 2022 de Saint Laurent, esas siluetas increíbles, puramente geométricas, tan elegantes, de manga larga y faldas hasta el suelo. Esos vestidos me marcaron y nos sirvieron de base para construir el mío. Por otro lado le queríamos dar el mayor protagonismo a la tela, su brillo y su caída, como cuando en la joyería minimizamos el metal y damos todo el protagonismo a las piedras. Y por último, también quería poder jugar con él, transformarlo y poder llevarlo de distintas formas. Fue increíble porque llevaba casi 15 metros de tela y el vestido no pasaba absolutamente nada. No pude venir mucho desde París a Galicia así que mi confianza en ellas fue ciega».

Se casaron en Pontevedra, en el Monasterio de San Xoan de Poio. «Cuando fuimos a conocer al párroco descubrimos un mosaico en el interior del monasterio que reflejaba el camino de Santiago francés, desde Santiago a París y entonces supimos que era el lugar perfecto para casarnos».

La celebración tuvo lugar en el Pazo da Buzaca. «Fue especial por su entorno mágico, su bosque y sus detalles».

«La decoración y el mood eran súper importantes para David y para mí. Ambos trabajamos en moda, en joyería, y adoramos los detalles, la belleza, el arte y el diseño. Nuestro mood era “La Verbena”, queríamos una boda súper familiar, súper cercana. Violeta de Vichy Weddings puso su alma en cada detalle para hacer realidad nuestro sueño. Cuando vimos las mesas de nuestra boda no nos lo podíamos creer. Yo le decía a David, ¿pero esto es real? Fue tan gratificante ver el esfuerzo de tantos meses reflejados en esa imagen tan preciosa y ver a nuestros invitados alucinar tanto como nosotros».

El catering fue de Pepe Viera. «Gran parte de la boda venía del sur, las expectativas eran muy altas, no defraudó. El cóctel fue espectacular, con diferentes entrantes y mesas de jamón, quesos, empanadas y una pulpeira».

«El sitting queríamos hacerlo en tela ¿por qué no hacer un mantel que nos quedará toda la vida?. Junto a Yoli de Nanä creamos esta maravilla bordada a mano e impresa con los nombres de todos nuestros invitados. Añadimos una frase que representara nuestro esfuerzo por estar juntos a pesar de la distancia y escribimos “Baixo as mesmas estrelas”, porque a pesar de la distancia siempre estamos bajo las mismas estrellas. Este mismo bordado lo añadí al forro de gasa de seda de mi vestido, me encantó llevar este detalle».

«Para la papelería contamos con el talento de una amiga nuestra. Queríamos unas minutas divertidas, con ilustraciones que representaran nuestra boda gallega. Ella nos preparó las diferentes ilustraciones y David y yo diseñamos nuestras minutas. Hemos guardado unas cuantas para enmarcar en nuestra cocina».

«Sabíamos que Bendita Flor lo lograría sin ningún problema. Trajeron nuestras flores de Holanda y no podían ser más originales. ¡Volvería a contar con ellas siempre! Añadimos diferentes frutas y verduras para darle ese toque de verbena, y bodegones de frutas y de velas para el cóctel y la fiesta».

«Quería un segundo vestido para la fiesta con el único objetivo de pasármelo bien. Decidimos inspirarnos en una falda de Jil Sander, pero con muchísimas más tiras, mezclando gasa de seda y seda, y con el movimiento como protagonista. Para el top, tenía que llevar algo de pedrería, era el pequeño homenaje a mi mundo joyero. Nos inspiramos en uno que vi de Isabel Marant hace unos años en París y que se me quedó grabado. Y lo combinamos con un top lencero de la misma seda que el vestido y la falda».

«Las botas plateadas son de Dior de hace varias temporadas y cuando las vi en París en una tienda vintage, en mi talla y sin estrenar, me enamoré: sabía que estas serían las botas para mi segundo look. El casquete de pedrería se lo añadimos al final y ¡no me pudo gustar más! Cuando volví a la fiesta todos alucinaron, David el primero, y yo me lo pasé como una niña pequeña».

Contaron con Diego Aguas para la música. «Fue un súper acierto. Teníamos altas expectativas pero fue incluso mejor, no dejamos de bailar, cantar y saltar en ningún momento».

«Para las fotos elegimos a dos íntimas amigas mías que hoy forman Ereaga. Las fotos eran una de las cosas más importantes para nosotros. El resultado… Nos quedamos sin palabras con el adelanto. Solo tenemos palabras de agradecimiento para este equipazo!».

«Para el vídeo también contamos con una familiar nuestra que es directora de cine, otro lujazo poder contar con alguien así que además capturó todos los días previos que convivimos en familia».