La boda de Isa y Jaime en la finca La Cruz de la Piedra
Isa y Jaime se conocen desde adolescentes, pero no fue hasta años después que empezaron a coincidir más y acabaron saliendo juntos. En enero de 2023 decidieron casarse.
Del pelo y maquillaje de Isabel, se encargó Cynthia de León «consiguió un efecto buena cara muy natural y un moño como los mil que me hago a diario. Me entendió genial desde el primer momento» explica la novia.
«Cuándo supe que me casaba no dudé ni por un segundo en hacer el vestido con alguien que no fuera Ynésuelves. Somos íntimas amigas desde el colegio y en los recreos hablábamos de cuando fuese diseñadora. Es la persona más creativa y genuina que conozco, sus diseños son súper especiales, tienen algo que te hace soñar».
«Mi tía Isabel, hermana de mi madre, me regaló su falda de novia, una falda vaporosa y desigual que siempre me ha parecido muy romántica, Ynés quería algo sencillo y elegante, y tomamos la falda como inspiración. Rápidamente empezó a tunear la falda, hacer toiles y buscar el tejido para materializar mi esencia. La verdad que no fue muy difícil porque me conoce al dedillo y casi no hicieron falta palabras».
«El vestido está formado por 4 piezas, Ynés piensa en todas las fases de una boda, porque si lo piensas pasas de una iglesia, donde hay ciertas “reglas” a un cóctel donde tienes que saludar a los invitados, hasta llegar a una fiesta donde tus amigos esperan los bailes más divertidos».
El velo que llevó era una pieza de arte de la madre de Ynés, Maria osorio, La Beltraneja. «Maria pintó en una seda impresionante flores del campo y lilas que me recuerdan a mi infancia y lo mandaron a bordar, no tengo palabras».
«Hacer con ellas el vestido ha sido lo mejor, el proceso mas bonito y divertido del mundo».
Llevó el anillo de la pedida, de Vendôme, la pulsera de la petición de mano de su abuela y los pendientes de Ynésuelves, unas estrellas con una perla colgando, la estrella también la llevó en el cinturón.
Del ramo se encargó Jimena de Marengo Flores. «Le pedí lilas y me hizo un ramo muy natural que me encantó»
Se casaron en la iglesia de San Bartolomé de Matarrubia.
«Mi sobrina Cayetana iba con un vestido que era de mi madre de cuando era pequeña, una capota de mi bisabuela y alpargatas de cuerdas» nos cuenta la novia.
Jaime llevó un chaqué gris con una corbata vintage de Chanel que le regaló Isabel antes de la boda.
La madre de Jaime lució un traje de Navascues.
De las flores se encargó Jimena de Marengo Flores. «Somos amigas desde hace años y todo lo que hace me encanta, tiene mucho gusto y le encargo las cosas con los ojos cerrados ¡Siempre acierta!».
«Estaba todo inspirado en Italia, la casa es un poco toscana y le va todo. Era una mezcla de verdes con flores en amarillos y naranjas y tambien con frutas, naranjas y limones. El seating plan con los carteles entre las flores quedó precioso».
La papelería la hizo Kika de Los pinceles de Kika. «Es una artistaza, todo lo que hace es bonito. Hizo tanto las invitaciones, las cuales fueron un éxito, como todo el seating plan, las mesas y los menús. Todo estaba inspirado, igual que las flores, en el campo y en el colorido italiano. Es una pasada y hemos tenido una suerte inmensa de haber podido contar con ella».
La celebración fue en la finca La Cruz de Piedra en el pueblo de Matarrubia. «Es la casa de mi padre, dedicada esencialmente a la actividad de caza, casa rural y también para eventos privados o de empresa. Estuvimos los meses anteriores haciendo jardinería en familia y los días previos nos quedamos las dos familias en casa preparando todo, lo pasamos genial».
Del catering se encargó La Ancha. «Voy a comer ahí desde que soy pequeña con mi padre, el escalope Armando con patatas es mi comida favorita. A Jaime también le encanta y desde que somos novios decíamos que lo pondríamos en nuestra boda. Hablamos con Santi Redruello de La Ancha y le encantó la idea. No habían hecho una boda tan grande y tampoco con Armandos pero desde el primer momento se volcaron muchísimo y superaron con creces todas nuestras expectativas. Los volveríamos a elegir sin duda».
«Mis amigas me regalaron unas sandalias de Jimmy Choo, que me puse para la iglesia y el cóctel. Me encantan y son comodísimas, irónicamente el día que me las dieron, me rompí un dedo del pie y tuve que buscar unos cerrados para que no me pisaran en el baile, gracias a Iciar Castro-Rial de Chanel, encontré unos preciosos dorados que me salvaron».
Para la música escogieron a Juan Cavero de Gilca Sound tanto para la ceremonia como para la fiesta. «No paramos de bailar, hasta con un dedo roto… no podemos estar más contentos, lo bordó».
Para las fotografía eligieron a Plata.forma. «Son increíble,. Jaime rehuye las fotos y consiguieron captar todos los momentos super naturales, las fotos no pueden ser más bonitas».
Del vídeo también se encargó Plata.forma. «Fue un regalazo de nuestros amigos que nos dieron por sorpresa al llegar el equipo por la mañana. No nos ha podido hacer más ilusión poder tener ese recuerdo tan bonito para siempre».